Capítulo 21

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Hacía once meses que Bella se había ido de nuestras vidas, ya no existirían llamadas o visitas; ya no sentiría ese malestar que tanto daño le hacia cuando estaba junto a mi.

Tanto mis padres como los de ella tratamos de entender porque tanta maldad hacia nosotros, porque esa dichosa maldición se empeño con ella, con nuestro amor.

Pero las respuestas jamás llegaron, solo supimos que teníamos que seguir adelante como le hubiera gustado a ella. Todos retomamos nuestras vidas y rutinas de a poco.

Yo vivía en el departamento que teníamos juntos, sus cosas dormían en el altillo en aquél rincón que solo lo iluminaba el sol.

De a poco regule las consultas y las guardias, todo era normal, todo era ausencia...

Una mañana me encontraba en el aquel bar donde Bella me había citado cuando había terminado con su psicólogo, aquel bar donde una anciana se nos había acercado y nos había dicho lo de la maldición, maldición que ella creyó sin dudar y que yo pensé que era una idea absurda... suspire ante el recuerdo, le di un sorbo a mi café y perdí mi vista en aquél paisaje que no podía ver...

-No se preocupe mi niño... cuando el sol apague su luz sobre ella... es cuando ella volverá a ti... -dijo una voz. Mire hacía donde la había oído pero no había nadie. Esa voz era la de la anciana de tiempo atrás. Como aquella vez, se fue como había llegado, en un suspiro.

Sus palabras se me grabaron en la mente, inconscientemente me encontré analizando cada una de sus palabras, buscando su significado.

Cuando llegue al departamento mi corazón comenzó a latir con fuerza... no entendía que ocurría, solo me deje llevar por los impulsos. Terminé en la entrada del altillo, abrí y subí... busque con la mirada algo que no sabía que era y de pronto escuche su voz "cuando el sol apague su luz sobre ella" y mis ojos fueron directo a ese rincón.

Era el único lugar que el sol iluminaba, el único rincón en donde Bella estaba. Sentí explotar a mi corazón... "es cuando ella volverá a ti" dijo esa voz. Sentir esa voz fue como sentir a esa mujer pegada a mi oído.

Salí, cerré y baje de ese lugar. Me fue al cuarto y me tire sobre la cama, si lo que me había dicho era verdad, significaba que Bella estaba viva, pero dónde... pero también podía ser una broma de una anciana loca al ver a un joven desesperado en la ausencia.

Suspiré, me dolía la cabeza de tanto pensar y analizar. Me obligue a tomarme las cosas con calma. Y seguir adelante. Si volvía no quería que me viera en un estado deplorable, pero si no lo hacía no quería caer en esa depresión que tanto me costo evitar.

Seguir era lo único que podía hacer y esperar... como siempre lo había hecho. Como siempre la esperé, mi amor, nuestro amor nos volvería a unir... si todo era verdad.

Morfeo me abrazó con ese pensamiento vivo en mi mente y tuve mi primer sueño tranquilo, pude descansar como hacía mucho que no lo hacía.

El sonido de mi teléfono me saco ese descanso...

-Hola –dije con la voz pastosa producto de mi sueño.

-Hola tío –dijo mi pequeña y hermosa sobrina

-Hola María, cómo esta la niña más linda del mundo

-Bien. Te quiero tío

-Y yo a ti princesita –y la escuche tirarme un beso, me hacia sonreír hasta en los días mas grises

-te paso con mamá, chau tío –me dijo entre bufidos y yo solo sonreí

-Hola Ed –dijo Alice

-Hola Alice, qué ocurre –le pregunte con mas normalidad

-Quería recordarte que en unos días es el cumpleaños de María y... -silencio fue lo que hubo entre los dos, ambos sabíamos que significaban esas fechas, cumpleaños y aniversario, fechas alegres y fecha dolorosa.

-Si Ali, como olvidarlo, no te preocupes ahí voy estar

-Gracias Ed... entonces nos vemos en unos días. Adiós

-Adiós Alice –y colgamos.

Me había tomando mis dos semanas de vacaciones, venían fechas difíciles y no quería estar en el Hospital para esa fecha...

La fiesta de cumpleaños número 4 de María fue tranquila, el patio de la casa de Jas se convirtió en un pequeño salón, lleno de nenes y nenas de la misma edad mientras que la pequeña Charlotte jugaba en el living o comía en brazos de Rose y dormía en brazos de Emmett o jugaba conmigo. Era una niña adorable y muy dulce.

Cuando Charlotte cumplió los 3 años hubo alegría y emoción. Tanto Charlie como Renée estaban contentos por su nieta, pero la tristeza en sus ojos jamás los dejó. Todos tratamos de estar lo mejor posible a pesar del dolor. Las niñas eran nuestro motor para las sonrisas, verlas crecer, sanas, fuertes y felices era un motivo para seguir adelante.

Yo había decidido no contarles las palabras de la anciana, para que dar les esperanza a algo que no sabíamos si iba a pasar. Teníamos que continuar...

Cuando se cumplió un año, todos nos reunimos en Forks. Y lo mismo hicimos para su cumpleaños número 31. Sabíamos que no volvería pero era una manera de sentirla cerca de nosotros.

Bella vivía en nuestros corazones y lo haría siempre. Como la esperaría siempre.


La Solución está en tu Corazón - Finalizada -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora