Cuando nos volvamos a ver PT.12- Phinbella

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  Y entramos al establecimiento, es acogedor simula una pequeña cabaña de leños. Nos sentamos en la parte de atrás donde hay un enorme ventanal que tiene una hermosa vista del bosque.
—¿Y qué te parece?—me pregunta.
—Es lindo.
—Cuando iba hacia la visita antes de estudiar en nuestra universidad me perdí y como era un día lluvioso al ver este lugar decidí parar aquí y comer un poco ya que tenía mucha hambre. Me parecio que era un lugar muy tranquilo ya que estaba algo escondido de echo me pareció una suerte verlo con aquel clima, desde entonces vengo aquí de vez en cuando, es como mi refugio cuando quiero estar sólo.
—¿Así qué nunca trajiste aquí a tu novia?
—No, pensé en traer a Jessie pero como dije este es mi refugio y no quería perturbarlo.
—¿Entonces por qué me has traído?
—¿Qué no entiendes que para mi eres especial?
Me quedó en silencio.
Suspiro.
—Realmente no creí que te volvería a ver y menos en esta situación. Dime Phineas dejando el sarcasmo ¿si te acuestas con cualquiera?
Coloca una mano sobre la mía y niega con la cabeza.
—No Isabella. Todo lo que te dije anoche es cierto sólo he dormido con dos de mis novias, tu fuiste la primer y única desconocida con la que me he acostado y si mal no recuerdo anoche te dije que te me hacías familiar, talvez no lo sé muy en el fondo sabía...
—Quien eras. Eso es lo que yo sentí, yo también te dije toda la verdad y en el fondo mi ser te reconoció.
—Wow, ¿cómo terminamos aquí? casi nueve años después, contigo detestandome y yo amandote.
—El miserable destino.
Me sonríe.
Llega la mesera con dos tazas y nos sirve café.
—El especial para parejas de hoy es omelet con wafles y tocino.
—Umm suena delicioso—dice él.
—No somos...
—Pareja—me interrumpe—¿Pero verdad qué deberíamos serlo señorita?
La chica suelta una risita, nos mira y observa nuestras manos que aún están una sobre la otra.
—Por supuesto chicos, se ve que harían una linda pareja—ruedo los ojos—Y si no aquí estoy, piénsalo—le guiña el ojo a Phineas, frunzo el ceño.
Él lo nota.
—Sólo bromeamos linda—¿¡por qué carajos le dice "linda"?! ¿qué no le ve la horrible cara de rata?—Claro que es mi novia, una chica tan guapa como ella no puede estar soltera. Por favor dos especiales.
—Claro.
La chica se va ya sin su boba sonrisa. ¡Ha! ¡tomala es mi...un momento. ¿Qué pasó aquí?
—No te pongas celosa Bella.
—¿Yo? ¿¡De ti!? hazme el favor, ni en un millón de años.
—¿Y entonces por qué gritas?—me dice con una sonrisa burlona.
—¡Claro que no estoy gritan...—me aclaró la garganta—Claro que no estoy gritando.
—Sí, claro y yo no estoy tan enamorado de ti.
Resoplo.
—¿Por qué insistes en decir ese tipo de cosas?
—Por qué la última vez que no te dije todo lo que sentía me dejaste.
—No fue por elección y lo sabes. Mamá y yo teníamos que volver a México.
—Se que su partida no fue tu elección pero el desaparecer de mi vida por completo sí. Y no sólo de mi vida, de la vida de todos los que te querían en Danville.
Desvío la mirada con nostalgia al recordar mi vieja ciudad.
—Tenía que hacerlo, mira ¿de qué servía tener amigos en Danville si sabía que jamás volvería a este país?
—Pero lo hiciste, volviste...¿exactamente cuándo paso eso?
—Hace cinco años.
—Si volviste ¿por qué no fuiste a tu hogar?
—Mi hogar está con mi madre no específicamente en la casa vecina a la de tus padres ya que si habláramos de hogar sería en México y no en Danville.
—No hablemos de tecnicismos del corazón.
—Creí que estábamos aquí para hablar del corazón.
—Bueno, ya lo estas entendiendo—me dice sonriente.
—¡Hay Phineas Flynn eres frustrante!
—¿Ahora que "ya no te gusto" soy frustrante? soy el mismo sólo que ahora insisto en sentir lo mismo que tu y con lo mismo me refiero a gustarnos.
—Tú ya no me gustas. Entiendolo.
—¿Y me puedes decir por qué?
—Pues porque...porque no.
—Porque no y ya, eres una chica de argumentos y ese no es uno bueno en cambio tengo uno que dice que sí te gusto y cito con tus palabras; Eres un chico increíble y como dijiste tenemos muchos interesés en común. Tome una decisión ante eso y era que realmente me gustaría conocerte te iba a despertar y decirte mi nombre. Lo dijiste aún rompiendo con nuestro trato de decirnos los nombres hasta que nos volvieramos a ver.
—Lo pensé cuando no sabía que eras tú y cuando lo supe...lo que me impidió quedarme fue que fueras tú.
—Eso sólo demuestra una cosa.
—¿Qué?
—¡Qué estas loca!
—Gracias, que lindo—digo con sarcasmo.
—A lo que me refiero aparte de que si estas loca esque te enamoraste de mi nuevamente aunque no sabías que era yo.
—¡No me enamoré sólo me gustaste!
Me tapo la boca de inmediato al darme cuenta de lo que he dicho.
—¡Ja! ¡Lo sabía!
—¡No! espera ¡me engañaste para que dijera eso!
—¿En qué parte de la conversación te engañe?
—Pues...
—No lo hice. Tu me gustas y yo te gusto ¿quieres ser mi novia?
Sólo puedo recordar lo de hace ocho años cuando me rompió el corazón y me molesta pensarme su tonta pregunta de ahora, no, un no es lo que debo decir.
—¿Izzy?

Continuará...  

COLECCION DE HISTORIAS DE LIZY98Donde viven las historias. Descúbrelo ahora