Capítulo 34: ¿El comienzo o el final de la historia?

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VERSIÓN DE CLAUDIA

Año nuevo, a las 12 de la noche, en casa de Claudia

- ¡Feliz año nuevo! - gritan los presentadores de las campanadas, y en ese momento mi casa se convierte en un caos de personas felicitándose, abrazándose, llorando, riendo, abriendo el champán...

Nos abrazamos unos con otros y nos deseamos lo mejor para este 2015, y después pasamos a brindar para empezar este año con buen pie.

Los móviles empiezan a sonar y a quedarse saturados de tanta llamada y mensaje de amigos y familiares.

Cuando ya pasa un poco ese caos, mi hermano va a su cuarto a cambiarse, mientras que yo me quedo en el salón cantando y bailando con mis primos.

A decir verdad, estoy bastante nerviosa. No sé cómo va a reaccionar Álex cuando me vea, pero seguro que no le hace ninguna gracia que vaya a su casa después de lo ocurrido.

Media hora después, mi hermano sale de su habitación y viene al salón. Madre mía. Parece que se va a una gala. Está guapísimo. Lleva un traje negro con una camisa azul celeste debajo de la americana. Mocasines también negros y se ha peinado el pelo hacia un lado con gomina. Que arreglado va, cualquiera diría que va a intentar ligar con alguna de mis amigas.

- Hermanito... ¿No te habrás puesto así de guapo para tontear con mis amigas? - le insinúo cuando viene hacia mí.

- Qué idiota eres... Hoy es un día especial, y hay que aprovechar, que estos trajes me los pongo pocas veces al año - me sonríe cariñosamente.

- Pásalo muy bien, y dale abrazos y besos a todos de mi parte, felicítales el año por mí, ya que yo no puedo - finjo tristeza.

- Eso está hecho, hermanita - me da un sonoro beso en la mejilla - Familia, me voy, nos vemos mañana - se despide del resto.

Estupendo. Ahora es mi turno. Cuando mi hermano sale por la puerta, yo corro a mi habitación a cambiarme. Sólo tengo media hora para arreglarme, ya que las chicas me estarán esperando en el sitio donde acordamos.

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VERSIÓN DE ÁLEX

1 de enero, a la 1:00 de la noche, en casa de Álex

Mi madre nos había prestado el garaje para hacer allí la fiesta, así que en cuanto tomamos las uvas, mis primos, mi hermano y yo bajamos corriendo a colocar las cosas que entre todos habíamos comprado. La condición que me puso mi madre para hacer la fiesta en casa era que invitase a mis primos, a los más mayores claro, así que acepté sin pensármelo dos veces. Ella mientras tanto estaría con los mayores en la primera planta.

Ya lo teníamos prácticamente todo colocado cuando mi madre bajo a avisarme de que habían venido ya Mike y Alberto.

- ¡Feliz año nuevo chavales! - gritó Mike eufórico cuando nos vio a todos.

Lo bueno es que mis amigos ya conocen a toda mi familia... Lo malo... que las amigas de Claudia quizás se sientan un poco raras al ver más gente de lo normal, ya que ellas no les conocen.

¿Vendrá Claudia? ¿O ya se habrá olvidado de mí? He intentado llamarla en cuanto mi hermano me contó la verdad, pero su móvil estaba apagado.

- Mirad, he traído uvas para que finjamos que suenan las campanadas y las tomemos todos juntos - dice Mike enseñando una bolsa repleta de uvas.

- Tío, ¡eso da mala suerte! ¿Qué quieres? ¿Echarnos un mal de ojo para todo el año o qué? - Diego se cruza de brazos y le mira enfadado.

- ¡No seas exagerado primo! - dice Eva, la mayor de todos los primos - Por una vez no va a pasar nada, y es buena idea la que ha tenido Mike. Yo me comeré las uvas encantada - sonríe.

La vida inesperada de ClaudiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora