Lucero frunció el ceño al observar el rostro de Manuel; estaba más pálido que un fantasma. Victoria tragó en seco al observar la expresión del esposo Lucero. ¿Qué mierda? Quizá haber ido a aquella casa había sido un error.-¿Se siente bien?- Preguntó de nuevo.-Claro, claro que sí.- Forzó una sonrisa. Aquello se vio interrumpido por el sonido del timbre, una de las empleadas fue a abrir la puerta y José Manuel la acompañó; voces de niños y un inminente alboroto se apoderó del lugar conforme pasaban los minutos y seguían llegando los invitados. Chantal, David, Fernando y Manuel se sentaron en una de las mesas del jardín, dejando que los niños disfrutasen de su fiesta. Chantal estaba tan nerviosa como nunca lo había estado; notaba las miradas asesinas entre Fernando y Manuel. Incluso llegó a pensar que en cualquier momento se caerían a golpes.
¿Y dónde coño estaba Lucero? ¡Tenía que ir allí y controlar a sus hombres!
Soltó un bufido y se movió en su silla.
-¿Ocurre algo, Chantal?- Preguntó David, frunciendo el ceño.
-No.- Se limitó a decir.
**
-Siento que a tu esposo no le caí bien.- Comentó ella mientras caminaba por la sala de la casa.-Manuel es así, un poco volátil. No le hagas caso.- La consoló ella mientras se sentaba en el borde de la escalera. Victoria igualó sus acciones.
-Ya veo.- Se hizo un largo silencio, pero lejos de ser tenso e incómodo, estaba lleno de paz y tranquilidad. La mirada de Lucero se perdió en la nada mientras pensaba en todo lo que le había dicho Fernando. Quizá ella podría haber cambiado las cosas. Quizá, solo quizá... Debía dejar de pensar en eso ya, no podía volver al pasado. -¿Puedo preguntar en qué piensas?
-En un ex novio.- Se limitó a decirle. -Lo quería mucho, ¿sabes?- Soltó un suspiro.
-Por ese suspiro pareciese que todavía lo quisieras.
-Algo así.- Contestó alzándose de hombros. -Lo recuerdo mucho, a pesar de todo.
-¿Qué pasó con él?
-Un malentendido.
-¿No intentaste aclararlo?-No del todo. Y eso es lo peor. ¿Sabes?- La miró de soslayo. -Si pudiera darte un consejo sería que nunca te calles lo que sientes, nunca antepongas los sentimientos de los demás a los tuyos. Lucha por lo que deseas, por lo que quieres. Pelea contra todo y todos, al final valdrá la pena, créeme.
-Es fácil decirlo pero no hacerlo.
-Ya lo sé. Lo que no es fácil es tener que pasar el resto de tu vida lamentando un error del pasado, preguntándote qué hubiera pasado si hubieses hecho tal cosa distinta. No hay peor palabra que el hubiera,créeme. Te atormenta día y noche.
-Lo querías mucho.- Sentenció.
-Muchísimo. Lo peor es que perdí las dos cosas que me recordaban a él.
-¿El qué?- Preguntó con curiosidad.
-Un collar y...- Una hija. -Un anillo precioso.- Mintió. -Ambos tenían forma de corazón. Era el collar más precioso que podrías imaginar; tenía la fecha de nuestro primer beso.
-¡Qué precioso!
-Ya sé.- Forzó una sonrisa.
-Ojalá a mí me dieran algo así.- Suspiró.
-Pero si eres una niña.- Comentó con el ceño fruncido.-Tengo diecisiete. No soy tan niña.- Lucero volvió a forzar una sonrisa al saber la edad de aquella jovencita.-Para algunas cosas sí.
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Errores Placenteros
FanfictionEs un fanfic de Lucero y Fernando, ADN muy bueno, léanlo. no lo escribí yo es de una lucerinacolungera con mucho talento y que admiro mucho ojala las guste; es un tanto distinto fue escrita en 2013