Dos años más tarde
{ALEX POV}
–Agua, mamá–me decía Olivier, miré a mi hijo que lo tenía en los brazos. Mark me pasó la botella de agua y le di de beber.
Miré a Mark que sostenía a Romeo y cómo éste estaba dormido con la cabeza apoyada en su hombro y el dedo pulgar en la boca.
Si vierais lo mayores y guapos que están mis dos hijos. Han pasado dos años, ya hablan medianamente bien y hacen mucha gracia porque parecen adultos versión mini, van andando por la casa correteando...
Entre ellos se llevan bien dependiendo del día, unos días son inseparables al otro no se pueden ni ver, se pone uno celoso del otro, o le quita los juguetes... en fin, un infierno, al menos cuando están en ese modo de niños pesados se encarga Mark de arreglarlo.
Llevamos aquí esperando desde temprano porque queremos coger buen sitio. ¿No sabéis dónde estamos? Estamos apunto de ver a Roy correr su primera maratón, ósea ser, estamos a punto de ver a Roy cumplir su sueño.
Estamos aquí detrás de las vallas que delimitan un tramo del recorrido y al igual que nosotros, esta zona se está llenando de aficionados de los corredores que quieren verlos llevar a cabo esta difícil tarea.
Supongo que os estareis preguntando como es que Roy se decidió por lanzarse en este reto, pues dejad que os explique; desde que mis hijos nacieron, Roy comenzó a ponerse metas; nos veía a Mark y a mí asentar cabeza, siendo responsables cuidando de nuestros hijos: yo compaginado los estudios con criar a mis hijos, y Mark lo mismo pero con el trabajo. Roy entonces quiso empezar de cero, renovarse como persona y llevar a cabo todo eso que le pudiera proporcionar felicidad, y esto era una de esas cosas. Dos años lleva preparándose, le ha llevado mucho tiempo porque al principio le costó bastante coger el hábito de correr y luego le costó coger el hábito de aguantar lo suficiente para una maratón.
Y aquí estamos, esperando a ver como se hace realidad su sueño.
Todos hemos cambiado mucho, la vida en sí ha cambiado y nos ha exigido renovarnos para poder sobrevivir. Me queda apenas un año y unos meses para acabar mis estudios y ese recorrido no ha sido nada fácil, imaginaros tener que estudiar con dos torbellinos llenos de energía dando vueltas por la casa... no sé qué hubiera hecho sin Mark, de verdad ha sido mi salvavidas en época de exámenes.
Mark es todo un hombre de negocios considerado ya a nivel internacional, estamos pensando en que cuando acabe mis estudios, abrir juntos una editorial. Sí una editorial, nos parecía una idea genial puesto que sería una forma de cumplir muchos sueños, sueños de todos esos escritores y escritoras que solo quieren compartir sus obras con el resto del mundo y nosotros queremos ayudar. El plan es que yo me encargue yo de todo lo relativo a las finanzas, ya que eso es lo que estudio y Mark de conocer a los autores y fichar los libros a publicar, todo esto a la vez que el periódico sigue su rumbo.
De hecho el periódico ha conseguido despegar tanto que Mark ha conseguido hacerlo independiente de mi padre, nos pertenece a Mark, Roy y a mí, ya mi padre no tiene nada que ver.
Además, gracias al duro trabajo de los gemelos en el periódico y a los beneficios que ha dado, tenemos muy buen nivel de vida.
Mark y yo nos mudamos, ya no vivimos en Sevilla, nos mudamos a la ciudad en la que nací, la capital, Madrid, a una casa amplia de las afueras donde los niños pudieran jugar a gusto en un jardín y tener nosotros todas las comodidades cubiertas, me siento tan afortunada...
Roy se mudó a piso cerca de nosotros. Su piso de soltero, como lo llama él, es pequeño pero está muy bien situado, muy cerca del centro y ahora dice que le encanta vivir solo, que se siente totalmente libre, imaginároslo en el centro de Madrid con todas las cosas locas que hay para hacer.
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Los gemelos viven conmigo (#VCG2)
Teen FictionAlexandra ya tiene 18 años; ha pasado un año y medio desde su desastrosa experiencia en Inglaterra. Tras abandonar todo su pasado y empezar de cero, ha rehecho su vida: se ha independizado, ha acabado el instituto y ha conocido a mucha gente nueva...