Este capítulo está sin corregir con el fin de poder publicarlo antes, si encontráis algún error ortográfico, gramatical o de puntuación no dudéis en decírmelo para así poder cambiarlo. Muchísimas gracias, espero que os guste el capítulo ☺️{MARK POV}
No puedo dormir, estoy dando vueltas en la cama y no consigo pegar ojo. Alex está profundamente dormida y no sé cómo ha conseguido conciliar el sueño, quiero decir, vamos a ser padres, de gemelos y hoy todo ha sido un cúmulo de emociones. No me esperaba para nada que Juan y Mónica se lo tomaran tan bien, pero bueno de esta forma todo es mucho mejor para nosotros.
Me levanté de la cama, estoy ya cansado de dar vueltas y no poder dormir. Miré el reloj, las cuatro y media de la madrugada.
Me dirigí hacia el salón, la habitación de Roy estaba vacía y la de Miri también, aunque lo de Miranda lo entiendo, Juan la reubicó en un nuevo apartamento donde podría estar segura, en cuanto a Roy supongo que estará con ella.
Me senté en el sofá y me quedé mirando hacia el techo sin pensar en nada en concreto.
Es que son tantas cosas las que tengo entre manos: voy a ser padre, estoy llevando a cabo la creación de un periódico propio, está el problema de la película de Paul y el efecto que pueda tener en nuestras vidas que volvamos a verle, Dylan y su investigación a James Weaver y sobre todo el tema de Miranda y la red de narcotráfico poniéndonos a todos en peligro. Uff, caray, ¿cuándo ha pasado todo esto? si es que parece que con cada respiro que tomo un problema más se me echa encima en la espalda y ya están empezando a pesar bastante.
La puerta del apartamento se abrió y entró Roy con cara de cansancio.
-¿Roy qué ha pasado?-pregunté viéndole su expresión del rostro.
-¿Nos tomamos unas cervezas y lo hablamos todo? como hacíamos en los viejos tiempos; alcohol, altas horas en la madrugada y problemas-dijo Roy dirigiéndose a la nevera y cogiendo dos botellines de cerveza.
-¿Dónde está Miranda?-pregunté viendo que la mejor amiga de mi princesa no estaba con mi hermano.
Roy sonrió tenuemente, se acercó al sofá, me tendió un botellín y se sentó al lado de mí.
Con la mano y con más maña que fuerza le quitó la chapa, lo mismo hice yo.
-Miranda está metida en un buen lío, pero tampoco me deja ayudarla, está en peligro. Quería quedarme con ella para así quedarme tranquilo pero no sé cómo hizo que se deshizo de mí y desapareció diciendo "Tengo algo que hacer", no sé dónde está y ya me cansé de buscar-dijo mi hermano dándole un sorbo a su cerveza.
-Eso de que te habías caído por la escalera y te habías roto la nariz era poco creíble, la verdad-dije apoyando la espalda en el sofá.
-Por supuesto que es mentira, estábamos intentado hacer algo porque han amenazado a Miri con algo bastante tenebroso y ella pensó en alguien que podría ayudarla pero parece ser que el hermano de Raúl no está por la labor...-suspiró Roy.
-¿El hermano de Raúl? ¿Raúl tenía un hermano? ¿Pero tal es el lío en el que está metida?¿Dónde está ahora ella?¿está bien?-pregunté preocupado.
-Mark, por favor, las preguntas de una en una que me agobias con tantas preguntas-dijo Roy acomodándose en el sofá. -Raúl tenia un hermano que también estaba metido en la red pero no quiere ayudar a Miranda-se llevó la mano a la cara- Ahora mismo no sé dónde está, como ya te he dicho se fue sin decirme más que "tengo cosas que hacer" y a saber dónde narices está.
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Los gemelos viven conmigo (#VCG2)
ספרות נוערAlexandra ya tiene 18 años; ha pasado un año y medio desde su desastrosa experiencia en Inglaterra. Tras abandonar todo su pasado y empezar de cero, ha rehecho su vida: se ha independizado, ha acabado el instituto y ha conocido a mucha gente nueva...