La Solución está en tu Corazón - Finalizada -

Capítulo 1

NOTA DE LA AUTORA:

Mi novela esta basada con los personajes de la historia de Twilight.

De la escritora: Stephanie Meyer.

Solo la historia me pertenece a mí.

La siguiente historia tiene fuerte contenido erótico, vocabulario fuerte y detalladas escenas de abusos. Se recomienda leer bajo su consideración.

Gracias.

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La madre y la tía de Victoria habían preparado un platón de mármol blanco y le habían incorporado algo parecido al agua.

- Por el poder que me otorgan las sombras oscuras maldigo de infelicidad a la última criatura que habite el vientre de Renée Swan – dijo la madre de Victoria volcando algo en ese líquido.

- Por el poder que me otorgan las sombras oscuras maldigo de infelicidad a la última criatura que habite el vientre de Esme Cullen – dijo la tía tirando algo en ese líquido.

Luego comenzó a salir un humor rojo fuego, luego se torno rosa y después blanco como la nieve.

-Listo- dijeron a la vez. Y se fueron del cuarto.

Cuando Victoria nació se la educo entre venganzas, formas de estudiar y observar a la gente, cuando cumplió sus 15 años se le da su objetivo. Su destino.

Dos años después.

- Tu mi querida y adorable Victoria. Serás quien llene nuestros corazones de glorias, nuestras almas se regocijarán al ver el sufrimiento de ellos.- dijo mi madre, mientras me ayudaba a preparar mis cosas para el viaje.

-Es hora, debes ir a Forks. Y hacer lo que se te a sido concedido.- dijo mi madre. Me despedí de mi tía y de mi madre sin decir una palabra, tomé mi bolso, las llaves del auto y emprendí el viaje hacia Forks. Mi tarea comenzaba ahí, en el último año de la secundaria.

Crecí con el odio hacia Renée y Esme, ellas habían sido las responsables de que mi madre y mi tía no estuviera con los hombres que amaban. Mi tarea era separar a los últimos hijos de éstas; las sombras les habían dicho que ellos serían los encargados de unir ambos apellidos. Y mi papel era evitarlo de cómo de lugar. Mi objetivo era la hija menor de Renée, la débil.

El viaje no fue muy largo a pesar de que la distancia era considerable. Me habían aceptado sin ningún problema como también había conseguido un pequeño departamento cerca del Instituto. Todo había salido como se había planeado. No había hilo sin puntadas. Nadie sospechaba de mí ni de nadie más.

Llegué quince minutos antes de que comenzara la primera clase del último año. Baje del auto y me dirigí a la oficina estudiantil a retirar mi horario, hasta el detalle de compartir sus horas habíamos calculado. Todo coincidía, pero jamás nadie pensó que eso sería malo. Nadie pensaba que su destino negro estaba firmado. Su felicidad pronto acabaría.

Entre al salón y me senté en el fondo, la vi entrar acompañada de una de sus amigas. Ella solo compartían las dos primeras materias, el resto de las horas estaba sola.

Cuando llego la hora del almuerzo vi que todos se reunían en una mesa cerca de un ventanal. Por lo que pude visualizar a las ya creadas parejas. Las sombras tenían razón, ellos unirían los apellidos. Los dos últimos hijos de cada una de esas mujeres que tanto daño les habían hecho a mi madre y a mi tía.

La observé por dos semanas. Y ya me sabía todos sus movimientos, sus gestos. Me habían enseñado a estudiar a la gente de manera discreta y disimulada. –te tengo- pensé.