COLECCION DE HISTORIAS DE LIZY98

Cuando nos volvamos a ver Pt.8- Phinbella

-Es ella.
Mi voz no suena como mi voz, me siento casi en shock.
Pero es ella, es la chica.
Aquí y ahora la he encontrado ¡Alfin!

Isabella:

Prácticamente salí de Charsy corriendo temiendo que el pudiera reconocerme, no sólo como la chica de anoche sino como quien realmente soy Isabella.
Ya estando más lejos camine con tranquilidad rumbo al edificio C que es donde me tocaba mi siguiente clase.
Al llegar al salón correspondiente me percaté de que era la primera como suponía, normalmente suelo sentarme en los asientos de enfrente pero un instinto me hizo moverme hasta arriba y me ubique en el último lugar.
Una mezcla desencadenada de emociones se desata en mi interior y no me deja pensar.
No tengo ni idea de como me siento sólo se que la llegada de Phineas nuevamente a mi vida me confunde...y ni siquiera me siento con el derecho de decir que ha vuelto a mi vida, estoy más que segura de que no dejaré que me vuelva hacer sentir mal.
Absorta en mis pensamientos no me percató de que el aula está casi llena, veo mi reloj faltan sólo cinco para la hora. Llevo sentada aquí diez minutos sin moverme al parecer, sacó una libreta y un bolígrafo de mi bolso para no parecer tan ida, almenos para finjir que me interesó. El profesor aún no llega asi que por lo mientras escribire la fecha.
Destino cruel, te burlas de mí. Recuerdo que hace unos pocos meses estaba en otra ciudad, en otra Universidad viviendo una vida inventada, porque nada era real y al darme cuenta de que todo era una mierda decidí no volver el siguiente semestre. Cuando se lo dije a mamá no entendía el porque de esa aparentemente precipitada decisión si hacían sólo semanas de la última llamada que le había echo en la cual le decía que estaba más feliz que nunca que todo iba bien tanto en mis estudios como en mi relación con Jair, sólo yo sabía mis razones, mamá no podía enterarse de ellas ¿qué pensaría de su pequeña si supiera todo lo que pasó? lo máximo de información que obtuvo fue que Jair y yo habíamos terminado porque teníamos problemas. Mamá aceptó pese a que no estaba del todo segura, me sugirió una Universidad cercana a nuestro nuevo hogar pero yo insistí en está, era mi segunda opción después de aquella a la que pertenecia y ofrecía el plan de estudios que necesitaba, además Cassandra estaría en ella. Mamá no estaba del todo conforme con mi insistencia por este lugar que se encontraba aún más lejos que aquella Universidad en la que asistía pero aún así me dejo venir suponiendo que era lo mejor porque así lo quería.
Así que Phineas todas las decisiones, todos los errores y sucesos que ocurrieron me han traído hasta donde estas tu.
Abro los ojos como platos al ver mi mano dejando de trazar en la hoja que está frente a mí. Hacia casi nueve años desde que no lo hacía pero ha vuelto a pasar, veo un enorme corazón echo a la perfección y un nombre en su interior, un nombre que me había encargado de borrar de mi cerebro y de mi corazón pero esto quizá es una señal de que no es del todo así.
Dentro del corazón escrito en mayúsculas está ese nombre que no hace más de quince minutos volví a soltar en el aire frente a mi mejor amiga.
PHINEAS.
Rayo el nombre con una furia que hacía tiempo no sentía. Casi vuelvo a uno de los momentos de mi infancia cuando tenía sólo diez años y queriendo golpear todo rompí una decena de fotos nuestras pese a que no podía guardarte rencor. Porque lo que había pasado no era tu culpa si no mía.

Phineas:

-¿Qué?-me pregunta Mike luego de escucharme.
-Es ella-le digo.
-¿De qué hablas?
-Ella, la rubia. Es la chica de anoche.
-¿Seguro?
-Sí.
Y ahora la palabras de Cassandra comienzan a tener sentido en mi cabeza Si a ella quieres encontrar algo diferente deberás a buscar no debía buscar a una chica pelinegra sino algo distinto, a una rubia. Recuerdo que Cassandra me dijo que hacía poco de que su amiga de había ido, que incluso probablemente me la pude haber topado, y así fue. Cuando chocamos ella no me dio la cara así que no la reconocí pero es ella.

Isabella:

Respiro para tranquilizarme. Phineas no puede volver a afectarme.
Alguien se sienta a mi lado y me toca el hombro. Me giro quitandome las gafas.
-¿Isabella?

Continuará...