Epílogo

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Etihw dejó con vida a Igls, pero al contrario de Ivlis, no la dejó escapar, sino que fue llevada a prisión por asesinar a una chica y casi a Dios. Desde ese día, han pasado ya seis años. y muchas cosas han cambiado desde ese entonces...



-¡Vuelve aquí, malditaaaa! 

    Una chica de pelo verde y gafas rojas perseguía a otra mucho más pequeña, de cabello gris. Llevaba puesto un vestido blanco y una rebeca negra, y recogía su pelo en un lazo del mismo color.

    Se giró a la peli-verde y le sacó la lengua.

    -¡Atrápame si pueeeedeees! -rió.

    La otra gritó, furiosa.

    -¡SIIIIIIIIIRG! -exclamó una voz entre los árboles.

    La pequeña frenó en seco al escuchar su nombre, seguida de la otra chica. Clavó su mirada en la persona que la había llamado: era una mujer de pelo castaño recogido en una larga coleta, de ojos verdes y que llevaba puesto un abrigo largo negro sobre sus ropas grises.

    -¡Gris! -gritó la peli-verde al ver a su amiga- ¡Menos mal que has llegado! ¡Pensé que la chica me iba a matar de tanto correr!

    Gris suspiró y se acercó a las otras dos. Se agachó ante Sirg y le puso una mano sobre el pelo, sonriendo levemente.

    -¿Cuántas veces te he dicho que no molestes a Yosaf? -le dijo.

    La niña se encogió de hombros.

    -Es que estoy muy aburrida... Muuuuuyyyy aburrida... -Se cruzó de hombros y clavó sus ojos grises en los verdes de Gris- ¿Cuándo vamos a empezar la fiesta? ¡Quiero comer ya pastel!

    Gris sonrió más y se sonrojó levemente, apartando la mirada.

    -Eres como tu padre, en serio... -rió con algo de pena en la voz- Siempre pensando en dulces...

    -¿Papá y mamá vendrán? -preguntó Sirg.

    Yosafire también se le acercó, con el ceño fruncido.

    -Ya te hemos dicho muchas veces que no... El viejo y Etihw tienen muchas cosas que hacer hoy...

    -¡Bien! ¡Así podré hacer lo que quiera! -rió Sirg con un brillo en los ojos. Entonces se deshizo del brazo de Gris y salió corriendo mientras reía.

    Yosafire se dio una palmada en la frente y soltó un suspiro sin poder evitar sonreír.

    -Hay que ver como es la niña... Y eso que sus padres son muy tranquilos...

    -¡Hey, Gris, Yosafire!

    Las nombradas se giraron a quien las había llamado. Era una chica de pelo corto y castaño adornado con una cruz verde, con un vestido del mismo color y con una lazo rojo alrededor del cuello y la cintura. Iba acompañada de otras dos, una rubia con el pelo cayendo por su espalda y vestida con una camisa gris, una chaqueta con dados de adorno y una falda con la misma decoración, y otra de pelo rosa recogido en una cola caballo y con un vestido negro ajustado sujeto a su cintura por un cinturón adornado con un pequeño murciélago de ojos rojos.

    Gris y Yosafire salieron corriendo hacia sus amigas. Ya allí, todas se abrazaron en forma de saludo y comenzaron a sacar las cosas para la fiesta.

    -¡Qué nervios, tenía muchas ganas de hacer esto! -dijo entusiasmada Macarona, sacando de su bolsa unas cuantas botellas de refresco.

    -Es cierto, ya iba siendo hora... -afirmó Froze colgando decoraciones por los manzanos cercanos. Entonces, se fijó en Sirg, que estaba intentando atrapar una mariposa, y alzó una ceja- ¿Qué hace ella aquí?

    Yosafire suspiró y cerró los ojos.

    -Me han encargado cuidar de ella... Pero tranquilas, no molestará.

    -¿Quién dice qué no? -gritó desde lo lejos Sirg, sin desviar su atención de la mariposa.

    Yosafire abrió mucho los ojos y comenzó a gruñir cosas mientras se ponía roja de ira. Sus amigas rieron.

    -¿Alguna ha traído gusanos? -preguntó Rawberry lamiéndose los labios- A mí se me han olvidado en casa...

    -¡No! -gritaron las demás con expresión de asco.

    -Pues vaya... -Algo decepcionada, miró a la hija de Dios y se le iluminó el rostro- ¡Voy a ayudarte con esa mariposa, Sirg!

    -¡Vale!

    Acto seguido, la peli-rosa salió corriendo hacia la niña para ayudarla a capturar al insecto.

    -A esa mariposa le espera un destino horrible... -suspiró Gris mirando de reojo a las dos chicas.

    Sus amigas asintieron al unísono.

    Tras unos minutos, lo tenían todo preparado: habían puesto un mantel de picnic en el suelo con bebidas y platos llenos de comida y dulces. Los árboles estaban unidos entre ellos por serpentinas muy coloridas y en cada uno de ellos, había un dibujo de una manzana gritando: "Is Party Time!" hechos por Yosafire y coloreados por Sirg.

    Todas (incluida la niña) se sentaron sobre el mantel y se sirvieron algo de beber y un poco de comida, mientras charlaban animadamente.

     -Ay... -suspiró Yosafire, y se tumbó con los ojos cerrados- Todo esto es casi perfecto...

    Froze la miró y alzó una ceja.

    -¿Casi? -repitió- ¿Por qué?

    Yosafire volvió a abrir los ojos y se mordió el labio con tristeza.

    -Todo sería mejor si Leila siguiera aquí...

    Gris miró a la peli-verde con pena y sonrió débilmente.

    -Quién iba a decir que ya han pasado seis años desde aquel día, ¿eh?

    -¿Quién es Leila? -preguntó con curiosidad Sirg, acercándose más a Gris y agarrándole la manga del abrigo.

    Gris suspiró y quitó la tristeza de su rostro para no preocupar a la pequeña.

    -Te lo contaré, en serio... Pero espera unos cuantos años, ¿vale?

    Sirg hizo un puchero y se cruzó de brazos, molesta.

    -Está bien...

    Intentando olvidar esa conversación, volvieron de nuevo a empezar a comer y a hablar de otras cosas, como del instituto al que iban las chicas o sobre Kcalb y Etihw, lo que siempre hacía a Gris poner una mueca de tristeza.

    -¿Cómo eran mis padres antes? -preguntó en una ocasión Sirg, mirando a Macarona.

    -Pueees... -Macarona sonrió y sentó a Sirg en su regazo- Aunque no lo creas, ellos siempre estaban peleando. Es más, hace ya unos siglos, mantuvieron una terrible guerra...

    -¿Y eso? ¿Acaso mamá le robó el pastel a papá? Siempre pelean por eso.

    Las demás no pudieron evitar estallar en una sonora carcajada. Sirg las miró a todas una por una, sin saber por qué se reían. Entonces pensó que se burlaban de ella y se cruzó de brazos.

    -¡Sois muy malas! -se quejó arrugando el entrecejo.

    Gris miró a sus amigas sin dejar de reír. Entonces, pareció recordar algo y fue parando de reír hasta quedar en completo silencio. Las chicas se dieron cuenta y también dejaron de reír.

    -¿Gris? -dijo Froze- ¿Te encuentras bien?

    Ella no dijo nada. Sólo volvió a mirarlas. Cogió mucho aire y cerró los ojos.

    -Eider -fue lo único que dijo.

    Todas la miraron, confusas.  

    -¿Eider? -repitió Yosafire- ¿Qué significa eso?

    Gris bajó la mirada avergonzada. 

    -Eider... -Entonces, levantó algo la vista para poder verlas y sonrió tímidamente- Ese es mi verdadero nombre.


Killer SunlightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora