Capítulo 8: Aclarando sentimientos

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Al día siguiente, en la hora del recreo, en la cafetería del instituto

Después de tres horas intensas de clases, por fin llegaba el esperado recreo, y las chicas y yo nos dirigíamos a la cafetería a tomar algo para reponer fuerzas.

Esta noche ha sido horrible para mí... Montones de pesadillas y sentimientos confusos se paseaban por mi cabeza, lo que ha provocado, obviamente, que me levantara de mal humor. Así que espero que nadie me toque hoy mucho las narices, porque no estoy para aguantar tonterías.

- ¡Claudia! - Laura chasquea los dedos ante mi cara, despertándome de mis pensamientos.

- Perdón, estaba pensando en mis cosas - me excuso.

- Ya vemos, ya - dice Sandra preocupada - ¿estás bien?

- ¡Si, si! - respondo simultáneamente - Es solo que he pasado una mala noche.

- Pues para eso solo hay una cura - me dice Mel mientras se acerca a mí - un donut de chocolate.

Me río ante su comentario. Estas chicas realmente son fantásticas a la hora de hacerme reír. No sé qué haría sin ellas en este internado.

- ¡Pues venga, un donut para cada una! ¡Alegrémonos la mañana! - dice Andrecky sonriente.

Nos acercamos a la barra a pedir nuestros donuts y unos cafés, y cuando estamos a punto de pedir, se acercan alborotando unas chicas e intentan colarse en la fila delante de nosotras.

- ¡Eh, eh! ¡No se os ocurra colaros que las filas existen para algo! - digo enojada.

Se han colocado delante de nosotras, y cuando se giran a verme consigo distinguirlas bien. Lo que me faltaba. Las cinco señoritas populares son las causantes de este descontrol.

- ¡Anda! Yo a vosotras os conozco - nos señala la rubia a Sandra, Mel y a mí con una sonrisa claramente falsa - lo siento, pasad vosotras que ibais antes.

¡¿Qué?! ¡¿La rubia popular nos cede el paso?! ¡¿Qué le pasa al mundo hoy?!

- Gracias - dice Laura cortante.

Cuando hacemos nuestro pedido y nos disponemos a irnos, las populares vuelven a pararnos de nuevo.

- Perdonad por la molestia de antes - habla esta vez la pelirroja, con otra sonrisa más que falsa - Si hubiéramos sabido que erais vosotras no lo hubiéramos hecho.

- ¿Y qué tenemos nosotras de especial para que nos tratéis de forma distinta a los demás? - consigo decir después de quedarme boquiabierta por su comentario.

Nada más hablar, Mel me da un codazo como señal para que me calle.

- Bueno, tú eres la hermana de Sergio, ¿no? - dice la morena.

- Si, ¿y?

- Venga preciosa, a los familiares y amigos de nuestros amigos no los tratamos mal - dice la rubia sonriendo - Sería de muy mala educación.

- Claro, además tú y yo somos cuñadas - me dice la pelirroja - y no podemos llevarnos mal.

¡¿Acaba de decir lo que creo que acaba de decir?! ¡Qué alguien me sujete que la engancho de los pelos!

- Perdón - intento tranquilizarme - ¿desde cuándo somos cuñadas? - digo la última palabra entre comillas.

- Desde principios de verano - me dice sonriente - Soy Lorena, y estas son Marta (señala a la rubia), Alicia (la morena), Ana (la castaña) y Sara (la otra morena).

- Yo soy la novia de Álex - me dice Marta - Alicia es novia de Dani, Ana de Mike y Sara de Alberto - dice sonriente - lo digo por si no lo sabíais, para que sepáis que esos bombones que visteis el otro día ya están fichados.

La vida inesperada de ClaudiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora