Capítulo 27: La mejor tarde de mi vida

102 8 17
                                    

18:20 de la tarde, en casa de Claudia

- No voy a cenar en casa, mamá, así que no hagáis nada para mí, ¿vale? - le digo a mi madre, que está sentada en el salón junto a mi padre viendo la televisión.

- ¿Dónde vas? - me pregunta.

- He quedado... con un amigo - le digo tímidamente.

Se giran los dos mirándome con el ceño fruncido.

- ¿Quién es ese amigo? - pregunta mi padre.

Vaya. Ya van a empezar con su interrogatorio para descubrir con quién salgo y con quién no.

Antes de que pueda contestar, llaman al telefonillo. Mierda. Le había dicho que me diera un toque cuando estuviera abajo.

Miro a mis padres y veo que mi padre se levanta decidido a contestar el telefonillo. Ambos emprendemos una carrera para intentar cogerlo antes que el otro.

- ¿Si? - ha llegado él antes - Sube, que todavía no está lista y hace frío para que la esperes en la calle - aprieta el botón y cuelga el telefonillo.

- ¡Papá! ¿Para qué le dices que suba? ¡Si ya estaba lista!

- Quiero conocer a ese nuevo "amigo" tuyo - recalca entre comillas la palabra "amigo".

- Ya le conocéis... - aparece mi hermano y le contesta a mi padre sin apartar la mirada del móvil - Es Álex, mi mejor amigo.

- ¿Álex? ¿Qué haces tú saliendo con Álex?

- Papá, no están saliendo, solo son amigos y van a dar una vuelta, así que no te enfades - le mira mi hermano serio.

Observo como mi padre mira atónito a mi hermano, y después me mira a mí de la misma manera. En ese momento llaman a la puerta.

- Solo amigos, ¿eh? - me apunta mi padre con el dedo índice antes de abrir la puerta - ¡Hombre, Álex! ¿Qué te trae por aquí? - le da un abrazo cuando le ve.

Mientras ellos dos hablan, yo me quedo embobada mirándolos hasta que mi hermano me agarra del brazo y me lleva a la cocina.

- Abrígate, yo te cubro y me invento una mentira, pero ten cuidado con lo que haces, ¿vale? - me dice al llegar a la cocina.

Le miro enfadada pero al instante sonrío. Aunque a veces sea demasiado protector, me encanta que se preocupe por mí.

- Sergio, sé lo que hago, no soy una cría - le abrazo - Además, deberías estar tranquilo. Voy a salir con tu amigo y no con un desconocido.

- Por eso te lo digo, que Álex es muy espabilado - se empieza a reír - En realidad no me preocupa, sé que estarás bien, pero aun así te lo repetiré las veces que haga falta - me da un beso y un abrazo fuerte - Corre, volvamos con Álex antes de que sea sometido al interrogatorio de papá.

Me río ante su comentario y ambos nos dirigimos a la puerta, donde siguen hablando ellos dos.

- Papá, me voy - me pongo el abrigo y le doy un beso fuerte en la mejilla - Hasta luego.

Me devuelve el gesto y cojo mi bolso para después cerrar la puerta y empezar por fin mi tarde con Álex.

*********************************

VERSIÓN DE ÁLEX

18:45 de la tarde, en la pista de patinaje de Alcobendas

La verdad es que es una suerte que la pista este tan cerca de casa de Claudia. Hemos tardado tan solo un cuarto de hora en llegar andando. Y lo mejor ha sido que hemos ido tranquilamente hablando de nuestras cosas.

La vida inesperada de ClaudiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora