{MARK POV}
Abrí los ojos, estaba en el apartamento de las chicas, en la cama de Alex y seguramente ya pasaremos aquí el resto de la estancia, si es que Juan no hace de las suyas, porque seamos francos, sigo sin creerle.
Me revolví en la cama y me di la vuelta esperando ver a mi princesa dormida, pero la cama estaba vacía. Las sábanas seguían calientes así que no hace mucho que se ha levantado. Miré el reloj las ocho y veinte, hoy Alex se ha levantado temprano porque empieza la universidad.
¡Qué recuerdos de mi primer día en la universidad! Ya el primer día me gané mi buena reputación de mujeriego, jajaja, como se quedaban todas y algún chico enbobado mirándome; y mi profesora de literatura en la universidad, ya el primer día le causé impresión y le atraje, solo hicieron falta algunos guiños, quedarme después de clase para "preguntar dudas", susurros en el oído y un mes para tenerla en mi cama, así conseguí mi matrícula de honor en esa asignatura. Pero ese era el antiguo yo, más pícaro y me daba todo igual...
Me levanté de la cama, salí al pasillo, desde la habitación de Miri se escuchaba música y de la de Roy ronquidos; me acerqué al baño y se escuchaba el agua de la ducha correr. Sonreí y entré en el baño, me desvestí rápidamente y sin hacer ruido, abrí la cortina de la ducha y entré en la bañera con mi princesa.
-¡Ahh!¡Qué susto Mark!-gritó Alex, me reí.
El agua caía sobre su cuerpo desnudo y su pelo estaba empapado.
-Buenos días-le dije dándole un beso, ella se negó y se retiró de mí- Venga princesa no te enfades, encima que vengo a darte los buenos días de una forma especial-le susurré en el oído, escalofrío recorrió su cuerpo, me acerqué a ella, yo ya también me había mojado entero.
-¿Forma especial? ¿darme un susto mientras me ducho es darme los buenos días de una forma especial?-me dijo enfadada, yo sonreí y asentí.
-Puedo recompensarte por el susto-le dije acercándome a ella y haciendo que se pegara contra la pared fría de azulejos blancos. Puse mis manos sobre la pared a ambos lados de su cabeza y empecé a besarla, ella puso sus manos en mi cuello, yo bajé las mías por su cuerpo hasta llegar al trasero para indicarle que enredara sus piernas alrededor de mí.
-Cuidado Mark que nos vamos a resbalar-dijo cuando ya tenía las piernas enroscadas en mí.
-Shh...no va a pasar nada tranquila-le dije cogiéndole un mechón de pelo mojado que tenía sobre la cara y colocándoselo detrás de la oreja. Mis manos querían tocar todos y estaban ansiosas, se paseaban por el cuerpo desnudo de Alex.
El agua caliente caía sobre nosotros y sus ojos brillaban centelleantes, me encanta causar este efecto en mi princesa. El gran Marky estaba que no podía más, quería su premio. Acomodé a Alex para que estuviéramos en una postura cómoda, ella contra la pared con sus piernas en mis caderas y yo aguántala por el trasero para que no se caiga, me moví un poco para acomodarnos y eso fue lo peor que pude haber hecho. Ella me miraba ansiosa de que entrara dentro de ella pero al moverme puse el pie mal y me resbalé, haciendo que ambos cayéramos en la bañera.
-¿Estás bien Alex?-le pregunté, ella había caído encima mía.
-Sí, mira que te he avisado, Auch ¿Tú cómo estás?-me preguntó, mi princesa se levantó como pudo ya que yo ocupaba toda la bañera y era tarea difícil.
-Yo estoy bien-dije, fui a levantarme pero me dio como un latigazo en la espalda, gruñí-Vale, no, no estoy bien-dije intentado levantarme pero el dolor era demasiado y no podía.
-Venga ven, te ayudo a levantarte-dijo Alex ayudándome, me mordí la lengua por me dolía mucho la espalda.
-Ahh, no tan brusco que me duele, joder...
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Los gemelos viven conmigo (#VCG2)
Novela JuvenilAlexandra ya tiene 18 años; ha pasado un año y medio desde su desastrosa experiencia en Inglaterra. Tras abandonar todo su pasado y empezar de cero, ha rehecho su vida: se ha independizado, ha acabado el instituto y ha conocido a mucha gente nueva...