COLECCION DE HISTORIAS DE LIZY98

Cuando nos volvamos a ver PT.14-Phinbella

  Frunzo el ceño.
—Dime ¿alguna vez te funcionó esa de me gustas te gustó seamos novios?
—Pues...
—Es sarcasmo, mira las cosas no van así. Lo admito me gustas, siempre me gustaste y probablemente siempre me gustaras pero a eso de que sea tu novia hay muchas diferencias.
—¿Pero por qué? creí que era lo que querías.
—Hace más de ocho años. No ahora.
—Isabella dame una oportunidad. He pasado los ultimos ocho años amandote con locura esperado el día en que nos volvieramos a ver.
—Y yo pase ese mismo tiempo olvidandote y esperando con todo mi ser jamás volverte a ver.
—Isabella...
—No podemos volver a empezar desde donde nos quedamos Phineas. Ya ha pasado mucho y para que quede claro no te detesto ni te odio.
—¿Ah no?
—No, yo nunca te pude odiar. No hiciste nada malo, hiciste todo lo correcto.
—¿Entonces por qué no siento que sea así?
—Porque así te lo hice creer. Pero estaba bien, yo te agradezco que me dijieras eso, siempre estuve agradecida. Ahora sólo te pido una cosa, sal de mi vida como ya lo habías echo.
—No puedo, ahora que has vuelto jamás te dejaré ir de nuevo.
—Lo siento Phineas.
Me levanto.
—¿Pero que hay de su desayuno?—me dice la chica cara de rata.
—Cometelo con él.
—Isabella—se levanta—Te amo.
Lo miro a los ojos y me recuerdan a los míos en el espejo hace más de ocho años. Azules, sulplicantes, dolidos y cristalinos por las lágrimas. ¿Por qué no puedo olvidar?
—Eso es lo que crees. Es lo que te hiciste creer y aunque fuera cierto yo ya no soy la misma Isabella.
—Yo tampoco soy el mismo Phineas pero aún te amo.
—Basta Phineas. Yo ya no te puedo amar yo...voy a regresar con mi ex.
—¿Qué?
¿Qué? ¡¿es lo mejor que te pudiste inventar para salir de esta?!
—¿Cómo se te ocurre eso?—me dice—¡Es un idiota que te engaño! arruinó tu vida ¡tu lo dijiste!
—Lo am...—no puedo decirlo, ese en verdad fue un idiota.
—Yo no mentí, te protegere. Te protegere de ti misma si es necesario.
—¿¡Qué no vez que tu eres el problema!?—se me salen las lágrimas y bajo la cabeza—Siempre fuiste el maldito problema. No podía olvidarte y por ti no podía llevar largas relaciones. No te quiero cerca, déjame sola.
Le doy un empujón y salgo corriendo.
Veo el auto, si tuviera las llaves lo tomaría sin importar que lo deje varado a él. Corro hacia el bosque, necesito esconderme, necesito estar sola, corro, corro y corro quitando ramas a mi paso hasta que caigo de rodillas sobre la tierra, me giro y veo la causa de mi caída, una rama de árbol.
—¡Estúpida rama!
Me limpió las palmas que están llenas de tierra y oh no, también tienen sangre, trató de quitarme las lágrimas de la cara con el brazo pero siguen brotando de mi interior. Levantó la mirada y veo que el cielo representa mi alma en estos momentos, perturbada por las nubes en un color grisáceo. Creo que es hora de dejar de hacer berrinches y volver.
En retrospectiva correr como loca por el bosque no fue una buena opción, me levanto con dificultad y comienzo a caminar, no se cuanto recorrí sólo se que me aleje bastante. ¿Donde estoy? si sigo caminando o doy por donde es o me pierdo más ¿qué hago? saco mi celular para ver la hora tengo un poco de señal, llamare a mi salvación de siempre, Cassy.
—Hola, ¿en donde estas?
—Hola, pues verás estoy perdida en el bosque—le digo como si fuera lo más normal.
—¿¡Qué!? creí que estabas con Phineas.
Arqueo una ceja.
—¿Y tu como sabes eso? bueno no importa ahora. Discutimos, más bien le grité un poco y salí huyendo hacia el bosque pero ahora no se en donde mentados estoy.
—Ajá. Isabella si no sabes en donde estás para que te separas de él.
—¡Ese no es el punto! necesito que vengas por mí, debes llegar como mínimo a un pequeño restaurante del paso, se llama "Me encantas" esta un poco oculto entre el pequeño bosque al lado de la carretera así que pon atención. Yo me encargaré de llegar haya y tu me recoges, por favor—mi nariz hace los típicos sonidos al llorar espero que no me haya escuchado.
—Okey voy para haya...un momento ¿estás llorando?
—No—respondo buscando la forma de sonar natural pero el silencio que di antes de responder es sospechoso.
—Te conosco desde hace mucho ¿qué te hizo?
—¡Nada! ¡deja de hacerme preguntas y has lo que te pedí!
—¿Entonces por qué lloras?
—¡No estoy llorando! ¡Cassandra sacame de aquí ahora!
—Okey, okey ya voy y deja de gritarme.
Ambas colgamos.
Comienzo a caminar justo cuando cae un rayo dando comienzo a la lluvia, claro ¿por qué no? Ahora me mojó, me duele la pierna y tengo frío. Sigo caminando, estoy cansada. Me siento en el tronco de un árbol aquí me da menos el agua.
Y levantó la mirada, la lluvia no parece sesar, me abrazo con fuerza para darme calor.
Recuerdo el día que nos llevo a esto, hace casi nueve años cuando ella me dio la noticia. Era un día nublado así como este, donde auguraban duros momentos venideros.

Ocho años y medio atrás