Capitulo 22

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Estaba realmente aturdida, lo que hice al llegar a mi habitación fue tirarme en la cama a ver el techo, sentía esa estúpida presión en el pecho la cual sentía solo cuando iba a pasar algo malo, pensé en Tomás, ese hombre que era todo para mi, que me hacia tan feliz, a Lia y Melanie les quitaron las personas que querían por un estúpido capricho, no era justo que yo me quedara sin Tomás.

Algunas lágrimas se escaparon de mis ojos, y lo permití, me permití llorar porque quería liberarme de la presión que sentía, pero aun con eso no se quitaba, en realidad ni siquiera me imaginaba lo que pasaría después.

-Te amo Tomás... Te amo tanto pero tanto. -Mas lágrimas salían de mis ojos mientras le hablaba al vacío. -No permitiré que nos separe ese psicópata.

No supe en que momento me dormí pero lo hice, y sabia perfectamente que al día siguiente amanecería con los ojos hinchados pero no me importo en lo absoluto.

El estúpido despertador sonó y maldije por lo bajo, la única manera de sentirme en paz era durmiendo, tenia demasiada presión y despertarme para mi era un calvario, pero tenia que hacerlo una de mis responsabilidades principales era estudiar, así tuviera que desactivar una bomba atómica primero mis estudios como siempre decía mi madre.

Estaba tan sumergida debatiendome en si mi madre de verdad no me dejaría desactivar una bomba atómica cuando un mensaje llegó a mi teléfono, pensé que era Tomás preguntando si ya estaba lista, pero me equivoque totalmente.

-Buenos días preciosa, te ves radiante recién levantada, eres como ver un amanecer. Sabes he pensado demasiado en ti, y no descansaré hasta tenerte en mis brazos, pero tranquila eso sera pronto, besos tu admirador por ahora.

Mi celular cayó al suelo, sentía que no podía respirar bien, quería moverme y gritar pero simplemente no podía, ¡Era ese maldito psicópata otra vez! Como lo detestaba, el solo pensar que me observaba de algún lugar me ponía los pelos de punta.

Mi teléfono comenzó a sonar de nuevo una y otra vez, como a las 5ta vez pude recoger el celular y sin mirar contesté.

-Hola... -Mi voz era una perfecta voz entrecortada ni yo misma reconocía mi voz.

-¿Qué tienes Evangeline? ¿Qué ocurre? -Tomás sonaba preocupado al otro lado de la línea

-Hola amor, nada, todo esta... Bien, ya me arreglo para que vengas a buscarme, te amo. -Mi voz esta vez sonó más segura.

-Esta bien Evi, también te amo, me avisas cuando estés lista.

-Esta bien amor.

Tomé una ducha corta pero relajante, y me vestí lo mas rápido que pude, me recogí el cabello en una cola de medio lado, como solía hacer cuando no tenia los mas mínimos ánimos de arreglarme, le envíe un mensaje a Tomás y me dijo que ya venia en camino, luego de una rato me envió otro mensaje de que ya estaba afuera y bajé automáticamente.

Tomé como siempre que iba tarde una galleta, y la metí en mi bolso, subí al auto, salude a Tomás, y trate de actuar normal para que Tomás no sospechara nada.

Después de ver toda la mañana de clases fui a guardar mis libros en el casillero y al abrirlo una nota cayó al suelo, había una dirección escrita y mi "Admirador" me esperaría allí, pero esa dirección me parecía haberla visto en otro lugar, también decía que si no iba, Tomás sufriría las consecuencias, y solo eso basto para decidir que debía ir.

Salvame de ti (#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora