Miro por la ventana buscando respuestas al igual que las palabras que empleare, suspiró con intencidad a la vez que tragó saliva, me siento más nerviosa que en mi primer cita y eso que esto no es una cita.
El aire me da en la cara y veo mis falsos mechones dorados volando frente a mí, sacrifique mi color natural para nada. Los edificios siguen quedándose atrás y son remplazados por un entorno más verde, ahora sólo veo frondosos árboles. Me giro para verlo, luce tan concentrado al volante que parece ser en lo único a lo que se enfocara para no pensar en nada más. Luego de sacarme del edificio me hizo caminar unos metros y prácticamente me obligó a subir a su auto, sonrió un poco al recordarlo ya que casi parecíamos novios.
«No dejaba de soltar mi mano así que tuve que decírselo.
—Hey, Phineas ¿podrías devolverme mi mano?
—Amm, dejame pensarlo. No.
—¿Qué? El echo de que me hayas besado y yo te haya besado no te da el derecho de arrastrarme por todo el campus como si fuera tu novia.
—Bueno quizás el echo de que hayamos pasado juntos toda la noche sí.
—Eso tampoco te da el derecho. Me pude haber acostado con cualquiera—aunque no era cierto, se que hubo algo especial en él—Y eso no le daría el derecho a nadie de jalarme así.
—Sí, cuando hablamos de tu mejor amigo.
—Tu no eres mi mejor amigo—le respondí molesta—De echo no tengo mejor amigo porque los hombres son unos...
—Pues diras lo que quieras pero almenos para mí aún somos mejores amigos.
Puse los ojos en blanco.
—Claro, como tus relaciones amistosas son tan buenas—dije sin pensar y me arrepentí al instante.
Se frenó unos segundos y su cuerpo se puso tenso.
—Yo...
—No digas nada—y siguió andando conmigo al lado.
—¿Puedo preguntar a donde vamos?
—Ahora mismo a mi coche.
—¿Tu lo inventaste?
—No, trato de no inventar mucho. Por si no lo sabes y lógico no lo sabes ya soy alguien más normal.
No me creí esa y fui sarcástica al responder.
—Claro un idiota de diecinueve que se acuesta con cualquier chica en las fiestas.
—Sí, chicas muy sexys...solo que en este caso hice una excepción porque estaba muy tomado.
Frunci el ceño.
—Eres un idiota.
—Lo mismo digo de tí.
No supe si el sarcasmo de ambos seguía presente o ya nos estábamos hablando claro, no imaginé que al rencontrarnos peleariamos aunque teniendo en cuenta que jamás lo volvería a ver eso no era una opción sólo supe que lo siguiente es que estaba frente a un lindo carro negro deportivo pero por muy lindo que fuera se veía que era de agencia y no un invento.
—Así que no mentias respecto a lo de los inventos.
Me miro sin decir nada y suspiró.
—Mis motivos para crear grandes proyectos desaparecieron. Ahora sube.
¿Qué demonios significa eso?
—¿A donde vamos?—pregunté arqueando una ceja.
—¿Eso importa?
—Por lo que se podrías estar secuestrandome.
Suspiró claramente irritado.
—Sube.
—¿Por qué no lo dejamos así? okey nos acostamos pero ¿eso qué? en si no tenemos que hablarlo.
—Quiero hablar de lo nuestro, no sólo de lo de anoche.
—No hay un lo nuestro.
—¿Cuando te volviste tan terca?
—Quizás siempre lo fuí, sólo que como no me prestaba atención no lo notabas.
Frunce el ceño.
—Sabías como era, pudiste ser directa y decirme Phineas me gustas. Pero no, en si me dejaste toda la responsabilidad.
—¿Eso qué? nada hubiera cambiado, y estuvo bien sólo teníamos diez años. Mi actitud fue muy adelantada y el decírtelo antes no hubiera importado.
—Tal vez sí.
—¿Qué?
Me besó en los labios en un momento de distracción y me fue inclinando como en cualquier beso tipo cliché de las películas, incluso luego de unos segundos me levanto en brazos sin dejar de besarme.
—Mucho hubiera cambiado para nosotros—susurro en mis labios.
