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Donghae





Agarré la peluca y la coloqué en mi cabeza. Me tomó un par de minutos que se viera natural.

Había elegido un peinado que nunca me permitirían tener porque Hyukjae jamás aceptaría que me cortara o tiñera el cabello. La peluca hasta la mandíbula de color castaño oscuro era más larga en la parte delantera que en la de atrás. Después de pasar nuestro segundo aniversario en nuestro yate en el
Mediterráneo, mi piel estaba tan bronceada que el color del cabello oscuro no se veía
falso a pesar de mis ojos azules.

La peluca me cambiaba la cara por completo, me hacía ver más atrevida, menos dulce. Había elegido unos jeans negros ajustados con una camisa ajustada de rayas blancas y negras y zapatillas blancas. No me veía como yo. Este era el aspecto de un estudiante universitario y no de un príncipe de la mafia. Sonreí, ridículamente feliz.

Salí del baño y entré en el dormitorio, donde Hyukjae se estaba poniendo una camisa de vestir negra.

Hyukjae se detuvo en seco cuando me vio, sus ojos vagando por mi cuerpo.

Me di la vuelta.

—¿Y? ¿Qué piensas?

—Ese no eres tú —dijo.

—Lo sé. —Sonreí—. Nadie me reconocerá así.

—Te ves feliz —dijo Hyukjae en voz baja a medida que se ajustaba la funda de la pistola en el pecho.

—Lo estoy —admití. Finalmente iría a la universidad. Fingiría que era un chico normal, no el esposo de un Capo. Era extraño que estuviera de camino a la universidad, mientras Hyukjae estaría lidiando con cualquier problema que la Famiglia estuviera enfrentando.

Todavía estaba tenso, así que me acerqué a él y toqué su pecho.

—Todo estará bien. Minho estará a mi lado.

Hyukjae asintió.

—Tendrá que mantener su distancia de vez en cuando para así no llamar la atención. Se supone que debes mezclarte.

—Lo haré —le dije.

Hyukjae tocó la peluca, sus labios retorciéndose.

—Extraño tu cabello.

—Es solo para la universidad —le aseguré—. He estado pensando en cómo asegurar que los chicos mantengan la distancia que quieres.

Los ojos de Hyukjae se pusieron atentos.

—Minho podría pretender ser mi novio. Es solo dos años mayor que yo.

Hyukjae no parecía convencido.

—¿Cómo lograrías eso? —Los celos sonaron en su voz.

—Podríamos tomarnos de las manos. Eso sería suficiente porque de todos modos las personas siempre nos verán juntos.

Hyukjae asintió.

—Eso podría funcionar. Y confío en Know contigo. Será respetuoso.

Me reí.

—Se negará a tomarnos de las manos, confía en mí. —Hice una pausa—. No hables con él. Quiero sorprenderlo más tarde.

Hyukjae sonrió.

—Eres perverso. Know es leal. Perderá la cabeza si intentas coquetear con él.

Puse mis ojos en blanco.

—Le pediré que finja, eso es todo. —Incliné la cabeza—. Entonces, ¿está bien si tomo la mano de Minho o si envuelve el brazo alrededor de mi hombro? —Quería asegurarme que Hyukjae pudiera lidiar con eso y que no hiciera que la vida de Minho fuera un infierno.

Deadly Love Donde viven las historias. Descúbrelo ahora