Salvame de ti (#1)

Capitulo 12

Me levanté temprano para ir al instituto, y pude comer cereal ya que me daba tiempo de comer y esperar a Tomás, al cabo de un rato llegó por mí, le di un beso a mamá y me fui con mi novio.

Recordé a Derek por un momento después de los golpes que le dio Tomás no volví a verlo más y justo cuando me estaba planteando eso, su auto paso cerca de nosotros, al principio lento y luego a toda velocidad, debo admitir que fue realmente extraño pero no le preste atención.

-Estas muy pensativa, ¿que te ocurre Evi?

-Oh nada Tomy, solo es Derek no lo vi mas después de lo que pasó.

-Oh si, Derek... Tampoco lo volví a ver y seriamente no me importa en lo absoluto.

Solo asenti y llegamos al instituto, ahí estaban mis amigas, nos saludamos como siempre y hablamos de cosas triviales, Lia estaba algo distante pero parecía que luchaba consigo misma para prestar atención a lo que hablábamos, luego de ver algunas clases, decidí hablar con Lia.

-Lia, ¿que te tiene así? Tan distante.

-No estoy distante Evi, quizás son ideas tuyas.

-Oh vamos Lia, somos amigas ¿no? ¿que te ocurre?

-No me preguntes nada Evi, no quiero hablar, y por supuesto que somos amigas, de eso no hay duda.

Decidí quedarme así porque ella no me diría nada, estaba segura de eso, los ánimos de Lia estaban demasiado extraños, andaba decaída, y perdida, tal vez era por Diland y la entendía perfectamente pero no entendía por que no quería hablar, era demasiado extraño, traté de olvidarme de eso y logre conseguirlo, iba sumida en mis pensamientos cuando un idiota chocó conmigo.

-Fijate por donde caminas Maria.

Y el idiota sin duda era Brad.

-El que debe fijarse eres tu grandisimo idiota.

Estaba enfurecida, el solo me miró despreciativamente y continuó su camino, sin embargo yo podría quemar todo el instituto con mi furia, me recoste en uno de los casilleros a relajarme pero fue imposible, ¿es que yo no podía tener paz? Enfrente de mi estaba un muy desaliñado Derek, mirándome, su camisa estaba por fuera y ligeramente arrugada, tenia unas ojeras increíblemente grandes, y la misma mirada perdida de aquella vez, debo admitir que me daba un poco de miedo, los pasillos estaban totalmente solos y un escalofrío recorrió todo mi cuerpo, el se quedó varios minutos enfrente de mi sin decir nada, y bueno a mi simplemente no me salían las palabras, no sabia que hacer, si corría probablemente me arrastraría con él y si me quedaba ahí probablemente haría lo mismo, él sonrió macabramente y justo cuando di todo por perdido alguien pronunció mi nombre.

-Evangeline tenemos clases, vente si no quieres perderla.

-Claro que voy, esperame para que vallamos juntos por favor.

Y si, justo cuando piensas que todo esta perdido y que nadie podrá salvarte se aparece el idiota que te cambia el nombre a cada rato, y te salva, así de extraña es mi vida, cuando volteé para ver a Derek ya no estaba, caminé con Brad en silencio el no me miró, no dijo nada, solo caminaba, y yo estaba mas que confundida, llegamos al aula y como si de una obra se tratara volvió a su papel de idiota.

-Quitate Marta, ¿No ves que voy a pasar yo?

Acto seguido me empujó levemente y paso antes que yo, así como hacia antes, y yo quedé ahí, en el marco de las puertas, sin poder creer lo que había pasado.

****

Luego de hacer lo que siempre hacia fui al consultorio de Steven, claro, después de que Tomás me dejara en casa y me invitara a salir después de almuerzo, tuve que explicarle mi problema de falta de memoria y mi ida al psicólogo a las dos de la tarde, no le explique mucho porque aun no entendía bien el asunto, sin embargo el entendió y eso era lo que me encantaba de él, lo comprensivo que era.