EL TRIBUTO| Los Juegos Del Hambre (SEGUNDA Y TERCERA PARTE)

CAPÍTULO 10

TW: Tributos ustedes saben que no hago esto normalmente, pero este capítulo toca algunos temas un poco más fuertes, estén advertidos; he intentado no ser muy explícita por respeto al tema, pero creo que es importante para la historia. Sigan con discreción y que disfruten el capítulo.

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Katniss se asegura de que su equipo de preparación sea llevado de manera segura al hospital y que se les provea con comida; no puedo evitar pensar un poco en Demetria y el resto. ¿Qué hacían todos ahí?

- Quizá Coin pensaba que eso querían – dice Gale con tono sombrío, pero no me está mirando a mí, sino a Katniss; tiene esta manera de leerla con facilidad, quien para el resto parece ser una persona hermética, para Gale es un libro abierto – ellos eran parte de los Juegos, Catnip...

- Yo no quería que les hicieran eso – dice Katniss hoscamente.

- Dijeron que robaron comida...

- Tú y yo también llegamos a robar comida, y no creo que te hubiera gustado que nos tratasen así – dice con creciente irritación; Gale se limita a encogerse de hombros.

- Creo que es bueno que les den un poco de su propia medicina.

Mi humor viciado por lo que acabamos de pasar mejora un poco cuando veo una presencia familiar; los enormes anteojos y los manerismos afectados, me adelanto sonriendo hasta que noto la silla de ruedas.

- Oh... - digo con un rastro de culpa; cuando estábamos en los juegos, entre Peeta y yo habíamos intentado curar a Beetee, por lo que verlo en silla de ruedas no es lo mejor para mi autoestima – yo... cómo lo siento.

- Al contrario – dice con el deje de una sonrisa – soy capaz de caminar, solo que es muy cansado, además esto puede ir más rápido de lo que yo nunca fui... incluso le prometí al joven Darian que le fabricaría una pequeña silla para esa interesante miniatura que tiene de mí – no puedo dejar de notar la nota de orgullo en su voz al hablar de Darian y su muñeco.

La entrada a la sala marcada como Armamento Especial está fuertemente custodiada por cuatro soldados. Verificar los horarios impresos en nuestros antebrazos es solo el primer paso. También debemos pasar por un riguroso control de seguridad que incluye escáneres de huellas dactilares, retina y ADN, además de detectores de metales especializados.

- Juro que colarme a la oficina de Snow fue más fácil – digo entre dientes cuando uno de los guardias me coloca en el escáner y logro sacar una pequeña sonrisa a Katniss.

Incluso Beetee tiene que dejar su silla de ruedas antes de entrar, aunque le tienen otra preparada una vez que superamos la revisión.

Finalmente, se nos permite entrar, y lo que veo me deja sin aliento: interminables filas de armas de fuego, lanzadores, explosivos y vehículos blindados. El arsenal es impresionante, una colección diseñada para la guerra en su forma más devastadora.

- Mierda... - comienza a decir Johanna antes de que yo le de un pequeño empujón por maldecir.

- Por supuesto, la División Aerotransportada se encuentra por separado...

- ¿División Aerotransportada? – preguntamos Johanna y yo al unísono a la vez que terminamos de ver todo con la boca abierta.

- Gale, tal vez te gustaría probar alguno de estos – dice Beetee a la vez que señala una hilera de armas, a Gale se le ilumina el rostro.

- ¿En serio?

- Se te prestará un arma para la batalla, por supuesto. Pero si apareces como parte del equipo de Katniss en el propos, uno de ellos se vería un poco más vistoso. Pensé que te gustaría encontrar uno que te convenga- dice Beetee y después se gira hacia nosotras – y ustedes sí que aparecerán en el equipo de Katniss.