17| Dame la carta, Drew Cárter Johnson.

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Maratón 2/4. Narra Laura




Tres meses después...

Ya han pasado tres meses, tres largos, pero no demasiado tristes. He intentado no pensar en Marcos puesto que me resulta doloroso y me hace parecer una masoquista y me he centrado en lo que verdaderamente me importa: mi hijo. Drew y yo salimos algunos días a caminar por el parque y no puedo evitar mirar embobada a los niños que juegan en él porque pronto mi hijo también jugará en un parque. Carmen me ha acompañado al centro comercial a comprar algunas cosas para el bebé, intentamos que sean en color blanco ya que no tenemos ni idea, aún, de si va a ser chico a chica. Max y yo pasamos algunas tardes jugando a la consola en la casa de Drew, en la cual aún permanezco. Y, por último, Lalo me ha acompaña al ginecólogo por la revisión de los tres meses y, también, ha sido el que me trae dulces cada vez que tengo antojos. Siendo sincera, no sé que haría sin ellos.

Y aunque los últimos tres meses han sido muy buenos, no he podido dejar de pensar del todo en Marcos; lo he intentado, pero por las noches, cuando estoy sola, no puedo evitar recordarle. A veces lloro y otras solo me enfado con él y conmigo misma.

Hace dos semanas me llegó la invitación a la boda de Marcos y aquel día lloré como no lo había hecho en los últimos tres meses. Fue un gran palo para mí y para mi corazón, que poco a poco se iba recuperando.



Dos semanas antes...

Suspiro y me tumbo en el sillón. Con el mando a distancia enciendo la televisión y cambio de canal hasta que doy con el que quiero. Mientras veo la película o serie, –siendo sincera no estoy prestando demasiada atención –, acaricio mi vientre. Casi llego a los tres meses de embarazo y no puedo estar más feliz; mi hijo está creciendo dentro de mí. Aún no se nota demasiado la barriga, pero dentro de poco comenzaré a ponerme enorme. Por otro lado, no paro de comer y no sé si es por el embarazo o para olvidar; sospecho que debe de ser una mezcla. Y gracias a estos «pequeños» antojos he engordado casi tres kilos en las últimas semanas.

Hace unas semanas le mandé un e-mail a la universidad para avisar que, por razones personales, debo saltarme el próximo curso, pero que en cuanto esté mejor regresaré. Tengo pensado acabar allí la carrera y luego irme a Estados Unidos a trabajar puesto que allí tendré un mejor futuro y, además, en España ya no hay mucho que me retenga. A mis padres los visitaré un par de veces al año y mis amigos van a hacer prácticamente lo mismo que yo, solo que tal vez no en la misma cuidad o tal vez sí.

De Marcos no he sabido mucho, tan solo lo que me cuenta Gabi cuando voy a su casa a ver a mi amiga; sí, están viviendo juntos y, al parecer, les va muy bien; me alegro por ellos y espero encontrar a alguien que me haga feliz. Él tampoco ha hecho un gran esfuerzo para comunicarse conmigo y no sé si debo alegrarme o hundirme más en mi propia miseria. Aún recuerdo el día que nos rechazó a mi hijo y a mí, pero sé que él va a acabar arrepintiéndose por todo esto. Si él acepta, yo estaré encantada de que se haga la prueba de paternidad porque sé el resultado y deseo ver su cara cuando lo vea.

Suspiro y cierro los ojos. Últimamente no hago otra cosa que no sea dormir, parezco un koala.

Escucho la puerta de la entrada y eso es lo que impide que me duerma. Me inclino un poco hacia delante para poder ver a Drew con una amplia sonrisa la cual yo le devuelvo encantada. En su mano derecha veo el correo y en su mano izquierda una bolsa blanca con el logotipo de la pastelería de aquí al lado. Al verla mi sonrisa aumenta y en cuanto Drew se sienta en el sillón me lanzo a sus brazos. Deposito cientos de besos en su rostro y él, simplemente, se ríe y me toma de la cintura para evitar que me caiga. Sin darme cuenta, mi amigo se levanta del sillón y con él yo ya que me encuentro justo encima. Entonces, repentinamente, nos lanza a ambos al sillón, siempre con cuidado de no lastimarme a mí o a mi vientre, y empieza a hacerme cosquillas.

Amándote de nuevo, gilipollas #2 (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora