Gris cayó rendida al suelo, jadeando y con manchas de sangre por toda su ropa. Kcalb tan sólo se sentó para calmar su respiración.
—Jamás pensé que serían tantos... —afirmó Froze, cruzada de brazos— Al menos, ha sido fácil deshacernos de ellos...
—¿¡Fácil!? —exclamó entre jadeos Gris. Desde el suelo, señaló al ángel— ¡Lo dices porque tú no has tenido que luchas contra cien malditos murciélagos completamente sola!
—Yo he ayudado. —Kcalb levantó la mano.
Gris simplemente pasó de él y cerró los ojos, agotada.
—Por lo menos, hemos acabado con todos...
Yosafire se tiró desprevenidamente encima de Gris, haciéndola gritar de sorpresa e irritación y abrir los ojos de par en par.
—¡¡Ha sido in-cre-íbleee!! —exclamó entre carcajadas— ¡¡Enséñame, Grisita!!
Gris se levantó velozmente, haciendo que la peli-verde cayera al suelo. Con movimientos ágiles y rápidos, sacó su guadaña y con ésta apuntó a Yosafire, con un brillo espeluzanante saliendo se sus ojos.
—¡Ahora mismo te lo enseño!
Leila giró su cabeza, depositando su mirada sobre un hermoso castillo resplandeciente que se alzaba en una especie de montaña en la lejanía. Aunque se encontraba a tan sólo unos minutos de caminata, sintió que en verdad estaba muy lejos... Y además, le llegó la sensación de que ir hasta allí sólo les traería problemas, y no unos simple como en los que solía meterse Yosafire cuando se burlaba de Gris, sino más bien... uno realmente grave, uno que les podría causar mucho dolor...
Los gritos de Gris y de Yosafire la sacaron de sus pensamientos.
—¡Ya verás cuándo te coja! —decía esta primera mientras perseguía a la peli-verde por todas partes.
—¡¡Lo sientooooooooo!! —lloriqueaba Yosafire.
***
Etihw abrió por tercera vez los ojos, sólo que ahora no se encontraba tumbada completamente, sino sentada en el suelo de la habitación anterior con las espalda apoyada en la pared. No era capaz de ver nada, pues unos puntos negros le nublaban la vista. Notaba un dolor aún peor que el que había sentido al despertar por primera vez por todo el cuerpo, aunque sobre todo en los dos hombros.
Tras unos instantes, logró hacer desaparecer esos puntos en su vista, consiguiendo ver así un par de piernas frente a ella. Levantó lentamente la cabeza, encontrándose con el resto de Igls, que la miraba con el ceño fruncido. Una de las manos la tenía en la cadera, y con la otra sujetaba el tridente de luz con el que la había atacado anteriormente.
—¡Por fin despiertas! —gruñó. Entonces pasó todo el peso de su cuerpo a una pierna— Me estaba aburriendo ya, ¿sabes?
Etihw comenzó a llorar nuevamente, vencida por el dolor.
—¿Por qué no me has matado ya? —preguntó. Realmente le habría gustado acabar de una vez con su sufrimiento, aunque tuviera que dejar solas a las personas a las que amaba.
—Porque mientras duermes, no tienes el mismo poder que cuando estás despierta.
A Etihw se le escapó un gimoteo. A duras penas, se encogió y se abrazó las piernas, hundiendo el rostro en ellas. Cerró los ojos.
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Killer Sunlight
Fiksi PenggemarHabía una vez... Existía cierto mundo. Tenía dos grupos, que llevaron destrucción uno a otro, en una horrible guerra que causó miles de pérdidas... Miles de muertes. ¿Por qué se destruían? ¿...Por qué... mataban? La razón ha de estar perdida, olvida...