Y aprovechando que ya estaba en brazos y el auto tenía abajo su techo me metió en su coche y me puso el cinturón de seguridad lo más ajustado que pudo, trate de abrir la puerta pero tenía seguro. Phineas corrió al asiento de conductor, de un salto logró introducirse también y lo encendió, subió el techo y comenzó a andar.
—Eres un...
Pero no me dejo seguir, me beso nuevamente y se metió a la carretera.»
—Se que dijiste que me callara pero hace un rato que estamos andando y tu dijiste que sólo íbamos a desayunar y bueno ya hemos tardado mucho.
—No te llevaré a cualquier lugar en nuestra primer cita.
—Esto no es una cita Phineas. Podría llamarlo secuestro teniendo en cuenta que estoy contra mi voluntad.
—Calmate nena.
—Dime que encerio no me llamaste nena.
—Anoche te encantaba que te dijiera nena.
Frunzo el ceño.
—Juro que si hubiese sabido que eras tu nunca hubiéramos tenido sexo—le aclaró.
—Lo mismo...¿sabes qué? yo la verdad si me hubiera acostado contigo aunque supiera quien eras.
Abro los ojos como platos.
—Y si hubiera sabido que eras tu no sólo habríamos tenido sexo, te hubiera echo el amor.
—De modo que ahora eres un cínico.
—Solo digo la verdad ne-na—me hace enojar al recalcar la palabra nena.
—¿Cuándo dejaste de ser él niño dulce y despistado del qué me enamoré?
—No lo sé, talvez cuando la niña dulce de la que me enamoré se fue sin decirme adiós.
Me giro para verlo y ver si logró ver sarcasmo, sentido del humor, o mentira en su rostro pero esta serio.
—¿La niña de la qué te enamoraste?
Frena el coche de golpe y se gira para verme a los ojos.
—Sí Isabella, yo estaba enamorado de ti solo que no lo supe hasta que te fuiste ¡aún lo estoy! te amo.
—Pero yo a ti no.
Sólo he dicho lo primero que me vino a la mente, sin pensarlo y sin procesarlo porque se que es verdad.
—Lo siento.
Niega con la cabeza.
—Estas mintiendo.
—No, sé lo que digo.
Se acerca a mí, se queda a milímetros.
—¿Estás segura?—me susurra.
Su voz seductora, su mirada llena de deseo y que apriete sus labios me ponen nerviosa. Desvío la mirada pero me toma del mentón con una mano y me obliga a mirarlo.
—Yo...¿sabes? esto es trampa.
—¿Trampa? ¿por qué?
—Pues...porque...¡quitate Phineas!—lo empujo con ambas manos.
Vuelve a conducir luego de soltar una carcajada.
—Tal vez no mientas.
—Te lo dije.
—No me refiero a eso. No esque mientas esque ni tu sabes lo que sientes por mí, a diferencia de que yo se lo que quiero.
—¿Ahora resulta que estoy confundida?
—Exacto.
Resoplo.
Giramos entre un caminito lleno de arbustos, ahí escondido entre algunos árboles hay un pequeño restaurante.
—"Me encantas"
—Tu también—me dice con humor.
—Sólo estoy leyendo el enorme letrero de la fachada idiota. ¿Aquí es a donde traes a todas tus conquistas?
—No, sólo a ti. Y por lo que veo no eres una conquista...aún.
Ruedo los ojos.
Se estaciona cerca de la puerta, apaga el motor se baja y corre a abrirme mientras me desabrocho el cinturón.
—¿Tenías qué ajustarlo tanto?
—Me gusta verte atada, sin escapatoria.
Levantó la mirada me ve con una sonrisa y me da un pequeño beso.
—¿¡Podrías dejar de besarme?!
—No.
Me libera alfin y me extiende una mano la tomo y salgo del coche.
Continuará...
![](https://img.wattpad.com/cover/45467223-288-k677013.jpg)
ESTÁS LEYENDO
COLECCION DE HISTORIAS DE LIZY98
FanfictionLas historias no me pertenecen a mi sino a "Lizy98" en DeviantArt solo cree esta collection para tener mis historia favoritas de ella juntas este es el link de su DA original con todas sus historia: lizy98.deviantart.com para todo Phinbella adicter