Salvame de ti (#1)

Capitulo 1.

-¡No quiero entrar!

-Evanyeline debes hacerlo, por favor pon de tu parte.

-No quiero mamá ya no me obligues.

Sali corriendo lo mas rápido que pude de aquel hospital para locos, yo no estaba loca, solo no recordaba algunas partes de mi vida y para mi estaba bien, recordaba a mis amigos y familia, y cosas en el instituto para mi eso era suficiente.

Si, es cierto, se que mi madre tiene razón, tengo pesadillas de un accidente y no se porque, me atormenta cada noche, a veces despierto a mi familia con mis gritos, si lo se debo ir al psicólogo, pero es que me siento extraña al estar en ese lugar y me traten como una enferma mental.

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-Hola feas. -Salude a mis mejores amigas como siempre, en serio eran las mejores, Brenda y Lia, siempre han estado conmigo en buenas y malas incluso cuando pasó lo del accidente que no recuerdo y que supongo es lo que me atormenta en mis sueños, siempre es lo mismo, mis amigas y yo en un auto, todo es risas hasta que nos estrellamos contra algo y ya, eso es todo, o a veces los sueños es con alguien que tortura a Lía pero no entiendo la razón, todo es confuso.

-Hola horrible -Dicen las dos al unisono -Me reí y cada una entro a su clase, por suerte veía filosofía con Lía y no estuve tan sola.

Salí del instituto e hice la misma rutina de siempre, llegar a casa, comer, alistarme, ir al psicólogo, hacer tareas y de nuevo al instituto, mi vida es demasiado aburrida, nunca había nada interesante, siempre pasaba lo mismo y lo mismo y lo mismo.

Cada vez las pesadillas eran más feas, con mas sangre y mas cosas alrededor, pero yo no lograba entender y sincerente las idas al psicólogo no ayudaban en nada. Brenda me llamo para ir a una fiesta lo dude un poco pero tenía tiempo que no salia con ellas a una fiesta desde aquella vez que nos estrellamos, la fiesta es de unos amigos y pues dije que si, me arregle y la espere ya que ella pasaría por mi.

-Mamá iré con Brenda y Lía a una fiesta.

-Esta bien mi amor, pero cuidate, no bebas alcohol y por lo que mas quieras no hables ni aceptes nada de extraños.

Mi madre después del accidente se puso algo paranoica con eso de no hablar con extraños me siento como una niña pequeña a la que los padres le dicen no aceptes dulces de un extraño, por dios ya tengo 18, pero así son los padres siempre verán a los hijos como un bebito, asenti a lo que mi madre me dijo y Lía y Brenda llegaron, subí al auto y nos fuimos.

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Llegamos a la fiesta, era una mansión la casa del chico, sus padres habían salido de viaje y como es típico hizo una fiesta e invito a media ciudad, entramos y fuimos a la barra, Lía y Brenda pidieron sus bebidas yo pedí refresco, aparte de que mi madre me dijo que no tomara tampoco me gustaba el alcohol.

Lía comenzó a bailar con un chico alto, ojos marrón claro, cabello castaño, era lindo, al igual Brenda con otro chico y pues yo solo me quede en la barra, tomando refresco, si que aburrida soy, lo sé.

Por un momento quería irme y es que estaba aburrida y no tenia nada que hacer, cuando me levanté para irme un chico tomó mi brazo con delicadeza.

-¿Quieres bailar? -Quede impactada y no sólo porque me agarro desprevenida si no porque también era realmente hermoso, era alto, sus ojos eran una mezcla de azul con verde, blanco, cabello liso y castaño, tenia buen cuerpo, dios era guapo.

-Claro. -Trate de disimular mis nervios, mire a mi alrededor y seguro ya mis amigas se habían ido con esos chicos porque no las vi mas, bailamos hasta mas no poder ya para ese momento se había ido mi timidez, Derek era muy tratable e interesante, me la pasaba bien con él, intercambiamos nuestros números y me llevo a casa.

-Oye realmente la pase muy bien contigo Evangeline -Me sonroje y es que era lo menos que podía hacer, su mirada parecía que veía mas allá de mi y dios eso me enloquecía. -Yo también la pase muy bien Derek, nos vemos, cuidate.

Salí del auto, entre a mi casa y pase como media hora dando vueltas en mi cama pensando en ese chico, repetía mil veces su nombre, hasta que por fin dormi y por primera vez no tuve pesadillas.