Froze se sentó sobre la verde hierba salpicada de bellas flores y aspiró el aroma de éstas mientras admiraba el hermoso cielo azul, poblado de pequeñas y blancas nubes.
—Hoy el día está fantástico —le sorprendió una voz conocida por detrás—. ¿No lo crees, Froze?
Froze se giró. Primero vio un vestido blanco, un pelo negro recogido con una diadema de piedras con forma de rombo blancas, unos ojos grises y una sonrisa tranquila sobre una clara piel.
—S-señorita Etihw... —tartamudeó Froze al reconocer a Dios.
—Oh, no, quédate ahí —dijo ésta última, al ver que el ángel había empezado a levantarse—. No pretendía molestarte.
La chica obedeció y se quedó sentada, abrazándose las piernas.
—No, si usted jamás molesta... Es que yo, casi que ya me iba...
Etihw se sentó con delicadeza junto a Froze, y ensanchó su sonrisa.
—Froze, no intentes mentirle a Dios. Sé muy bien lo que haces aquí, y no pensabas irte en un buen rato... ¿No?
—B-bueno... Puede ser que quisiera estar un rato más pero... A lo mejor usted quería estar sola y...
—Oh, vamos. ¿Para qué estar sola, si puedo estar con una buena amiga?
El ángel rubio dibujó una pequeña y tímida sonrisa en su rostro, intentado parecer natural. Aunque la borró enseguida al notar lo ridícula que se veía.
—Hum... —murmuró Etihw— Oye, Froze, nunca antes te había visto sonreír. Siempre pareces seria o enojada, ¿o puede ser puede que las hormonas afectan a unos adolescentes de una manera diferente a la de otros?
—¡N-no! —exclamó Froze, ruborizándose hasta las orejas- Yo, ejem... A mí no me gusta demasiado lo de sonreír. Pero... Yosaf y yo hicimos la promesa de... de sonreír todos los días, para que cada vez me resultara menos vergonzoso... Pero, ¿no deberías saberlo ya? Eres... Dios.
Etihw apoyó la cabeza sobre su mano y la movió negativamente.
—Yosafire y tú sois muy buenas amigas, ¿eh?
—Em, sí, supongo. Aunque ella es realmente molesta a veces...
Sin previo aviso, Dios se echó a reír.
—Vaya, vaya —dijo entre risitas—. Y yo paso el día entero molestando a Kcalb, ¡y ya ves lo bien que nos llevamos!
—Bueno, este... —Froze observó a Etihw unos instantes. Entonces, volvió a sonreír y se levantó— Sí, tiene razón señorita Etihw. No me imagino... cómo sería mi vida si Yosaf no estuviera todo el día haciendo el tonto detrás de mí... ¡Gracias! —Y sin decir nada más, dio media vuelta y salió corriendo al Pueblo Gris.
ESTÁS LEYENDO
Killer Sunlight
FanfictionHabía una vez... Existía cierto mundo. Tenía dos grupos, que llevaron destrucción uno a otro, en una horrible guerra que causó miles de pérdidas... Miles de muertes. ¿Por qué se destruían? ¿...Por qué... mataban? La razón ha de estar perdida, olvida...