{MARK POV}Estaba plácidamente dormido cuando el sonido del timbre me despertó, abrí los ojos de sopetón, respiré hondo e intenté que mi corazón se relajara después del sobresalto.
Me levanté y salí de la habitación, se escuchaban los ronquidos de Roy, hay algunas cosas que no cambian nunca; caminé y me planté delante de la puerta, ¿debo abrir? quiero decir ¿y si es Juan? ¿y si se ha enterado? "Mira por la mirilla y sales de dudas idiota" pensé y eso hice.
Sonreí al ver quien era, abrí la puerta y mi princesa se me echó encima, sin decir nada ella enredó sus manos en mi pelo y me besó, le seguí el beso, posé mis manos en su trasero, luego ella se separó y me miró.
-Buenos días-le dije, me incliné para dejarle un beso en la nariz, ella sonrió y me volvió a besar, no entiendo nada, que mi princesa aparezca por la puerta, que se lance a mí y no pueda apartar las manos de mí, ¿qué pasa? no lo sé, pero tampoco me quejo.
Empezó a guiarnos hasta el sofá donde me tiró a él y ella se puso encima mía.
-No te puedes ni imaginar lo mal que lo he pasado esta noche sin ti-dijo mientras me besaba en el cuello e iba llegando a ese punto detrás de la oreja que me vuelve loco.
Suspiré, ella sonrió y me volvió a besar, se acomodó encima mía y pasó una mano por mis abdominales y la fue bajando, porque tengo que recordar que la única prenda de ropa que llevo encima son mis calzoncillos, puse ambas de mis manos en su trasero y lo estrujé fuertemente, ella se inclinó y me besó mientras su mano seguía bajando hasta colarse dentro de mi única prenda de ropa.
Escuchamos un ruido estridente que nos sobresaltó, miramos hacia la procedencia del ruido y era Roy que se había chocado, Alex paró de hacer lo que estaba haciendo, se sonrojó y escondió su rostro en mi hombro.
-No os preocupéis por mí, ya me voy-dijo Roy con voz ronca de recién levantado y la cara de sueño, mientras se metía en la cocina y salía con un vaso de leche, hasta meterse de nuevo en su habitación.
Rodé los ojos y suspiré. Le cogí el rostro a mi princesa y comencé a besarle, me reincorporé hasta sentarme en el sofá y ponerle encima mía entre mis piernas. Miré a Alex a los ojos, seguía sonrojada, sonreí y le volví a besar, comencé a bajar mis manos por su espalda hasta llegar al límite de su camiseta, metí los dedos dentro de la camiseta y tiré hacia arriba para quitársela, Roy no me va a cortar el rollo, yo esto lo tengo que acabar, aunque ni siquiera hayamos empezado.
-Mark...Mark...para se me han quitado las ganas-dijo Alex mientras yo le daba besos por la clavícula, no le hice caso y seguí-Mark-dijo mi princesa, se quitó de encima mía y se puso la camiseta.
-No te preocupes por Roy, vamos a mi cuarto si quieres- dije volviendo a cogerla, ella se negó y se deshizo de mi agarre, me pasé la mano por el pelo y suspiré.
-No Mark, ya no me apetece lo siento...-dijo, volví a suspirar, pero luego sonreí.
-Bueno al menos ha sido un buen despertar, no te esperaba aquí-dije levantándome del sofá, necesito o una ducha fría o pensar en algo horrible para que el gran Marky se baje, porque duele, me acomodé el calzoncillo, ¿he dicho ya que duele?, necesito bajarlo, hice una mueca.
-Ya, no pensaba venir, pero se me hace tan raro no despertar junto a ti-me dijo, se pasó las manos por el pelo para peinarlo, en vez de bajar esto está yendo a peor, me moví incomodo, "piensa en algo desagradable" pensé.
Alex se levantó del sofá, se acercó a mí y me abrazó, jadeé.
-Cuando tú tengas trabajo y yo empiece la universidad que es dentro de poquísimo, no vamos a tener tiempo para nosotros-me dijo, yo le miraba a los ojos y tragué saliva, se puso un poco de puntillas y me besó.
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Los gemelos viven conmigo (#VCG2)
Genç KurguAlexandra ya tiene 18 años; ha pasado un año y medio desde su desastrosa experiencia en Inglaterra. Tras abandonar todo su pasado y empezar de cero, ha rehecho su vida: se ha independizado, ha acabado el instituto y ha conocido a mucha gente nueva...