{MARK POV}
Noté como alguien se sentaba en mi cama, abrí los ojos lentamente para encontrarme con mi princesa que me acariciaba el pecho desnudo, la piel se me puso de gallina. Me reincorporé, quedando sentado sobre la cama y le miré a los ojos, ella estaba tan cambiada, su melena ya no le abarcaba su espalda, ahora se quedaba en sus hombros, su rostro también estaba levemente cambiado, ahora se veía más mayor como el de una mujer y no el de una niña. Se inclinó y me besó, yo enredé mis manos en su cabello y profundicé el beso, suspiré, he echado mucho de menos estos labios, nuestras lenguas jugaban y nuestros labios buscaban más y más. Alex se puso encima mía, colocando sus rodillas a cada lado de mis caderas y me miró a los ojos, mis manos se pusieron en su cadera y mis labios a los suyos. Ella puso sus manos sobre mi pecho y las fue desplazando lentamente hacia arriba y luego bajando por mis brazos, causándome un escalofrío. Empezó a dejar un camino de besos, empezó por mi mandíbula, dibujando su contorno mediante besos, bajó a mi cuello y lo mordió levemente, causando que un gruñido de placer se escapara de mis labios, bajó hasta mi clavícula y dejó un rastro de besos húmedos. Mis manos se posaron en su espalda por debajo de la camiseta que llevaba puesta, acariciando su espalda de abajo a arriba. Llevó su boca a mi oído y lamió el lóbulo de mi oreja, causando que emitiera un suspiro y me empezó a besar detrás del oído, en ese punto que me vuelve loco, en ese punto que muy pocas personas saben que es mi debilidad, en ese punto que ella es la única persona que está permitida besar. Cuando sus cálidos labios tocaron ese punto, cerré los ojos y un gemido abandonó mis labios.Abrí los ojos rápidamente, me encontraba en la habitación del hotel, Roy estaba mirando algo en su portátil y me miró con una sonrisa juguetona.
-Vaya, parece que alguien ha tenido sueños calientes-dijo Roy levantando una ceja, me sonrojé y me pasé la mano por el rostro, solo era eso, un sueño, espero que pronto se haga realidad. Me revolví en la cama dando la espalda a mi hermano y cerrando los ojos para volver a soñar con mi princesa pero no fue así.
Gruñí de frustración y me levanté de la cama.
-Mark, hazme el favor de darte una ducha fría, que tras ese sueño la necesitas-dijo mi hermano levantando una ceja, me sonrojé porque notaba la presión de mi entrepierna y el hecho de que solo estaba llevando mis bóxers hacía notar un montón lo que ya estaba crecido, me fui rápidamente hacia el baño.
{ALEX POV}
Estoy tumbada en mi cama, cuando Dylan me dejó en el apartamento me tiré en la cama, sin ni siquiera quitarme el vestido y he estado ahí tirada por horas, intentado cerrar los ojos y poder dormir, pero no he podido, mi cabeza está ausente, no sé donde, pero no puedo pensar claramente, tengo la cabeza metida en tantas cosas y la vez en ninguna.Suspiré y miré el reloj de la mesita de noche, son las nueve de la mañana de un Sábado de Agosto en Sevilla. No puedo dormir, así que lo mejor será que me levante y comience el día, porque hoy tenemos comida familiar en casa de mis padres, "Es lo que más me apetece hacer hoy" pensé sarcástica.
Me levanté de la cama, me acomodé el vestido que ya estaba arrugado y abrí el armario. Mi plan era ducharme, vestirme, desayunar e intentar que la comida con mis padres sea aguantable, pero mi corazón tenía otros planes, mi vista se fijó en aquella cajita que escondo en mi armario, la cajita donde secretamente guardo la carta que Mark me escribió. Mi mano de forma inconsciente cogió la cajita y la abrió para coger la carta, mi corazón se paró y mis pulmones dejaron de procesar el aire, me senté en mi cama y la comencé a leer; la leído tantas veces, que hasta me la sé de memoria, pero cada vez que la leo derramo lágrimas y no lo puedo evitar, necesito leer sus palabras, ver su letra y cerrar los ojos para poder imaginarme que está a mi lado.
Querida princesa:
Sé que este no es mi estilo, pero supongo que soy demasiado cobarde para decírtelo a la cara, para decirte lo mucho que te amo, para decirte que eres perfecta, que desde el primer momento que te vi, me hiciste cambiar, supe que ibas a ser mía, me costase lo que me costase, porque por tí haría cualquier cosa, por que cada sonrisa tuya lo merece, cada palabra que sale por tu boca es música para mis oídos, cada vez que te ríes, lloras, te enfadas, cada cosa que viene de ti, hace que quiera dejar todo para irme y escarparme contigo, cumplir tus sueños, viajar, enseñarte a montar en bici y pasar cada segundo de mi vida junto a ti, compartir momentos, alegrías y tristezas pero siempre estar a tu lado, porque tú te lo mereces todo, porque te quiero y no quiero perderte, sé que esto es muy ñoño y cursi, pero por tí haría lo que fuera con tal de hacerte sonreír.
P.D. Espérame.
Te quiero, Mark.
ESTÁS LEYENDO
Los gemelos viven conmigo (#VCG2)
Teen FictionAlexandra ya tiene 18 años; ha pasado un año y medio desde su desastrosa experiencia en Inglaterra. Tras abandonar todo su pasado y empezar de cero, ha rehecho su vida: se ha independizado, ha acabado el instituto y ha conocido a mucha gente nueva...