Después de desayunar, Camus se levantó y se despidió de Dégel, necesitaba estar un rato a solas.- Voy a dar una vuelta por el pueblo. Necesitas descansar después de tu misión.
Dégel asintió intentando sonreír, pese a sus grandes conflictos - Gracias, Camus. Voy a descansar un rato.
Camus salió del templo de acuario, bajó por las largas escaleras y se dirigió hacia el pueblo. El sol brillaba en el cielo y el aire estaba lleno de vida. Camus se sintió fascinado por la arquitectura y la cultura del siglo XVIII.
Mientras caminaba, Camus vio a la gente del pueblo ocupada en sus actividades diarias. Vio a los campesinos trabajando en los campos, a los artesanos creando sus obras de arte y a los comerciantes vendiendo sus productos.
Caminó por las calles empedradas, admirando la arquitectura de las casas muy diferentes a la época de dónde el viene.Después de un rato, Camus se despidió del pueblo y se dirigió hacia el lugar donde entrenaban los jóvenes aprendices. Quería ver cómo estaban progresando en su entrenamiento y ofrecerles su ayuda y consejos.
Al llegar al lugar de entrenamiento, Camus vio a los jóvenes aprendices practicando sus técnicas y habilidades. Se acercó a ellos y los saludó, y luego se sentó en una roca para observarlos.
Mientras los miraba, Camus se sintió orgulloso de ver cómo habían progresado en su entrenamiento. Sabía que pronto estarían listos para enfrentar los desafíos que se les presentarían en el futuro.
Después de un rato, Camus se levantó y se acercó a los jóvenes aprendices - ¿Cómo van?- Preguntó, sonriendo. Algo no muy común en el.
Los jóvenes aprendices se acercaron a él, ansiosos por mostrarle sus habilidades y técnicas. Camus los miró con orgullo y les ofreció consejos y sugerencias para mejorar su entrenamiento.
Teneo, un joven aprendiz con un espíritu decidido, se acercó a Camus - Señor Camus, ¿Podríamos tener un enfrentamiento?- Preguntó, con una voz llena de entusiasmo.
Camus se sorprendió por la petición, pero luego sonrió - ¿Un enfrentamiento, Teneo? ¿Estás seguro de que estás listo para eso?
Teneo asintió con la cabeza - Sí, señor Camus. He estado entrenando con el señor Hasgard y creo que estoy listo para enfrentarme a un oponente más fuerte.
Camus se rió ante la petición pero accedió esperando ser de ayuda - Bueno, Teneo. Si estás seguro de que estás listo, entonces acepto tu desafío. Pero recuerda, no voy a ir fácil contigo.
Teneo sonrió, ansioso por comenzar el enfrentamiento - No lo espero, señor Camus. ¡Vamos a empezar!
Camus asintió y se preparó para el enfrentamiento. Se colocó en posición de combate y miró a Teneo con una sonrisa. -¡Comienza cuando estés listo, Teneo!
Camus se colocó en posición de batalla, con sus pies separados y sus manos en guardia. Miró a Teneo con una expresión seria, esperando que el joven aprendiz fuera el primero en atacar.
Teneo, ansioso por demostrar sus habilidades, se lanzó hacia Camus con un grito de batalla. Su espada brillaba en la luz del sol, y Camus podía ver la determinación en sus ojos, ese chico sin duda llegaría lejos, tenía esa voluntad de lograr cualquier cosa y podía verlo tan solo en su mirada.
Pero Camus no se movió. Simplemente esperó a que Teneo se acercara, y entonces, con un movimiento rápido y preciso, lanzó un puñado de polvo de diamantes hacia el joven aprendiz.
El polvo de diamantes envolvió a Teneo, inmovilizando instantáneamente. Camus se acercó a él, sonriendo - Buen intento, Teneo. Pero todavía tienes mucho que aprender.
Teneo se miró a sí mismo, sorprendido por la velocidad y la habilidad de Camus si era solo el aprendiz del señor Dégel - ¿Cómo...? - Comenzó a preguntar, pero Camus lo interrumpió.
- La experiencia y la práctica, Teneo. No hay sustituto para ellas. Pero no te desanimes. Estoy aquí para ayudarte a mejorar.
Teneo, decidido a no rendirse, siguió atacando a Camus con todas sus fuerzas. Pero Camus, con su habilidad y experiencia, esquivaba cada golpe con facilidad.
Después de cada esquive, Camus explicaba a Teneo por qué había fallado - Teneo, tu ataque es demasiado predecible. Debes variar tu ritmo y tu técnica para sorprender a tu oponente.
Teneo escuchaba atentamente, tratando de asimilar las palabras de Camus. Pero su orgullo y su determinación lo llevaban a seguir atacando, sin importarle que Camus lo estuviera superando con facilidad.
- Tu defensa es débil, Teneo - Le explicó Camus después de esquivar un golpe - Debes proteger tu flanco izquierdo, es tu punto débil.
Teneo gruñó de frustración, pero siguió atacando. Camus esquivaba cada golpe, explicando y corrigiendo a Teneo en cada paso del camino.
La batalla seguía latente, pero Camus no estaba interesado en derrotar a Teneo. Estaba interesado en enseñarle, en hacer que mejorara y se convirtiera en un guerrero más fuerte y más sabio.
Después de todo el tiempo que llevaba en ese lugar por fin se sentía cómodo al tomar de nuevo un rol como mentor..............................................................
Dégel se levantó de la cama, estirándose después de una larga tarde de descanso. Se sintió un poco más renovado, aunque todavía podía sentir el cansancio y la tensión en sus músculos.
Justo cuando se estaba dirigiendo hacia la puerta para salir a tomar un poco de aire fresco, escuchó un golpe en la puerta. Era uno de los soldados del Santuario, que venía con un mensaje del Patriarca.- Dégel Sama, el Patriarca ha solicitado que cumpla con este requerimiento - El soldado le entregó unas prendas junto con una nota donde le explicaba su corta misión - Necesita que vaya a buscar a Defteros. Hay algo que requiere su atención inmediata.
Dégel se sintió intrigado. ¿Qué podría ser tan importante como para requerir la atención de Defteros? Se dirigió hacia la salida, dispuesto a cumplir con su misión.
Mientras caminaba hacia el lugar donde se encontraba Defteros, Dégel no podía evitar pensar en Camus y en la forma en que se había sentido cuando estuvieron juntos. Se sintió un poco incómodo, pero no podía negar que había algo especial en la forma en que Camus lo hacía sentir... Además de que la noche estaba por caer en el santuario y aquel joven no ha regresado de su visita al pueblo.Camus regresó al templo de acuario, sintiendo una sensación de satisfacción después de su batalla con Teneo. Había sido un buen entrenamiento, y Camus estaba orgulloso de ver cómo el joven Teneo estaba mejorando.
Al llegar al templo, Camus se dirigió hacia la habitación de Dégel, esperando encontrarlo pero cuando llegó, no vio a Dégel por ningún lado.
Camus se sintió un poco extraño. ¿Dónde podría estar Dégel?- El Patriarca lo llamó hace un rato - Le dijo el caballero de Piscis quien cruzaba el templo para llegar al suyo - Pero no te preocupes, no tardará mucho joven aprendiz de acuario.
- Muchas gracias Señor Albafica - Después de esto hizo una leve reverencia mientras el aquel caballero cruzaba Acuario. Sabía de ante mano que no podía acercarse a el debido a la condición de su sangre. Seguido de que aquel hombre regularmente era muy reservado.
Se dirigió hacia la biblioteca, dispuesto a descansar y prepararse para cualquier cosa que pudiera suceder, después de todo, Dégel le había comentado que la situación en el santuario ya no era la misma tranquilidad como el primer día que llegó.
Mientras se acostaba, Camus no podía evitar pensar en Dégel y en esa inexplicable situación que vivieron en la mañana. Así que se relajó en el sillón y se dejó llevar por el sueño, confiando en que Dégel regresará sin problema alguno.
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Más Allá De La Lealtad
Fanfiction"Mi vida entera te la regalaría si te vuelvo a ver" La decisión de los dioses puede ser un simple capricho. No sabe como ni mucho menos porqué, pero... Después de la batalla de las doce casas, Camus terminó en una era totalmente diferente a la suy...