Capítulo 12: Un fin de semana ajetreado

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Sábado a las 10:00 a.m, en la habitación de Claudia

- Claudia, cariño, despierta ya, que tienes que hacer muchas cosas en la casa - me susurra mi madre a la vez que me zarandea para que me despierte.

Ayer, cuando salí del instituto, resulta que la sorpresa que nos tenían preparados mis padres era una cena en el mejor restaurante asiático de nuestra ciudad. Mi hermano y yo adoramos la comida asiática, así que nos pusimos bien las botas de sushi, maki y otras muchas cosas.

Y a causa de tanto comer ayer, me dormí tarde y con un dolor de tripa impresionante, que todavía perdura y me ha hecho pasar una noche de perros.

- Cinco minutos más... - le contesto haciéndome la remolona.

- Venga, arriba - dice mientras me sube la persiana, dejando que entre la clara luz del día - Si no hubierais comido tanto ayer, ahora estaríais estupendamente.

- Mamá no quiero levantarme.

- Te doy cinco minutos - responde mientras se aleja de mi habitación - Os estoy preparando una infusión que os aliviará el dolor.

Cuando se va, abro los ojos y miro al techo, ya que estoy tumbada boca arriba y es lo primero que veo.

¡Qué pesadez! Me encanta comer, y si es mi comida favorita, más aún. Pero siempre que me pillo un atracón acabo mala tres días.

Vamos, que el fin de semana lo pasaré en cama.

- ¿Se puede? - entra mi hermano después de llamar a la puerta y contestarle que pasara.

- ¿Qué tal has dormido? - le pregunto mientras me incorporo poco a poco en mi cama.

- ¡Uff, fatal! - contesta y a la vez se tumba en mi cama rendido - ¿Y tú?

- Igual que tú... Nos pasamos ayer con el sushi - le miro y ambos reímos.

- Somos unos gochos - se ríe - Oye, ¿esta tarde tienes algo qué hacer?

- Pues en principio no, ¿por qué?

- Por si te apetece que vayamos Elena, tú y yo al centro comercial.

Elena es nuestra hermana pequeña. Tiene 12 años, es un trasto que no para quieta, se parece mucho a mí en cuanto a físico, pero de personalidad es totalmente diferente. Ella es muy tímida, callada, le cuesta hacer amigos y por tanto, casi siempre está con Sergio o conmigo. Entre los dos la cuidamos y la protegemos mucho.

- No estaría mal, así pasamos a comprarme algo de ropa, que falta me hace - sonrío.

- ¡¿Qué te hace falta?! ¡Si tienes el armario lleno! - se sienta en mi cama y me mira serio.

- ¡Tú sabes que una chica siempre debe ir guapa! - le digo vacilante.

- ¡Venga ya! ¿Desde cuándo te ha importado a ti ir o no guapa?

- Desde siempre, lo que pasa es que no te lo he dicho nunca - estallo en una carcajada.

Él se mosquea y empieza a hacerme cosquillas a modo de venganza.

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VERSIÓN DE ÁLEX

Esa misma hora, en la habitación de Álex

Doy un brinco en la cama a causa de la pesadilla que acabo de tener. Miro el reloj y eran las 10:15 de la mañana.

No he parado en toda la noche de soñar con Claudia, incluso la pesadilla que he tenido tiene que ver con ella y las palabras que me dijo.

La vida inesperada de ClaudiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora