Alexandra ya tiene 18 años; ha pasado un año y medio desde su desastrosa experiencia en Inglaterra.
Tras abandonar todo su pasado y empezar de cero, ha rehecho su vida:
se ha independizado, ha acabado el instituto y ha conocido a mucha gente nueva...
Después de tanto tiempo esperando aquí tengo un nuevo capítulo, espero que os guste 🙈 lamentó mucho la espera, espero que haya valido la pena...
{ALEX POV}
-¿Seguro de esto?-le pregunté nerviosa a Mark, él me cogió la mano.
-Tranquila Alex, solo venimos a hablar con un profesional. El test de embarazo no es 100% certero, las pruebas médicas sí. Vamos primero a asegurarnos y escuchar la opinión de un experto, que nos asesore, en el caso de que se confirme, que nos dé la pautas para llevar el embarazo de la mejor forma posible para conseguir el mayor cuidado de tu salud y la del bebé-me contestó.
Una enfermera pasó ajetreada por el pasillo en el que estábamos sentados esperando a ser llamados. Doctor García Moreno, ginecólogo, leí en la placa de la puerta. Me revolví nerviosa en mi asiento.
Estoy muy nerviosa y ¿Mark? ¿Le habéis visto?¿cómo se puede tener tanta parsimonia? Está relajado, llevando el asunto con tranquilidad y resolviendo todos los problemas que se presentan.
Cuando me dijo que me iba a llevar a un ginecólogo el cuerpo se me heló, quiero decir yo nunca he estado en ninguno, ¿debería de haber ido? pues la verdad es que sí, pero entre todo lo que me ha pasado en la vida es muy difícil abrirle un hueco a los médicos para simples revisiones... muy mal hecho, lo sé...
-Alexandra Jiménez-se abrió la puerta y escuché mi nombre. Me petrifiqué, el miedo es real, quiero decir, lo que te diga un test de embarazo ya es aterrador pero lo que un médico tenga que decir, eso sí que no tiene vuelta de cara.
Mark se levantó y entró en la habitación, yo fui detrás de él, cerré la puerta.
Odio el olor de los médicos, siempre las consultas huelen igual, a desinfectante mezclado con algún ambientador barato, me están entrando las náuseas.
-Encantado de conocerles, soy el doctor García Moreno, siéntesen, siéntesen- dijo el doctor, nos sentamos en los asientos de piel negra.
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El doctor no podía superar los cuarenta, tenía una sonrisa amigable y un poco pelos de loco.
Cuando Mark me dijo que iba a ser un hombre no sabía qué decir, es decir, prefiero que una mujer me mire ahí abajo, pero según Mark es un profesional y hará bien su trabajo da igual el sexo que posea y además es un recomendado de Anderson, así que no tengo nada más que decir.
-Bueno, ¿y me pueden decir que hace una pareja tan joven ya esperando a tener un bebé y encima sin tenerlo previsto?-dijo el médico. Mark y yo abrimos la boca de par en par- ¿Que cómo lo sé? un hombre solo acompaña a la mujer al ginecólogo o cuando está embarazada o cuando se han pegado algún herpes-dijo dándonos respuesta a nuestra alucinación- Además de que por su cara y las ganas de vomitar que está aguantando, blanco y en botella- el doctor se levantó de su asiento- Se llama ojo clínico.-dijo sonriendo.-Alexandra venga por aquí-me dijo señalándome la camilla.
