…no sé quién es dueña de quien: ¿La chica con ojos de café es dueña de la flauta o la flauta es dueña de ella?, y yo… yo soy dueño de las dos…
Jeremías:
Gabriela de poquito se ha vuelto una amiga… quizá algo más aunque yo no lo admita; ¿Quién podría siquiera pensar que detrás de su piel morena y sus ojos de un negro profundo haya una mujer sufrida?
Con sus cabellos largos que reflejan algunas canas —aunque tan solo tiene 20 años—, y un rostro que dice más de mil palabras con tan solo una expresión, genera mucha curiosidad a cualquier hombre.
Todo lo que me ha pasado, muchas veces me llevó a creer erróneamente que el único que había sufrido era yo, me victimicé tantas veces por mi sufrimiento que no veía el dolor de los demás, pero no es así.
La vida de Gabriela también ha sido traspasada por el doloroso y frio filo de la desgracia.
Cuando llegué al refugio, ella ya llevaba 12 años conviviendo en ese lugar; dice que es la única sobreviviente de un accidente en motocicleta en la cual iban su papá, su mamá, su hermano menor y ella.
Su madre quedó tendida sobre su propia sangre en una de las islas circunvecinas a la avenida por lo que murió instantáneamente; su padre murió al llegar al hospital con exposición de masa encefálica; ella recuerda claramente como sus gritos retumbaban por todo el pasillo del hospital, al ver a su hermano menor inconsciente por el impacto, quien después de dos horas de agonía… murió.
De sus recuerdos no saldrán esas imágenes de muerte y dolor que la han dejado marcada con cicatrices en sus brazos y su espalda, las cuales por mucho tiempo ha cubierto por vergüenza y el temor a que se burlen de ella, por ello las ha ocultado muy bien bajo sus suéteres largos y sus bluyines.
Ese suceso desgarró literalmente su vida y la dejó marcada más allá de las heridas que surcan su espalda, las heridas de su alma son tan fuertes que emanan lágrimas de sangre; sin embargo, ha tenido mucha fuerza de voluntad —esa que yo no he tenido— para seguir adelante.
Eso me lo contó después de unos meses de estar aquí, cuando por fin salí de esa cueva que hice para ocultarme de todo y de todos.
No hablé con nadie en semanas, y les rehuía aún en un espacio tan pequeño como este.
Solo salía a caminar o me quedaba horas divagando por allí para no hablar con nadie.
Perdido en mi mismo.
Hay tanta amargura en mi alma que muchas veces he llegado a lastimarla sin darme cuenta.
Por eso quiero ya dejar mi pasado atrás y empezar a predicar con el ejemplo: sanar las heridas, perdonar a los que un día me hicieron daño, olvidar a la mujer que alguna vez amé y que me abandonó y lograr superar el abandono de Jaime, pues aunque sé que ya no lo necesito, recuerdo cuanto me hicieron falta sus consejos y un abrazo de padre, ese que nunca tuve.
Siempre he querido ser un buen padre para enmendar los errores que se cometieron conmigo, a decir verdad, aunque Jaime no fuese el mío yo lo hubiese querido igual, tal vez y solo tal vez jamás me habría enterado de la verdad: que yo soy producto de una violación.
Cuan diferente sería mi vida si él no se hubiera marchado, si no hubiese sido un cobarde, él destruyó mi infancia.
Lo único que me queda de mi familia es una foto de mi madre, una de mi tía y una de Jaime —que no sé porqué aun la conservo, quizás mi subconsciente quiere retener ese trozo roto de mi alma—, solo tengo eso, junto a esos recuerdos que son solo polvo y cenizas.
***
Jaime:
Quizás Jeremías no recuerde mi voz, ni mi rostro, quizás no sepa la verdad… o eso quisiera yo, que no me odiara como de seguro lo hace, sé que tengo bien merecido su rencor pues no estuve con él en sus momentos de alegría y sus ratos de tristezas; no estuve allí celebrando sus triunfos y apoyando sus fracasos.
Para él no estuve nunca.
Aun así, espero que algún día me perdone; pero eso ya no importa, el pasado quedó atrás, bien dice Henry, mi amigo y gerente de relaciones exteriores de la empresa:
Tú estás donde está tu atención, a lo que se la quitas desaparece.
Hoy me ha invitado a un concierto de música clásica; acepté solo para distraerme, es extraño porque nunca me ha interesado este tipo de música, pero quizás sea lo único que me distraerá del dolor de mi conciencia, todos estos días he estado cabizbajo y pensativo por lo que representa mi pasado, ese que, aunque intente engañarme no he logrado olvidar.
Hemos llegado a la Plaza de las Artes en Barcelona, frente a nosotros el Teatro Nacional de Cataluña creado por el arquitecto Ricardo Bofill., uno de los mejores de Barcelona y de toda España, Se inició su construcción en 1991, el 12 de noviembre de 1996 se estrenó en él la primera obra, que fue Ángeles en América de Tony Kushner, bajo la dirección de Josep María Flotats.
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La Frontera del dolor.
RomanceJeremías Davalillo puede parecer un chico como cualquier otro, pero no es así; vive una vida de mentira. Toda su infancia de perfección fue solo una ilusión, presagiada por los fantasmas del pasado de su familia: una a la que nunca debió pertenecer...