Capítulo 9

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Nos levantamos muy temprano para poder visitar la mayoría de las atracciones turísticas de Rodas, pues nos quedaríamos dos días más.

Era muy poco tiempo el que tendríamos para disfrutar Grecia pero realmente no permitiría que el tiempo me detuviera para no divertirme.

Conocimos unas de las legendarias figuras; el Coloso de Rodas, esa imponente estatua del Dios Helios. Fuimos de crucero por las islas griegas, de regreso al puerto de Rodas nos encontramos con el puerto de la Marina, con sus dos imponentes torreones y el escudo de la orden de los caballeros en el medio. Nos dirigimos al centro histórico de Rodas, pasamos por la plaza Hipócrates y la calle Sócrates. Todo era realmente estupendo.

Ya en la tarde-noche me dirigí al baño, desde que habíamos llegado me sentía demasiado relajada en la bañera y esta noche no sería la excepción. Abrí la llave para que comenzara a salir el agua caliente, agregue un poco de jabón y me sumergí en el agua. Me relaje desde el momento en que mi pie toco el agua y me adentre a una tranquilidad que nunca había sentido.

Creo que pasaron más de 30 minutos en los que decidí salirme, mis extremidades se sentían como unas pasas. Tomé mi toalla, me sequé el cuerpo, coloqué mi ropa interior y un vestido blanco muy mono.

Al salir del baño me encontré con un camino lleno de pétalos de rosa que se dirigía hacia el balcón de la habitación. Caminé con paso lento y una sonrisa en mi rostro, llegué a la puerta y pude ver la única mesa con tres velas al centro y dos platos de comida, alrededor había varias velas esparcidas por el suelo y demasiados pétalos de rosa.

-Bienvenida a una noche especial Kitten- dijo Daemon desde el lugar en el que estaba, cerca de la mesa.

-No me esperaba esto, como lo preparaste tan rápido.

-Pues aproveche a que tardas demasiado tiempo en el baño y como el más grandioso y rápido luxen pude conseguir hacer todo esto.

-Me encanta Daemon-el solo me dirigió una gran sonrisa y me abrió una de las sillas.

-Adelante princesa-al escuchar estas palabras me quede como estatua, nunca me había llamado princesa.

-Kitten, ¿Qué pasa?-pregunto Daemon con un tono de preocupación en su voz.

-No pasa nada, es solo que nunca me habías llamado princesa-conteste con emoción reprimida dentro de mí.

Él me miró con simpatía y respondió sin un tono de vacilación.

-Kat, siempre serás mi princesa, eres la reina de mi corazón, eres la única persona que ha tenido el poder de cambiarme, eres todo para mí y no importa cómo te llame siempre te querré sin importar que, ¿de acuerdo?.

-De acuerdo-conteste con mis ojos brillosos.

-Bien entonces comencemos a cenar que muero de hambre.

Me dirigí a la silla que ya tenía abierta y él se dirigió a la que estaba frente a mí. Comimos toda la comida, bueno creo que yo comí mas pero estaba todo tan delicioso que no me pude resistir. Pasamos una velada romántica de lo mejor, estuvimos platicando, riéndonos y compartiendo un poco mas de nuestra infancia.

Fue todo maravilloso.

A la mañana siguiente, solo desayunamos un poco de fruta y jugo de naranja. Ese tiempo era todo el que íbamos a pasar en Grecia antes de dirigirnos al aeropuerto.

Salimos del hotel a medio día, subimos al auto y fuimos directo al aeropuerto en Grecia. Atrás quedaba Rodas, pero los recuerdos permanecerían por siempre en nuestras mentes como una película.

Tomamos el avión que nos regresaría a nuestro hogar.

Unión (saga lux- fanfic )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora