Narra Marcos
Cuelgo el teléfono tras una conversación de casi una hora con uno de los accionistas de la empresa. Suspiro y acaricio mis sienes intentando calmar mis nervios. Desde que salí del hospital mi carácter ha empeorado de manera drástica, cualquier cosa me hace enfadar y teniendo en cuenta que manejo una gran empresa dónde siempre surge algún fallo o problema (como en todas) estoy constantemente enfadado. Pero sé que el cambio en mi carácter no se debe a los fallos o problemas que pueda ocasionar la empresa, sino por ella: por Laura. Cada día en aquel maldito hospital esperaba que abriese la puerta con aquella sonrisa tan suya y que me dijese que todo estaba bien y que me quería. Era lo único que necesitaba para aguantar el calvario que a veces podía resultar estar en aquel hospital. Nadie sabe por que salí de casa a las tantas de la madrugada, algo pasado de copas y en mi noche de bodas y tampoco nadie lo sabrá. Cometí un grave error al hacer eso por ella ya que ella ni siquiera fue capaz de venir a verme, ni tan solo un mensaje preguntando que tal estaba.
Toda mi vida ha cambiado desde que salí del hospital. La convivencia con Jessica ha resultado nefasta e insostenible hasta el punto de tener que ir de vez en cuando a la mansión de mis padres a las afueras de la cuidad para dormir. El embarazo tampoco es que esté ayudando mucho y, lo peor de todo, éste le sirve de excusa para casi cualquier cosa, sobretodo cuando al dinero se refiere. En los últimos meses ha gastado ni se sabe cuanto dinero en ropa, zapatos y demás para ella; si al menos fueran cosas para nuestro hijo (el cual será niña) lo entendería. Quiero divorciarme de ella, llevo ya tiempo pensándolo, pero luego recuerdo que tenemos un hijo en común que pronto nacerá y ella no tiene la culpa de la madre que tiene..., si tan solo fuera Laura su madre todo esto... ¡No! No debo pensar en eso y mucho menos en ella; aunque en la última semana mis amigos, tanto Gabriel como Alan, no han dejado de hablar de ella ni de su bebé, quien, por cierto, es un niño llamado Noah; y, al parecer, el rubio será su padrino.
Mis padres y yo tampoco hemos hablado mucho este último tiempo, a penas sé de ellos, pero soy conscientes que deben de estar con ella.
El teléfono comienza a sonar, pero esta vez no es el de mi oficina sino el mío personal. Lo cojo rápidamente a la par que me maldigo por pensar que puede ser ella. Desde que vi su llamada perdida la semana pasada no he parado de imaginar la razón de ésta y cada vez que suena mi móvil me vuelvo paranoico y solo pienso en que puede ser ella.
Lo desbloqueo y me meto en la aplicación de WhatsApp. Me sorprende al ver que se trata de mi madre, la cual me ha enviado una imagen. Desconcertado por su repentino mensaje después de bastantes días sin hablar abro su conversación y espero un par de segundos antes de que la imagen se termine de descargar. En cuanto la imagen completa su descarga me encuentro con un pequeño bebé de apenas meses, se ve pequeño y en su cabeza apenas hay un par de pelos de color marrón; sus ojos están cerrados y su dedo pulgar está metido en su boca. Sin duda es un bebé precioso, pero no consigo entender porque mi madre me ha enviado esta imagen.
"¿Por qué me envías esta foto?" Le escribo y dejo el móvil de nuevo sobre la mesa.
Pasan un par de minutos antes de que reciba una respuesta. Rápidamente tomo el teléfono, lo desbloqueo y me meto en el chat.
"Pensé que tal vez querías ver a tu hijo, ¿no te parece precioso?".
El móvil casi se me cae de las manos al leer el mensaje. Vuelvo a mirar la fotografía y sin darme cuenta comienzo a encontrar similitudes entre el bebé y yo. La posibilidad de que sea mío cada vez se va agrandando más, pero sigo negándome a creerlo..., o tal vez sigo queriendo protegerla de mí y del daño que le pueda hacer. Me quedo embobado mirando la fotografía hasta que el sonido de otro mensaje me saca de mis pensamientos. Esta vez es de mi padre y también se trata de una imagen.
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Amándote de nuevo, gilipollas #2 (Editando)
Novela Juvenil«Me fui para tratar de olvidarte y he regresado queriéndote más» Me hizo daño, rompió mi corazón y aún así sigo dispuesta a entregárselo una vez más. Aviso: estoy corrigiendo la historia, esto conlleva cambios y, tal vez, un capítulo corregido no te...