CAPITULO 10

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-Ya, cállate, Adriana. Me estresas.- Comentó en aquel tonito de niña caprichosa. Adriana le hizo una mueca y volvió a hablar, con aquella voz chillona.

-No, cállate tú. Me tienes harta.- Contestó mientras bajaba las escaleras. Victoria la siguió, escalón por escalón, hasta por fin llegar a la sala de su casa.

-¡Pero si tú empiezas!

-¡Tú andas presumiendo que conociste a esa bendita mujer!- Le gritó con rabia.

-Pues es lógico.- Contestó mientras se sentaba en el brazo del sillón. Se alzó de hombros. -Es mi ídolo. ¿Por qué no estaría feliz?

-¡Ya cállate!- Volvió a gritarle. Victoria le hizo una mueca.

-Lo que a ti te molesta es que yo sí haya conocido a la mujer que más admiro, y que ella me conozca también. Mientras que tu Justin Bieber ni sabe tu nombre.

-¡Por lo menos yo no soy adoptada!- Gritó presa de la ira. Victoria frunció el ceño ante aquello, pero después negó con la cabeza.

-No digas babosadas.- Contestó mientras encendía el televisor.

-Cada quién cree lo que quiere creer.- Sentenció Adriana mientras subía las escaleras con brusquedad.

Victoria comenzó a morderse la uña del pulgar mientras tomaba su iPhone. Aun no podía dejar de pensar en lo rara que estaba Lucero. ¿Por qué la había tratado así? Quizá había hecho algo malo... ¿Pero qué?

**

Lucero bajó del avión y se encaminó a la entrada del aeropuerto para poder pedir un taxi. Estaba de nuevo en el D.F. Le había pedido a Nicandro que le diese aquel día libre; tendría que hablar con Manuel para poder pedirle el divorcio, además de decirle un par de cosas.

Aquel día había despertado con Fernando a su lado; ambos se habían despedido con un dulce beso para después irse a sus respectivos hoteles.Sacó su iPhone para revisar unas cuantas cosas; le quedaba poca batería. Por desgracia había dejado su twitter abierto, y las menciones estaban a punto de estallar. Observó una en particular; la de Victoria.

Alzó su ceja y antes de que pudiera pensarlo, se metió en el perfil de ella, y pulsó la opción "Bloquear". Apretó los labios, bloqueó su celular y siguió con su camino.No quería seguir leyendo los mensajes de aquella muchachita, de seguro ella sabía todo y solo estaba acercándose a ella para acercarse a Manuel. De seguro solo la estaba utilizando.

No quería volver a verla ni a leerla en lo que le restaba de vida.

**

Se desplomó en contra de la pared mientras dejaba que sus lágrimas corriesen por sus mejillas como un río sin caudal. Estaba en la parte trasera de su escuela; todo estaba tan solo como un desierto, se suponía que debería estar en clase, el timbre acababa de sonar hacía unos segundos, pero apenas y podía controlar los sollozos que emanaban de su garganta sin control.

Estaba en uno de los recesos entre clases, hasta que le llegó una notificación de los nuevos tweets de Lucero, por lo que terminó metida en el perfil de ella. Al darse cuenta de que no podía seguirla, casi le daba un infarto, pero el ver aquel aviso de 'ha sido bloqueado por este usuario' fue cuando realmente creyó morir. Las lágrimas habían acudido a sus ojos tan rápido como un relámpago. Apenas y había podido colocarse de pie para ir al patio trasero, mientras sonaba el timbre que anunciaba que las clases se reanudaban, y dejaba a Laura con la palabra en la boca.

Para cualquier persona sería una tontería.

Pero una Lucerina podría entender perfectamente sus lágrimas.

Errores PlacenterosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora