Este Capítulo se lo dedico con mucho cariño a @LujiBar muchas gracias por el apoyo y por leer.Espero que os guste este capítulo que tanto tiempo me ha llevado...(lo sé me queréis matar por tardar tanto...)
Una pequeña aclaración y aviso IMPORTANTE: Miranda es un personaje ficticio que encarna las bajas pasiones, su comportamiento no es el más adecuado, sé que queda claro, pero por favor que nadie le de por imitar la actitud de Miranda, sobre todo en este capítulo que se va un poco del camino.
Dicho esto muchas gracias y espero que lo disfrutéis.
{MIRI POV}
Andaba por la calle, tranquila pero sin pausa, me encanta la ciudad de Sevilla, es demasiado perfecta.
Llevaba la caja con el vestido dentro, tal y como lo había recibido en un primer momento para devolvérselo.
Me paré en un local, miré el nombre y me asomé a la cristalera. Parece ser que este es el restaurante. Respiré hondo, me dije que todo iba a salir bien y abrí la puerta.
Vaya... pedazo de restaurante... no solo me refiero a que es enorme, sino que es espectacular, es decir, me he quedado sin palabras, salvo para decir que seguramente es una barbaridad de caro...
-Buenas noches señorita-me dijo el maitre con una sonrisa.
-Hola, buenas noches, verá, resulta que vengo a cenar con un caballero que supongo que ya está aquí-dije, diría simplemente el nombre de Raúl, pero no me sé su apellido....
-Ah, sí, nos avisó de que usted vendría, acompáñeme que le llevo a la mesa del caballero-dijo el hombre que iba excesivamente engominado.
Lo seguí por el restaurante.
Están tocando el piano en directo para hacer más amena la velada, es precioso.
Me puse nerviosa cuando vi a Raúl sentado en una mesa. Él me miró y me sonrió, yo le miré fijamente y seria, no le voy a dejar las cosas fáciles.
-Que disfruten de la velada-dijo el maitre y se fue.
Tragué saliva, me estaba poniendo más nerviosa de lo que quería ponerme. Necesito tranquilizarme, pero es que tenerlo delante... mi cerebro está trabajando super rápido pensando en todas las preguntas que le quiero hacer...
Me senté en la silla, cogí la servilleta de tela y me la puse en el regazo.
-No pensé que vendrías-me dijo una vez que estaba sentada. Le miré a los ojos.
-Toma, esto es tuyo-le dije dándole la caja.
-Es para ti-me dijo. Me aclaré la voz.
-He dicho que esto es tuyo-dije seria, él cogió la caja y la dejó en su lado de la mesa.
-Te hubiera quedado estupendamente-me dijo.
-Y así era, pero no puedo aceptarlo-dije y cogí la carta del restaurante para quitarle peso al asunto.
-Aunque no lleves el vestido estás muy guapa-dijo inclinándose un poco hacia adelante como si quisiera estar más cerca de mí.
-Yo siempre estoy guapa-dije pasando una hoja de la carta. Pude escuchar su risa.
-Buenas noches caballero y señorita, voy a ser vuestro camarero-dijo una voz conocida, levanté mi vista de la carta y me encontré con Mark.
-¿Miranda?-me dijo.-Vaya no te había reconocido, qué guapa-me dijo Mark con una sonrisa y poniéndome la mano en el hombro, inmediatamente sabía que Raúl se había tensado-¿Quién es tu acompañante?-preguntó mirando a Raúl con una sonrisa.
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Los gemelos viven conmigo (#VCG2)
Teen FictionAlexandra ya tiene 18 años; ha pasado un año y medio desde su desastrosa experiencia en Inglaterra. Tras abandonar todo su pasado y empezar de cero, ha rehecho su vida: se ha independizado, ha acabado el instituto y ha conocido a mucha gente nueva...