Estaba muy nerviosa por volver a ver a Rose. No sabía como reaccionaría y la verdad eso me aterraba. Paul había estado como yo cuando todo volvió a mi memoria, más de una vez me dijo que se había sorprendido de cómo reaccione. Pero no había sido malo, sino todo lo contrario, se había portado bien conmigo, me había cuidado y a pesar de que no lo amé a él no le importaba.
Lo veía jugar con nuestra pequeña en el patio de la casa, en el living o en el cuarto y no pude evitar pensar que pasará cuando yo regrese con ellos. Este no era mi lugar. Pero era el lugar de Paul, debíamos encontrar una solución que tenga beneficios para todos y por sobre todo que no lastime a Rachel.
-Paul podemos hablar –después de haber hecho dormir a Rachel
-Claro, ocurre algo, necesitas algo –me pregunto
-No, estoy bien. Es sobre que vamos hacer cuando yo regrese a Forks. Sabes que volveré y me quedaré ahí...
-Si lo se, siempre lo supe... siempre supe que al final te perdería haga lo que haga y por más que me duela esta bien... solo quiero pedirte que no me alejes de Rachel
-Claro que no te alejaré, sos su padre... por eso quiero proponerte que vengas a vivir a Forks, estarás cerca de ella y la verás siempre que quieras. Hay muchos talleres ahí.
-Lo dices en serio, vivir ahí cerca de ustedes –pregunto curioso
-Claro, Paul fuiste y sos muy bueno conmigo. A pesar de las circunstancias en las que nos encontramos m has cuidado y has hecho lo que has podido por hacerme feliz y eso lo recuerdo, no me he olvidado. Que no este a tu lado no significa que no seas parte de la vida de Rachel. Ella es tu hija y eso nada ni nadie lo cambiará –le dije mientras tomaba su mano.
-Gracias Isa, perdón Isabella –me miro como pidiendo permiso para abrazarme.
-De nada, y puedes seguir diciendo Isa...no te preocupes –y lo abrace.
Así era Paul, un hombre que siempre me respeto y que incluso ahora se media o preguntaba las cosas antes de hacerlas, primero estaba mi comodidad, luego sus deseos.
El regreso Forks fue tranquilo, estaba muy ansiosa y nerviosa. Habíamos llegado con un día de anticipación, y nos instalamos en un hotel que estaba fuera del pueblo. Paul hizo el trámite del ingreso mientras yo me quede en el auto cuidado a mi hija. No quería que nadie me viera antes que Rose.
Con la llave en mano Paul manejo hasta la habitación, no acomodamos y descansamos. Poco antes de las 15hs fuimos al ver en donde me vería con Rose, Paul y Rachel estaban sentados en una mesa no muy lejos de donde yo estaba... mis piernas no paraban de temblar, miraba para todos lados... poco antes de la hora indicada, respire profundo, mire a Rachel y a Paul y me relaje cuanto pude...
La puerta se abrió... y ahí estaba Rose, con su melena rubia, un traje celeste y su chalina blanca... hermosa como siempre. Cuando nuestros ojos se encontraron fue... impactante y emocionante, las lágrimas se me salían sin permiso, el corazón me latía con fuerza... nos abrazamos con fuerza, como si se nos fuera la vida.
-Bella... ¡OH, por dios! estas... no lo puedo creer...pero donde has estado –me dijo luego de soltarme y abrazarme otra vez
-Rose, como te he extrañado... mamá y papá, están... -se me hizo un nudo en la garganta con el simple hecho de pensar que ya nos volvería a ver
-No, no...ellos están vivos, tristes pero bien... pero cuéntame que te ha pasado –dijo mientras nos sentábamos.
Le conté sobre la maldición, de la manera en que se rompió. Y le conté sobre Paul, que por mas que me había llevado lejos de ellos, me dio la posibilidad de seguir con vida, diferente si me hubiera quedado con esa mujer. Rose suspiraba, ahogaba un grito y e miraba sin poder creerlo.
-Rose quiero pedirte que no digas nada a nadie, quiero que me vean de a poco. Vos reaccionaste bien, pero temo que otros no lo hagan así... también quiero que me ayudes con papá y mamá cuando creas que es el momento iremos juntas, te parece bien- le pregunte a mi hermosa hermana, no podía salir del asombro de tenerla ahí conmigo...
-Claro Bella. No diré nada a nadie. Y por lo de mamá y papá no te preocupes yo te ayudaré. –me dijo acariciando mi mano- OH, Bella te has perdido tantas cosas. A ver por donde empiezo...-suspiro y sonrío- Te acuerdas que me case con Emmett ¿no? –sonreí y asentí, se venía el mini relato de mis años perdidos- De acuerdo, tuvimos una niña se llama Charlotte y tiene 7 años. –y saco una foto de su billetera, era hermosa pelo negro como el padre y los ojos de Rose
-Rose es hermosa, no puedo creer que ya tenga 7 años... cuantas cosas me he perdido- dije entre lágrimas.
-No te pongas mal Bella, no fue tu culpa... Alice y Jasper se habían casado, te acuerdas
-Si e acuerdo de ellos también- dije volviendo a la realidad
-Bien, ellos tienen a Maria de 8 años y a Peter de tan solo un año- dijo sonriendo
-No lo puedo creer... cuantos niños...
-Si eso no lo puedes creer pues lo que sigue menos-la mire tratando de saber a que iba eso- Peter cumple 3 meses exactos antes que Maria, Maria cumple dos días antes que Charlotte y Charlotte cumple una semana antes que vos –y ambas reímos por la coordinación de fechas
-Rose quiero presentarte a alguien –gire mi rostro hacia Paul y le pedí que se acercara. Paul se levanto y cargo en sus brazos a Rachel y vinieron hasta nuestra mesa –Rose ella es mi...nuestra hija Rachel y tiene 3 años, nació dos días después de mi cumpleaños- dije con una sonrisa. Rose miraba a Paul y a Rachel sin poder creer lo que veía.
-Hola Rachel, me llamo Rose –le dijo a mi pequeña con una sonrisa. Rachel se aferraba al cuello Paul mientras él le decía que no tenía porque tener miedo.
-Rachel, ella es tu tía Rose. Es mi hermana princesita- le dije acariciando su mejilla
-Mami...-luego miro a Rose- hola tía Rose, sos la emana de mi mami- le pregunto con su hermosa vocecita
-Si pequeña, lo soy –luego miro a Paul –Un placer, Paul- y se dieron las manos- gracias por lo que has hecho por mi hermana
-Un placer conocerla Rose. No tiene nada que agradecerme, todo lo que hice fue para ella pudiera tener este momento y pudiera ser feliz- dijo sonriendo tímidamente.
Luego de decirle donde nos estamos quedando y de comentarle nuestros planes, se fue.
Tratábamos de juntarnos en ese bar o venía hasta el Hotel con juguetes o ropa nueva para Rachel. No quería que me vieran más de lo que ya me habían visto. Rose me decía que ella les había comenzado hablar de mi de a poco para ver como estaban o como reaccionaban.
Una tarde mientras Paul se había ido a recorrer talleres y buscar una casa, Rose y yo jugábamos con Rachel en el cuarto del hotel.
-Rose...no me has dicho nada de él –le dije en vos baja y con la mirada baja.
-No te ha olvidado, desde que te fuiste, no ha estado con nadie, solo alguna que otra cita...-dijo levantándome la cara– te ama.- y mis ojos se llenaron de lágrimas.
-Si mami, papi te ama como yo - y me abrazo. Y con Rose reímos por sus palabras.
-La próxima semana se lo diremos a papá y a mamá –me dijo de pronto Rose. Rachel me miro sin entender
-No te preocupes princesita, pronto conocerás a tu abuelo y abuela, mis padres- le dije llenándola de besos y Rose haciéndole cosquillas.
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La Solución está en tu Corazón - Finalizada -
FanfictionPrólogo. Forks era un hermoso pueblo, a pesar de que el sol a penas se animaba a regalar sus rayos, los días grises y sus nubes cargadas no le quitaban lo bello que era vivir ahí. Cuando las nubes daban paso al sol su belleza resplandecía, un pueblo...