Cambios Normales (Phinbella)

397 12 1
                                    

Otro día a comenzado estoy a mitad de la calle camino a casa de Phineas y Ferb, ya los veo de lejos tanto a ellos como a Baljeet, Buford e incluso a Irving que esta tras un arbusto, veo que Phineas tiene unos planos en las manos y como siempre esta con su radiante sonrisa, esa que amo y me alegra todos lo días, extrañamente hoy no lo esta haciendo. Ya me veo entrando y diciendo la misma frase 《¿Encerio es esto lo qué quiero seguir con la misma estupida rutina?》. Llegar, preguntar, ayudar, ser ingnorada por Phineas mientras intento llamar su atención, provar el invento, ver que ha desaparecido e irme. 《No hoy no, para nada tengo animos de lo mismo》. Me giro y regreso por donde vine abro la puerta de mi casa y veo que mamá me observa confundida.
- ¿Olvidaste algo hija?
- No - respondo con la voz apagada, ni yo se por que.
- ¿Entonces por qué has regresado? acabas de salir.
- No lo sé, simplemente quize volver.
- ¿Ya no hiras con Phineas y Ferb? - pregunta arqueando una ceja.
- No.
- ¿Por qué?
- No lo sé.
- ¿Paso algo?
- No.
- ¿Te sientes mal? - me dice mientras toca mi frente comprabando que mi temperatura este bien.
- Basta mamá me siento bien, deja de hacer preguntas ¿acaso no puedo simplemente volver a casa y ya? no hay explicación solo no quiero salir a ningun lado, mucho menos a la casa de enfrente.
- Supongo, lo siento es solo que me preocupas.
Pongo los ojos en blanco mientras suspiro, no me molesto en seguir hablando le doy la espalda a mamá y comienzo a caminar hacia las escaleras, lo hago de forma lenta y sin ganas, casi parezco arrastrar los pies al subir los escalones, entro a mi habitación y cierro la puerta, me tiro en la cama bocabajo una de mis manos que esta a la orilla de la cama toca la suave alfombra rosa de mi piso, <rosa> nota mental, debo dejar de comprar cosas rosas, el color empieza a hartarme como...¿Todo?
Si, todo. Ultimamente siento que no he sido la misma es como si Isabella hubiera dejado de existir y hubiese sido remplazada por mí alguien sin motivación, casi toda la vida he dicho que mi motivación en la vida era enamorar a Phineas pero ya ni eso, es como si ya no importara conseguir o no mi meta no es que ya no quiera a Phineas es solo que no quiero intentarlo, toda la semana he estado con la decidia de ir o no a su casa, cada que llegaba a la puerta me daban ganas de volver aquí a mi cama pero sin embargo la Isabella de siempre lograba poner una sonrisa finjida y entrar con mi papel en la rutina de nuestras vidas, talvez mi subconciente no quería alterar el delicado orden de las cosas pero hoy para nada me importo, simplemente quería estar sola y alfín lo he conseguido. Escucho como tocan la puerta 《¿Cómo no lo imagine? mamá no me dejara estar sola》
- ¡Largo quiero estar sola! - grito esperando que se vaya.
Todo lo contrario, escucho como la puerta se abre lenta y cautelosamente yo sigo con la cara contra el colchón y no veo nada pero si escucho los pasos que vienen hacia mí y se detienen en la esquina de mi cama, siento cuando mamá se sienta en ese lugar sin hablar.
- Te dije que te fueras, quiero estar sola mamá.
- No soy tu mamá ¿Estas bien?
Abro los ojos como platos al escuchar la voz de mi acompañante.
- ¿Phineas? - pregunto incredula antes de caer de la cama.
- ¡Isabella! - grita en el momento de verme caer - ¿Estas bien? - se levanto de inmediato y a la vez se puso de rodillas en el piso para estar a mi lado.
- Auch - me quejo sobandome la cabeza mientras me siento en el suelo.
- ¿Estas bien? - pregunta quitando mechones de cabello de mi cara.
- Si, si - respondo quitando su mano de mi rostro. Que extraño normalmente me habria encantado pero supongo que estoy tan avergonzada que solo quiero desaparecer incluso siento que me he sonrojado.
- Fue una fuerte caida ¿Segura que estas bien?
- Si Phineas estoy bien - respondo malhumorada y entredientes.
Phineas se pone de pie y me extiende una mano, no me queda de otra más que tomarla y levantarme, me siento en la parte superior de la cama encima de las almohadas por la cabecera, pero para no volver a caer me acomodo en medio sentandome con las rodillas flexionadas contra mi pecho.
- ¿Puedo sentarme?
- Ya lo has echo antes sin preguntar, pero adelante - le digo señalando una parte de la cama cercana a mí.
Se sienta en donde le indique con los pies en el suelo y se gira para verme.
- Me has tomado por sorpresa creí que era mamá - empiezo hablar pues veo que no tiene iniciativa.
- Pues ya vez que no, sin embargo cuando creiste que era ella has dicho que querias estar sola ¿Por qué?
- No lo sé - respondo sinceramente.
- Viene a ver como estabas, me tenías preocupado.
- ¿Preocupado? ¿Por qué? - arqueo una ceja no esperaba que dijera eso.
- Bueno vi que ibas a la casa pero que te regresaste y me extraño, creí que te habías sentido mal o algo.
- Ni lo uno ni lo otro simplemente quize un día distinto.
- ¿A qué te refieres con distinto? - ahora es él quien arquea una ceja.
- Pues...nada olvidalo.
- No, encerio ¿Cómo distinto? yo podría ayudarte a que pases un día distinto.
- No lo sé, no creo que me entiendas ni siquiera yo puedo hacerlo.
- Has estado muy rara ultimamenta.
《Vaya lo noto》-me impreciono por dentro para hablar con normalidad.
- Wow lo notaste - no puedo evitar hablar sorprendida por más que quiera.
- ¿Por qué no lo haría?
- Eres...¿Cómo decirlo? distraido.
- ¿Distraido en qué?
《En cuestiones del amor》-pienso.
- Olvidalo.
- Nada de olvidalo, dilo.
- No creí que me prestaras atención.
- Oh no tienes idea - dice en tono juguetón y con una sonrisa que me deja perpleja y me obliga a levantar una ceja.
- Y con rara ¿A qué te refieres exactamente?
- No lo sé, te he visto sin ganas, cabizbaja, no hablas mucho estas como ida y hasta se podría decir triste, la sonrisa que nos das todas las mañanas no es la misma, podrías engañar a cualquiera con esa sonrisa pero a mí no, la conozco mejor que nadie y no es esa radiante y calida sonrisa que veía diario además tu mirada se ve apagada y casi sin vida. Ni siquiera estas usando tu moño hoy - me dice señalando mi cabeza.
Sonrio y el sonrie - Esa no es finjida - me dice.
- No me había dado cuenta de que no traía el moño - le respondo.
- Y yo soy él distraido.
- Por si no lo has notado ni ganas de peinarme tengo, hoy solo pase el cepillo un par de veces por mi cabeza.
- Pero aun así te ves bien, no has perdido el gusto por la moda.
- Eso es por que hace unas semanas compre toda la ropa nueva que uso, pero realmente esta semana me he puesto lo primero que me encuentro y antes lo escogia cuidadosamente.
- Aun así te ves linda.
No puedo evitar notar el cumplido que me ha dado, es más sonrio con verdaderas ganas al escucharlo.
- Gracias.
- Me encanta verte sonreir así.
- Gracias, pero no tenías que venir a ver como estaba...
Me doy cuenta de algo, cuando lo vi esta mañana tenía un plano en sus manos.
- ...espera ¿No tendrías qué estar inventando algo en tu patio?
- Los chicos se están encargando de eso, el plano ya estaba echo.
- Si, pero tu amas el proceso de construcción.
- Hay cosas más importantes.
- ¿Cómo qué?
- Tu.
Abro los ojos como platos.
- ¿Yo? - me señalo con el pulgar.
- Si ¿Qué hay de raro? me importas y me intereza que estes bien.
- Nunca me lo habías dicho.
- Nunca surgio la oportunidad y nunca preguntaste.
- No creí que debía hacerlo.
- En fin he venido a ver como te sentias y no he obtenido una respuesta especifica.
- No lo sé, me siento rara como si ya no fuera yo, como si casi todo lo que amaba y me gustaba hacer dejara de importarme, solo quiero estar sola y durmiendo, no me gusta sentirme así y no se como arreglarlo o por que estoy de esa forma. Seguro debes creer que estoy loca - respondo bajando la cabeza al terminar.
- Jamás podría creer eso - me responde levantando mi rostro con su mano aunque la aleja de inmediato - Son cambios normales.
- No creo que sean normales.
- Tenemos trece y medio, estamos entrando a la adolescencia y estamos cambiando tanto fisica como emocionalmente. Son cambios normales.
Es cierto lo de fisico, hace un par de meses he notado que Phineas se ha puesto mucho más guapo de lo que era, su voz igual a cambiado es más ronca y profunda y ahora es más alto que yo. Supongo que yo también he cambiado pero no lo he notado.
- ¿Tu has notado cambios fisicos en mí?
- Si - me responde sonrojado y desviando la mirada.
- ¿Entonces dices que todo esto es normal?
- Si, es parte de la naturaleza humana. Un ejemplo, es nuestra ropa, si te das cuenta nuestros gustos han cambiado.
- Cierto, renove todo mi closet hace meses, ya no huso el vestido rosa y creo que hoy he dejado el moño atras.
- Ademas de que has empezado a usar brillo labial - se vuelve a sonrrojar pero esta vez me mira directo a los ojos.
- Pense que no lo habías notado.
- ¿Cómo no hacerlo?
Su respuesta me confunde no se que ha querido decir pero lo dejo de lado al notar algo.
- Pero yo no veo que hayas cambiado emocionalmente, sigues siendo el mismo chico positivo, creativo, feliz y bueno todo lo que siempre has sido.
- He cambiado pero no lo demuestro tanto.
- ¿Cambiar? ¿En qué?
- Bueno normalmente gustaba de despertar temprano, ahora Ferb me obliga a hacerlo. Siento frustración y un poco de enojo cuando las cosas no me salen bien, a veces no me gusta que mamá me de ordenes o me trate como un bebé.
- Bueno es algo normal teniendo en cuenta que eres el menor de sus hijos, y los demás cambios si que me sorprenden, ver a Phineas Flynn molesto es casi imposible.
- Ese no es mi cambio de emociones más grande.
- ¿Entonces cuál es?
- Nada, olvidalo.
- Phineas - le ruego y pongo ojos suplicantes.
- Vez lo que se siente.
- Pero ya te he dicho lo que querías saber.
- Parte de lo que quería saber - me corrije - Me has dicho como te sientes, y básicamente por que pero no me has dicho que clase de día diferente quieres. Para mi sería sencillo construir lo que quieras con tal de hacerte feliz.
- Con diferente me refiero a eso, no quiero un día más lleno de la rutina y tus inventos, quiero un día normal.
- ¿Sin inventos?
- Se qué es mucho pedir por eso es mejor que me dejes aquí y vayas a revisar tu proyecto.
- Puedo hacerlo, un día sin inventos ¿estoy aquí no? sin inventar...por tí.
- No te estoy pidiendo que lo hagas.
- Pero quiero hacerlo.
- ¿Por qué?
- Ya te lo dije me importas.
- Bien, y ahora que respondí todo. Debes decirme cual es ese gran cambio de emociones.
- Si te lo digo te asustaras y me correras.
- Jamas haría eso.
- Es muy complicado.
- Nunca has sido alguien sencillo, eres unico.
- Bien es...sobre tí.
- ¿Sobre mí? ¿Cómo podría ser sobre mí?
- Escucha contigo siempre me he sentido feliz, me importas y todo eso, siempre me ha gustado tu personalidad pero conforme hemos crecido me he sentido muy raro estando contigo, con tu cercanía y pequeñas muestras de afecto. Me gustaría tenerte siempre a mi lado, me encanta como has cambiado fisicamente aunque no lo tomes a mal sigo adorando tu interior y...siempre que te veo no puedo evitar ver tus labios y querer besarte, todo el tiempo quiero tomarte en mis brazos y besarte, que tus labios esten sobre los míos. Deseo tanto tus labios que los veo en sueños.
Estoy atonita ¡¿Besarme?! ¡Phineas Flynn quiere besarme! nunca creí escuchar de su boca todo lo que me ha dicho. Prácticamente se me ha declarado.
- ¿Y por qué no lo haces? - respondo sin aliento y casi en susurro viendo directo a sus ojos. Veo su sorpresa al escucharme decir eso.
- No sería correcto.
- Claro siempre haces lo correcto - respondo acercandome hasta estar de rodillas en la cama frente a él.
- Somos mejores amigos.
- Un mejor amigo no piensa en besar a su amiga, es más no piensa todo lo que has dicho.
- Es innevitable para mí no pensarlo aun siendo tu mejor amigo.
- ¿Por qué?
- Por que tu me gustas...mucho - sus ojos se encienden mientras muerdo mi labio por los nervios que me provoca esta conversación.
- ¿Si tanto te gusto por qué no me besas?
- Por que yo a ti no te gusto.
- ¿Y quién a dicho eso? - ladeo la cabeza mientras sonrio - Me has gustado desde hace mucho ti...
No me deja seguir hablando, con una mano toma mi espalda y me empuja hacia él y con la otra toma mi nuca para acercar mi cara a la suya junta sus labios con los míos, los movemos con lentitud al principio, cierro los ojos despues de haberlos abierto por el shock pero el beso va aumentando su ritmo, me permito enrrollar mis dedos en su cabello mientras me acerca más a su cuerpo, luego de segundos su lengua entra timidamemte en mi boca, me sorprende su necesidad de mí la forma en que me besa, yo hago lo mismo con mi lengua para nada somo expertos en esto, es nuestro primer beso, pero nos acoplamos en un perfecto ritmo que permite que nuestras lenguas jugueten en bocas ajenas a la suya, la sensación es muy placentera y me hace querer desear más, quiero tomar el control que perdí al ser yo la besada y no la besadora, muevo las piernas para subirlas a las suyas olvidando por completo que estamos en la orilla motivo por el cual ambos caemos, yo estoy encima de él, al vernos tirados comienzo a reir.
- Extrañaba tu risa, es musica para mis oidos - me dice Phineas.
Pongo las manos en el suelo para levantarme un poco y verlo a los ojos desde arriba mientras continuo riendo hasta que me cayo y lo veo a los ojos.
- Si, no me sentía con las ganas de reír pero esta caida ha sido divertida.
- Lamento haberte besado.
- ¿No lo entiendes? Phineas hablaba muy encerio tu me gustas, desde hace como cuatro años.
- ¿Encerio?
- Si. ¿Necesitas pruebas? aquí están - me inclino enfrente y ahora soy yo quien lo besa.
Al separarnos lo ayudo a levantarse.
- Lamento haberte tirado.
- Descuida, siempre has sido muy impulsiva aun así eso me gusta, además eso volvio el beso más intenso.
- Jeje eso supongo.
- No estuvo nada mal para ser nuestro primer beso, con más práctica mejoraremos demasiado.
- Y quién dice que prácticaras señor Flynn.
- Amm...
- Estoy jugando, puedes practicar conmigo cuantas veces quieras - le doy un beso fugaz que lo hace sonreir.
- ¿Y qué quieres hacer ahora?
- Si quieres podemos ir a terminar el invento de hoy - digo más que animada.
- Oh podriamos ir al centro comercial y comemos algo. ¿Es lo qué querías no? un día sin inventos, normal en pocas palabras.
- Eso no es normal en nosotros pero me gustaría mucho.
- ¿Entonces eso es un sí? ¿Quieres tener una cita conmigo?
- Eso es un...vamonos ya -Respondo tomando su mano y haciendolo bajar las escaleras.
- Ya estas más animada ¿No?
- Creeme ya no tengo más motivos para sentirme deprimida - lo volteo a ver sonriente.
- Me alegra, por que soy feliz si tu eres feliz.
- Al igual que yo si tu eres feliz.
Me detengo ya en la puerta de la casa lo vuelvo a besar.
- No me canso de esto - me dice con una sonrisa boba.
- Y ¿crees qué yo sí? Ahora que me has dado a probar tus labios no los dejare nunca.

Fin

COLECCION DE HISTORIAS DE LIZY98Donde viven las historias. Descúbrelo ahora