Capítulo 11: Asimilando las cosas

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VERSIÓN DE ÁLEX

Viernes a las 8:00 a.m, en una de las clases

¿Dónde se habrá metido Claudia? Es muy raro que aún no esté en clase, ella suele llegar de las primeras junto con sus amigas. Y sin embargo, están sentadas sus amigas pero ella no está.

- Melanie, ¿podría hablar un momento contigo, por favor? - digo mientras me acerco a su mesa, que compartía con Sandra.

Nada más llegar, Sandra me fulmina con la mirada. Desde aquella vez que hablamos en la biblioteca no me soporta. Y me parece genial, hay días que no me aguanto ni yo mismo, y hoy es uno de esos días.

- ¿Qué quieres, Álex? - Mel me mira sonriente.

Ella parece más noble. Da la impresión de que es una buena chica y tiene mucha paciencia. Será por eso que me habla y me mira bien.

- Si puede ser a solas, mejor - sonrío con miedo. Me aterroriza la mirada de Sandra.

- Ella no va a ir a ningún lado - me dice muy seria - Si quieres decirle algo, tendrá que ser delante de mí.

Trago saliva. Parece que de un momento a otro se va a levantar y a pegarme un puñetazo.

- Solo quería saber qué le ha pasado a Claudia o dónde está - me centro en mirar a Melanie para no ponerme nervioso - Me gustaría hablar con ella de unos asuntos.

- Está estupendamente, y hoy no vendrá a clase, así que olvídate de ella en todo el día - me dice Sandra enfadada.

Pero justo cuando iba a contestarle, entra el profesor y me obliga a sentarme en mi sitio para empezar la clase.

¿Por qué narices tiene que hablarme así? Ni siquiera me ha dado la oportunidad de conocerme y encima me odia, no lo entiendo... Y Claudia... ¿estará bien? ¿O le habrá pasado algo?

Sea como sea pienso averiguarlo, aunque tenga que saltarme las normas e ir a su habitación a buscarla.

- ¡Señor Gómez! - interrumpe alguien en mis pensamientos - ¿Piensa responder alguna vez a mis preguntas o es que se ha quedado sordo?

La clase entera se ríe ante el comentario del profesor de matemáticas, y yo, que acabo de bajar de la nube, no tengo ni idea de lo que contestaré porque no le he prestado ni la más mínima atención.

- Lo siento Don Antonio, no le estaba prestando atención - consigo decir.

- Ya, ya lo he visto... ¿Se puede saber en qué pensaba, jovencito? - me mira enfadado.

- Ehm... en el fin de semana, tengo demasiados planes y no sé cómo podré organizarme - miento.

La clase vuelve a reír, esta vez por mi comentario. Algunos hasta aplauden y me silban... qué fácil es caerle bien a los de primero.

- Está bien, Alejandro Gómez Sánchez- recalca bien mi nombre y apellidos - le voy a permitir que salga y se vaya a Dirección, que le explique sus pensamientos al director y entre los dos consigan organizar su ajetreado fin de semana - vuelve a recalcar, pero esta vez la palabra "ajetreado".

Mierda... Me acaba de expulsar de clase, y espera a que el director no me ponga un parte cuando le cuente lo que he hecho.

- No hace falta Don Antonio, ya tengo el planning hecho, puede usted seguir con la clase - digo para salir del paso, así a lo mejor no me expulsa.

- Claro que seguiré con la clase, pero usted se irá fuera... ¡Ahora! - grita de repente.

Me levanto y salgo de clase, con el ánimo y las risas de la mayoría de la clase.

La vida inesperada de ClaudiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora