La vida inesperada de Claudia

Capítulo 14: Confesando verdades

VERSIÓN DE ÁLEX

14:30 de la tarde, en la cafetería del instituto

Durante el resto de clases he hecho presencia por no ganarme puntos negativos en las asignaturas, pero mi mente estaba en otra parte.

No dejaba de darle vueltas a lo que hablé con Mike. ¿De verdad se me nota tanto que me gusta Claudia?

No sé cómo lo haré, pero tengo que olvidarla y solucionar el tema con los chicos cuanto antes. Quizás si vuelvo a ser el ligón del grupo me olvide un poco de ella...

- ¡Al fin te encuentro! - me sorprende Marta preocupada - ¿Ya no comes con los chicos?

- No te importa... - ya viene a liarme de nuevo - ¿Qué quieres ahora?

- Nada, venía a avisarte que tu querida Claudia ha tenido un accidente con una chica de su clase - dice seriamente - Parecían dos perras en celo pegándose.

Se ríe ante su propio comentario y me mira triunfante. Un momento... ¿Ha dicho "tu querida Claudia"? ¡Oh, madre mía! ¡Que se ha pegado con una chica!

- ¿Pero qué ha pasado? - digo preocupado - ¿Está bien? ¡Marta dime algo, por Dios!

- Tranquilo precioso, se la han llevado a enfermería, ya no sé más de ella, pero por lo visto se ha caído al suelo y se ha dado un golpe fuerte.

- ¡¿Qué?! - me levanto corriendo de mi sitio - Tengo que irme, luego te veo.

En cuanto me ve correr se echa a reír como una loca... Será... ¿Ha sido capaz de jugar así con mis sentimientos?

- Marta... ¿Esto es una absurda broma tuya? - me acerco a ella amenazante.

- Tenías que haberte visto la cara cuando te lo he dicho, estabas al borde del infarto - suelta una gran carcajada.

- ¡¿Por qué narices me haces esto?! ¡Con estas cosas no se juegan, joder! - le digo enfadado.

Se levanta y se coloca a mi altura, mirándome fija y seriamente.

- Solo quería que supieras lo que puede pasar si no empiezas a acatar mis órdenes.

- ¡¿Qué?!

- Lo que oyes, Alejandro - me apunta con el dedo - Sé perfectamente que esa niñata te tiene loco, y te aseguro que si no haces lo que yo te diga, me encargaré personalmente de que su estancia en este instituto sea la peor de su vida.

¡No me lo puedo creer! ¿Y ella cómo sabe todo esto? ¿Y ahora qué hago? No puedo poner a Claudia en peligro por mi culpa... No me lo perdonaría jamás.

- Mira, si quieres vengarte de alguien, hazme a mí lo que quieras, que yo fui el que te dejé... Ella no tiene nada que ver en esto - le miro compasivo.

- Ya, pero me dejaste porque esa estúpida llegó a tu vida... Así que ella sabrá que con las cosas de Marta no se juegan - sonríe maliciosamente.

- Marta, ella no sabe ni siquiera que lo hemos dejado, es más, no pienso salir con ella, así que no es una amenaza para ti.

- Me da igual que la intentes defender, advertido quedas, Álex... - vuelve a amenazarme - Piénsalo bien y dame una respuesta lo antes posible.

Dicho esto empieza a andar con su pose artificial de modelo y me deja allí plasmado, sin saber qué hacer ni cómo... Me tiene atado de pies y manos... Es o enfrentarme a ella y que Claudia salga perjudicada, o bien hacer lo que ordene y ser un esclavo para Marta.

- ¡Tío, pensaba que no te encontraría nunca! - entra Mike en la cafetería y se acerca a mí.

Un momento... ¡Mike! ¡Ha sido él quién le ha chivado a Marta todo! ¡Es el único que lo sabe!