Habíamos terminado el primer año de la mejor manera, con las mejores notas y los mejores promedios. Vicky había ido a pasar las fiestas y las vacaciones con la familia de Dimitri. La veía tan feliz que no me opuse a su deseo. Nos volveríamos a ver un mes antes del comienzo de las clases. Por lo que le desee lo mejor.
James y yo elegimos ir a su casa de la playa a pasar las vacaciones y para las fiestas iríamos a lo de sus padres. Ambos necesitábamos relajarnos después del primer año.
La casa tenía una hermosa vista al mar, estaba llena de luz, era cálida y muy hermosa.
-Bella quiero que te sientas cómoda, si necesitas algo se lo puedes pedir a Heidi, la ama de llaves.- me dijo con esa sonrisa que tanto me gustaba.
-Gracias- le dije con mis mejillas algo rojas.
-ven te mostrare la casa- me dijo tomando la mano y sentí el entusiasmo en su voz.
La cocina era enorme, tenía una isla de mármol blanco en el medio y en el otro extremo una larga mesa negra con un florero lleno de hermosas flores.
El living era un encanto, alrededor de la chimenea había un juego de sillones en color crema con una pequeña mesa negra en el centro. Había un piano de cola en una esquina frente a un enorme ventanal que daba al mar. Cada sector que me mostraba, mas maravillada quedaba. Esa casa era un sueño. Nuestra habitación también tenía vista al mar, una vista hermosa. La cama era blanca y estaba en el centro de la habitación, en cada lado había unas pequeñas mesas de noche, cada uno tenía un enorme closet.
-¿Te gusta?- me pregunto después de ver mi cara de asombro. Más veía, menos palabras me salían. Solo sonreí. –creo que eso es un sí, por lo que me alegro- me dijo con una sonrisa y me dio un pequeño beso.
Me fue difícil acostumbrarme los primeros días. James prefería levantarse temprano y poder aprovechar las horas del día. Íbamos a la playa, a veces mirábamos alguna película en la casa. Eran muchos lujos, algo a lo que no estaba acostumbrada, y obviamente no encajaba. Y los problemas comenzaron a salir cuando se acerco la fecha de conocer a sus padres. Estaba muy preocupado, lo podía ver en sus ojos. Pero él no me decía nada. La mañana de Nochevieja me entrego una caja rectangular.
-Bella te lo compre para esta noche, quiero que lo uses. Y también compre algunas prendas más para que uses mientras nos quedemos en lo de mis padres.- me dijo serio.
-Pero James, yo ya tengo ropa, no debiste ponerte en gasto por mi- dije sonriendo.
-Bella mi padre es muy observador. Quiero que seas parte de mi vida, y para eso debes demostrarle que sos digna de tenerme a tu lado- me dijo sosteniendo mis manos.
-De acuerdo- le dije. Abrí la caja y saque un vestido negro sin mangas y de cuello alto, algo que no iba muy bien conmigo. Lo mire agradecida- James te agradezco, pero no creo que me quede bien algo así.- le dije con una mueca. Y de pronto sentí como mi mejilla ardía en fuego, fue la primera vez que James me pegaba.
-Maldición Bella, no lo entiendes, si mi padre no te aprueba no podremos estar juntos.- me dijo levantándome de la cama donde había caído después de la bofetada. Con los ojos brillosos asentí. Que había pasado con el James que había conocido, donde estaba.
Me probé ese vestido y cada uno de los otros que me había traído. Después del almuerzo emprendimos el viaje a la casa del padre. Estaba tan nerviosa que no me di cuenta de cuando llegamos.
James me tomo la mano y me dirigió hacia el jardín donde estaba su familia.
-Padre, ella es Isabella- le dijo a un hombre de cabellos rubios. Este se acerco a mi y me observo detenidamente –Isabella, el es mi padre Caius.- y yo asentí. Tal como me había dicho James que hiciera.
-Es un placer conocerte Isabella- me dijo tendiendo la mano. Yo la tomé y asentí.
James me había dicho que no le hablara a menos que él me preguntara algo. Sentía pánico, miedo entre esas personas, por lo que trate de hacer todo cuanto James me había dicho.
La velada paso lo más tranquila posible. James estaba relajado. Me había presentado a su tío Aro y Marcus y a sus primos, Alec, Jane y Jessica. Eran muy callados y no hablaban a menos que le preguntaran algo. Solo el padre de James y sus tíos eran los que mantuvieron un dialogo durante la cena. Luego del postre, ellos se disculparon y se levantaron de la mesa. Minutos más tarde sus primos y nosotros nos dirigimos cada uno a su cuarto. No quise averiguar ni preguntar nada. Solo me quite el vestido y me acosté.
-Gracias, Bella. Disculpa mis nervios, pero es difícil lograr que a mi padre le agrade alguien. Y tú le has caído de maravilla y nos ha invitado a desayunar al jardín con él.- me dijo emocionado. Lo abrace y le sonreí.
-No me des de las gracias. Sé que significa mucho para ti. Y te quiero- le dije con un beso en sus labios. –Me iré a duchar así luego bajamos- le dije con una sonrisa.
El desayuno no fue muy comunicativo. Solo algunas preguntas fáciles de responder.
La semana pasó rápido sin hacer muchas cosas, solo me cambiaba de ropa para las comidas. Eso me agotaba, pero James era feliz. Así que el esfuerzo valía la pena.
La noche de fin de año no fue muy diferente a la de Nochevieja. Todos estaban elegantes, trajes, esmoquin; Jane lucía un vestido azul acampanado, mientras que Jessica tenía un vestido rojo oscuro ajustado a su cuerpo y yo, un vestido negro largo hasta el piso.
Se hablo un poco más, pero con el protocolo de siempre. Ya no me sentía yo misma, esa no era yo. No era mi mundo. Pero sabía que no podía retirarme hasta que los dueños de la casa se levantaran, era una vida y unas reglas que me costaba mucho control poder cumplirlas.
Cuando regresamos a la casa de la playa, me sentí aliviada, más tranquila.
-no entiendo como puedes vivir con tantas reglas bajo ese techo- pensé en voz alta.
-es mi familia, son así y los acepto. Y si quieres ser parte de mi vida, tendrás que aprender aceparlas- me dijo con enojo y desaprobación de su voz.
-no quise herirte- le dije rodeando su rostro con mis manos. Y lo besé.
A partir de ese día comenzamos a tener diferencias, él quería aprovechar los días y yo quería descansar, ante esas diferencias y enfrentamientos, comenzaron las agresiones. Golpes, bofetadas, abusos, amenazas... todo lo cálido y hermoso que había visto los primeros días cuando llegue, se volvieron una pesadilla.
Cada mañana Heidi, mi encontraba con un moretón nuevo. Hasta fue testigo de una fuerte discusión entre James y yo. Sabía que no podía seguir así, pero me daba miedo dejarlo, sabía que en algún rincón estaba el James que yo conocía.
Los días pasaron rápido, para mi suerte. Él se había calmado y los hematomas se habían ido. Teníamos que volver, en un mes comenzaban las clases por lo que me sentía emocionada de saber que me encontraría con Vicky y que podría pasar noches más tranquilas.
El viaje fue silencioso, James me había pedido disculpas por su trato diciendo que eran por los nervios que tuvo por la presentación ante su padre. Pero yo me limite a mirarlo y a no decirle nada. Era consciente de que tenía que salir de ahí, pero no sabía como.
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La Solución está en tu Corazón - Finalizada -
FanficPrólogo. Forks era un hermoso pueblo, a pesar de que el sol a penas se animaba a regalar sus rayos, los días grises y sus nubes cargadas no le quitaban lo bello que era vivir ahí. Cuando las nubes daban paso al sol su belleza resplandecía, un pueblo...