Recogí el sobre restándole importancia, lo puse encima de mi cama y bajé a cenar, hablé con mi madre y mi hermano de cosas irrelevantes y no tardó en llegar mi padre, se unió a la conversación y por primera vez en mucho tiempo me sentí en familia.
Subí a mi habitación y me di un baño, me arregle para dormir, y cuando me acosté sentí el sobre amarillo debajo de mi, ya se me había olvidado, decidí destaparlo, y sacar la nota que había y esas palabras causaron que todo mi cuerpo se helara, "No dejaras de ser mía nunca" no entendía, ¿De quien no iba a dejar de ser? ¿Qué estaba pasando, acaso tenía un psicópata pisando mis talones? No, me reuso a creer eso, tal vez era alguna broma, estaba cansada y me dormí de inmediato.
Estaba en el instituto con Lía y Diland, él nos propuso llevarnos a casa, accedimos, nos subimos al auto, Lía se sentó de copiloto y yo en la parte de atrás, ellos se tomaron de las manos, y él puso el seguro para niños, condujimos, por un largo rato y no era ni en dirección de mi casa ni la de Lía.
-Diland ¿a donde vamos?
-Vamos a mi casa Evi debo buscar unas cosas, y las llevo a ustedes.
Me desperté confundida ¿Quién era el tal Diland?, por lo visto nos conocíamos, pero no entendía nada, me bañe e hice lo mismo de siempre antes de irme al instituto.
Saludé a mis amigos, vi clases, y hablé mucho con Tomás, cuando iba saliendo Tomás me dijo que no podía irse conmigo porque tenia cosas que hacer, y por alguna razón sentí un poco de miedo al irme sola, sin embargo me despedí y seguí hacia la estación de transporte.
Iba perdida en mis pensamientos cuando un auto negro freno en frente de mi.
-Evi ahora si no podrás huir de mi, cielo quiero que subas al auto y hablemos.
Quede perpleja, Derek demostraba calma pero no acababa de convencerme, evadi mi sexto sentido y subí al auto, condujo, hacia su casa de nuevo, hizo que me bajara y al entrar muchas cosas se me hicieron familiares, me condujo al mismo jardín trasero de aquella vez pero no tenía la misma mirada perdida, parecía el chico encantador que conocí esa noche.
-Evangeline quiero pedirte disculpas por aquella vez que te dejé plantada, de verdad tenía asuntos que atender y se me paso por alto, no volverá a pasar, creeme.
-Me sentí como una idiota ese día.
-Si lo se, y disculpame, también disculpame por aquel beso pero lo necesitaba Evi.
Recordé aquel beso y un millón de hormigas recorrieron mi estomago, pensé en Tomás, pero el no daba señales de nada solo era mi amigo y ya, y eso era lo mas frustrante, volví de mis pensamientos y vi a un Derek preocupado por mi respuesta, pero yo quedé sin palabras.
-Derek te disculpo, no te preocupes ya paso, debo irme, tengo cosas que hacer.
-Solo prometeme que no te alejaras de mi, que no huiras.
-Tu mismo me dijiste que me harías daño, tal vez si debería alejarme ¿no?
-Evi fue una estupidez decirte eso, yo no te haría daño, no a ti, disculpame.
-Tranquilo, adiós.
-¿Te llevo a tu casa? No tengo problema.
-Tranquilo puedo irme sola.
Me fui sola, y tome el trasporte, llegué a mi casa justo a tiempo para comer y hacer lo de siempre ir a donde Steven, llegué y él me recibió con una sonrisa cálida.
-Hola doc.
-Hola Evi
Tuvimos la conversación de siempre, le conté de mi sueño mas no lo de la carta ya que a el no le incumbía eso, hice las mismas terapias y me fui a mi casa mi mamá no me acompañó así que me fui sola, en el camino vi a Tomás, y una chispa de felicidad recorrió mi cuerpo.
-¡Enana! -Me gritó desde la otra cera y yo cruce hacia donde estaba él, el lugar era un parque del cual nunca me había fijado cuando venia por acá.
-Tomy, ¿que haces por aquí?
-Decidí caminar un poco y no pensé encontrarme a la enana de mi corazón.
Me reí por lo de "enana de su corazón" y muy en el fondo quería serlo de verdad, me senté en una banca a su lado la tarde estaba muy bonita y no había calor todo parecía estar a mi favor en ese momento.
-Evi... Quiero decirte algo y no se como... -Me puse nerviosa, y si ¿Se iba? O ¿Se mudaría a otra ciudad?, no, no podía dejarme sola, no podía dejarme sin él, juro que mi cara se puso blanca al instante.
-Di-dime tomy, ¿q-que pasa?
-E... Es algo que viene pasando desde hace algún tiempo -Rasca su nuca y limpia el sudor de su frente -Pensé no decírtelo porque sabia que me consideradas algo así como tu hermano pero no puedo callarlo mas Evi, me gustas, me gustas de la manera mas egoísta, me gustas solo para mi, me gusta verte sonreír o verte preocupada por algún examen, me gustan todas las veces que me abrazas sin ninguna razón, los oyuelos que se forman en tus cachetes, me gusta la mirada de picardía y a la vez de inocencia que llevas contigo, me gusta cuando el sol pega en tus ojos y se profundiza mas tu mirada, las veces que me hablas con ternura, las veces que reímos hasta dolernos las costillas, todo lo que venga de ti me gusta Evi, comencé por verte como una buena amiga, pero después fue inevitable ocultar estos sentimientos, Evangeline Lee me gustas de verdad.
Dicho esto me dio un paro cardiaco, sus palabras me hacían tanto bien, Era Tomás Clarzon, era él, diciéndome cuanto le gustaba, quería pellizcarme para ver si estaba soñando, pero sabia que era la realidad, sabia que si estaba pasando todo esto y me encantaba.
-Ohh Tomy, no sabes cuan feliz me hace escuchar eso, tu también me gustas, me gusta todo de ti, en realidad no podía verte como un hermano porque me gustas Tomy, esos ojitos grises que tienes me vuelven loca, tus palabras, cuando te preocupas por mi, los besos en mi mejilla cuando estoy descuidada, tus chistes malos, hasta eso me gusta, me gustas, me haces feliz, me hace bien tenerte a mi lado, eres lo mejor que me ha pasado.
Su pupila estaba dilatada y creo que la mía también, quería besarlo, quería sentirme segura en sus brazos, se acercó lo mas que pudo y quedó a centímetros de mi boca, pronuncio un "me encantas Evi" y me besó, era el beso mas dulce que me habían dado, era suave, pero reclamando mis labios, ese beso me transmitía todo lo que me había dicho en palabras, así duramos un rato hasta que nuestros pulmones necesitaban oxigeno.
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Salvame de ti (#1)
Mistério / SuspenseCuando las sombras y demonios de nuestro pasado se apoderan de nuestras mentes ocurren malos sucesos, es ahí justo en ese momento cuando la locura se apodera de nosotros. Y así es como Derek y Evangeline se conocen. Ella a pesar de no saber lo que l...