Capítulo 22: ¡Por fin libre!

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VERSIÓN DE ÁLEX

Lunes a las 7:45 de la mañana, en el comedor del instituto

Estaba terminando de recoger mi desayuno para irme a clase, y estaba solo debido a que los chicos ya se habían ido. Yo, como siempre, llegaba tarde a desayunar y con lo cual salía el último.

- ¡¡Tú!! ¡¡Pedazo de imbécil!! - me giro y veo como Marta se acerca a mí de forma agresiva - ¡¿Te ha faltado tiempo para contarlo todo, no?!

- No sé de qué me estás hablando - finjo indiferencia y termino de recoger - Y ahora, si me disculpas, llego tarde a clase.

El instituto es muy grande, y hay que andar un buen camino desde el comedor hasta mi clase. Si lo llego a saber, desayuno en la cafetería, así al menos me evito de verla a ella. No suele frecuentar mucho ese lugar.

- ¡Sabes perfectamente de lo que hablo! - sigue gritándome a pesar de estar a centímetros de mí - ¡Todo el mundo me está preguntando por qué lo hemos dejado!

- Pues tienes dos opciones... O decir la verdad, que no creo que te haga mucha gracia, o inventarte una excusa - sonrío.

Un punto a mi favor. Está histérica, y eso me gusta, porque hemos conseguido que el plan funcione.

- ¡No juegues conmigo Alejandro! ¡No sabes en el lío en el que puedes meterte! - me amenaza.

- Si se te vuelve a ocurrir amenazarme, te juro que me faltara tiempo, pero para distribuir tu vida por todo el instituto - le digo enfadado mientras le apunto con el dedo índice en su pecho, provocando que se eche hacia atrás - Estoy harto de ti Marta, de tus malditas amenazas y de tu estúpida chulería. No te lo advierto más, déjame en paz o las pagarás muy caro.

- A tu querida pretendiente no creo que le haga gracia recibir un nuevo anónimo - vuelve a amenazarme, esta vez sonriendo.

La observo furioso. Solo ella es capaz de convertir mi mejor día en el peor de todos. No la aguanto, es superior a mis fuerzas.

- Claudia está dentro del pacto. Si le haces algo a ella, a sus amigas, a mis amigos o a mí, tu dichosa infidelidad saldrá publicada hasta en los periódicos.

- No puedes estar toda la vida así, Alejandro - sonríe - Algún día te cansarás y tirarás esas fotos, y yo volveré dispuesta a arruinarte la vida.

Me mira como si fuera la típica mala de una película. Su mirada me intimida y hace que me estremezca. Pero no puedo tenerla miedo, ya no.

- Te aseguro que guardaré las fotos como oro en paño - me acerco al oído y la susurro - A la mínima que cometas un error, serás castigada.

Dicho esto me dispongo a irme hacia clase cuando escucho sus últimas palabras antes de perderme por el pasillo.

- ¡Me las pagarás Alejandro! - grita enfadada - ¡¡Esto no se va a quedar así!!

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VERSIÓN DE CLAUDIA

8:00 de la mañana, en una de las clases

¡Por fin lunes! Aunque parezca mentira, adoro los fines de semana, pero este último ha sido un auténtico horror, así que estaba deseando volver a clase y ver a mis amigas, y a Álex, por supuesto.

Pero él no está, así que me encuentro en mi sitio con las chicas, que no paran de hablar y contarme sus maravillosos fines de semana. Malditas, parece que lo hacen aposta para darme envidia.

Suena el timbre y en seguida entra la profesora de inglés, lo que provoca que todos los alumnos entren de golpe y formen un tapón en la puerta, ya que estaban todos fuera.

La vida inesperada de ClaudiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora