Más Allá De La Lealtad

Capitulo treinta y cuatro

Unity continuó hablando, y después de un rato, mencionó a su hermana Seraphina - Por cierto, mi hermana ha estado viajando por diferentes países, tratando de negociar alianzas y acuerdos para beneficio de BlueGraad.

Dégel se interesó de inmediato al escuchar eso, siempre había intentado aquellas relaciones con otros lugares - ¿Y cómo le ha ido? - Preguntó, después de todo nadie mejor que Dégel conocía las carencias que sufría BlueGraad.

Unity se encogió de hombros - Desafortunadamente, no ha tenido mucho éxito. Los otros países parecen estar más interesados en sus propios intereses que en ayudar a BlueGraad.

Camus frunció un poco - Eso es preocupante... BlueGraad necesita todas las alianzas que pueda obtener si quiere sobrevivir en este mundo.

Dégel asintió en acuerdo  - Sí, es cierto. Pero no podemos rendirnos. Debemos seguir buscando formas de ayudar a BlueGraad.

Unity sonrió débilmente ante la sugerencia - Sí, eso es lo que mi hermana está haciendo. Pero es un proceso lento y difícil.

De repente, Camus se levantó de su silla - Creo que tengo una idea. Una forma de ayudar a BlueGraad que podría funcionar.

Dégel y Unity se miraron y luego miraron a Camus - ¿Qué es?

Camus dirigió su mirada hacia Unity - ¿Has considerado enviar a tu gente a trabajar en zonas más cálidas? Tal vez podrían evitar enfermarse tanto en estas tierras frías.

Unity se sorprendió un poco por la sugerencia de Camus - Eso es una idea interesante... Pero no sé si sería posible. Muchos de nuestros trabajadores están acostumbrados a vivir en estas tierras frías y no sé si podrían adaptarse a un clima más cálido.

Camus asintió - Entiendo. Pero tal vez puedan encontrar una forma de hacer que funcione. Podrían enviar a algunos de sus trabajadores a zonas más cálidas para que puedan aprender a adaptarse y luego regresar aquí para enseñar a los demás.

Dégel se sintió un poco intrigado por la idea de Camus - Eso podría funcionar. Pero ¿Qué tipo de trabajo podrían hacer en zonas más cálidas?

Camus sonrió - Eso es una buena pregunta. Tal vez podrías encontrar formas de exportar productos a zonas más cálidas y que los trabajadores puedan trabajar en la producción y el envío de esos productos.

Unity se rió - Eres un verdadero estratega, Camus. Me gusta la forma en que piensas... Deberías de quedarte aquí con nosotros, serías un gran elemento en BlueGraad.

Aunque Dégel estaba un poco feliz de ver a Unity y Camus trabajando juntos para encontrar soluciones a los problemas de BlueGraad. Tal vez, después de todo, había esperanza para ese lugar donde creció y aquel lugar que Dégel prometió ayudar con Unity.

Unity se levantó de su silla y se estiró un poco -Bueno, creo que eso es todo por ahora. Hablaré con Seraphina cuando regrese y veremos qué podemos hacer para implementar tu idea, Camus.

- Gracias, Unity. Aprecio tu disposición a escuchar otras voces y opiniones - Realmente Camus esperaba que aquellas tierras demás que tanto hablaba Hyoga no se perdieran con el paso del tiempo.

Dégel se levantó de su silla y se unió a Camus y Unity - Nosotros te acompañaremos de regreso a tu palacio.

Unity sonrió - Gracias, chicos. Me gusta tener compañía en este lugar.

Los tres salieron de la cabaña y se dirigieron hacia el palacio de Unity. Mientras caminaban, Dégel no pudo evitar sentir una sensación de tranquilidad al estar cerca de Camus. A pesar de que no había podido hablar con él sobre sus sentimientos, se sentía feliz de estar en su compañía.

Camus por su parte, seguía platicando con Unity, sobre ese lugar, tal pareciera que se había adaptado a ese lugar, ajeno a esa época.

Al llegar al palacio, Unity se despidió de ellos.  -Gracias por la visita, chicos. Hablaré con Seraphina pronto.

Camus asintió - Gracias, Unity. Nosotros nos vamos a retirar por ahora.

- Gracias a ustedes por darme un poco de su preciado tiempo al acompañarme - Les dió un abrazo a ambos como agradecimiento.

Dégel y Camus se despidieron de Unity y se dirigieron de regreso a su cabaña. Mientras caminaban, Dégel se sentía cada vez más nervioso. ¿Qué pasaría cuando estuvieran solos de nuevo? ¿Podría encontrar el valor para hablar con Camus sobre sus sentimientos?

Camus estaba a punto de hablar cuando de repente un carruaje  llegó a prisa por el camino. Los caballos estaban asustados y se desbocaron, haciendo que el carruaje se volcara y se estrellara contra el suelo cubierto de nieve, los caballos lograron liberarse corriendo para el rumbo de BlueGraad.

Ambos corrieron hacia el carruaje para auxiliar a los ocupantes. Cuando llegaron, vieron que la puerta del carruaje estaba abierta y que alguien estaba tendido en el suelo.

Camus se agachó para ayudar a la persona y Dégel se acercó para ver quién era. Cuando vio el rostro de la persona, se sorprendió. Era Seraphina, la hermana de Unity.

Pero lo que más les preocupó fue que Seraphina estaba inconsciente. Camus la tomó en brazos y la llevó a un lugar seguro, lejos del carruaje destrozado.

- ¿Qué pasó? - Dégel se quedó allí, mirando a Seraphina con preocupación.

Camus sacudió la cabeza - No lo sé, pero parece que sufrió un golpe en la cabeza. Necesitamos llevarla a un lugar seguro y buscar ayuda.

Dégel se ofreció a ayudar a Camus a llevar a Seraphina de regreso con Unity. Mientras caminaban, Dégel no podía evitar sentir una sensación de preocupación por Seraphina.

Camus llevaba a Seraphina en brazos, Dégel llevaba sus pertenencias. Juntos, caminaron de regreso al palacio, preocupados por el estado de Seraphina.

Al llegar al palacio, fueron recibidos por Unity, que se sorprendió al ver a su hermana inconsciente en los brazos de Camus.

- ¿Qué sucede? - Preguntó Unity, alarmado la ver la situación con su hermana.

Camus explicó lo que había sucedido. -Encontramos el carruaje volcado en el camino. Seraphina estaba inconsciente dentro. No sabemos qué pasó exactamente.

Unity se preocupó aún más - Necesitamos llevarla a la enfermería del palacio. Ahora mismo.

Camus asintió y siguió a Unity hacia la enfermería del palacio. Dégel los siguió, llevando las pertenencias de Seraphina.

Una vez en la enfermería, los médicos del palacio se apresuraron a atender a Seraphina. Unity se quedó a su lado, preocupado por su hermana.

Camus y Dégel se quedaron un poco atrás, observando la escena. Camus se volvió hacia Dégel y le preguntó en voz baja - ¿Qué crees que pudo haber sucedido?

Dégel se encogió de hombros - No lo sé. Pero espero que Seraphina se recupere pronto, ella es la cabeza de este lugar, tiene que velar por su gente.

Justo en ese momento Dégel fue llamado por Unity para hablar sobre una situación en privado. Mientras que Camus se quedó solo en la enfermería con Seraphina, quien seguía inconsciente.
Se acercó a la cama de la dama Seraphina para revisarla. Se sentó a su lado y tomó su pulso, comprobando que se encontraba estable.

En ese momento, sin darse cuenta, Seraphina tomó inconscientemente la mano de Camus. Camus se sorprendió un poco, pero no se movió. Se quedó allí, sentado a su lado, con su mano en la de ella, esperando que despertara.

Mientras tanto, Dégel hablaba con Unity en una habitación cercana. No sabía qué estaba pasando en la enfermería, pero se sentía un poco incómodo por dejar a Camus solo con aquel incidente con la dama Seraphina. Después de todo no era responsabilidad de Camus estar cuidando de ella.

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