Capítulo 31: Qué vergüenza... Y qué felicidad al mismo tiempo

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VERSIÓN DE ÁLEX

20:00 de la tarde, en aquel colegio de Alcobendas

Es imposible que pueda estar más guapa. La observo de arriba a abajo varias veces, ya que no tengo palabras para saludarla... Me he quedado completamente en blanco.

Lleva puesto un vestido rojo sin tirantes y que le llega por encima de las rodillas, y además está decorado con un cinturón ancho de color negro por debajo de su pecho, lo que provoca que esté más realzado. Para cubrirse del frío tiene puesta una americana negra, que por supuesto la lleva desabrochada, y en los pies tiene unos zapatos negros de tacón no muy altos, que estilizan aún más su preciosa figura.

Está ligeramente maquillada, y se ha recogido el pelo en un moño del que cuelgan algunos mechones sueltos.

- ¿Te has quedado mudo? ¿O es que no vas a saludarme? - me despierta de mis pensamientos.

- ¿Eh?... No... Es solo que... Joder Claudia, es que estás guapísima - y guapísima se le queda corto.

- Me dijiste que me arreglara y eso he hecho. Tú tampoco estás nada mal - sonríe y me guiña un ojo vacilante - ¿Dónde vamos, entonces?

Muevo la cabeza para espabilarme. Voy a necesitar mucha concentración esta noche para poder mantener una buena conversación con ella.

- Ven, tenemos que coger un autobús, y cuando bajemos te llevaré con los ojos cerrados hasta el sitio, ¿de acuerdo? - le tiendo mi mano, a la que rápidamente se agarra.

- Antes deberíamos ir a tu casa, tengo que dejar mis cosas allí, no voy a ir cargada con el pijama - se ríe - Y además no me gusta la idea de ir con los ojos cerrados...

- Tú confía en mí, nada malo va a pasarte - le beso dulcemente la mejilla, y veo como se sonroja ligeramente.

Me encanta, me apasiona, me tiene abducido en una nube.

Nos dirigimos andando hacia mi casa, mientras que vamos hablando de todo un poco.

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VERSIÓN DE CLAUDIA

Un poco más tarde, en un autobús de Alcobendas

- Ya sólo nos quedan dos paradas para llegar - me dice para tranquilizarme.

Estoy muy nerviosa. ¿Qué es lo que me tendrá preparado?

Además de mis nervios por la cita, intento controlarme para estar lo más tranquila que puedo. Pero es muy difícil teniendo en cuenta lo guapo que está.

Lleva un traje negro con una camisa blanca debajo, sin corbata, pero aun así está tremendamente sexy. Además lleva mocasines a juego y se ha peinado el pelo con gomina, lo lleva de punta y arreglado, no como suele llevarlo a clase.

Yo no sé qué va a pasar si me quedo a dormir en su casa... Pero de esta cita no puede salir nada bueno... Y no lo digo en el sentido de que se vaya a estropear... Si no que es posible (o al menos para mí ) que cometamos alguna locura si acabamos durmiendo juntos.

- ¡Llegamos! - me coge de la mano y me tira suavemente para sacarme del autobús - Cierra los ojos - me dice una vez estamos en la calle.

Yo obedezco, pero me agarro a él fuertemente. Me dan mucho miedo estas cosas.

- Oye, no voy a abandonarte ni a soltarte si es lo que piensas... Pero podrías aflojar un poco tu agarre, me haces daño - le oigo decirme.

- Tú llévame a donde tengas que llevarme y calla... Ya te he dicho que no me gusta ir con los ojos cerrados - le amenazo nerviosa.

La vida inesperada de ClaudiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora