Capitulo 17

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Hay momentos en la vida en los que las situaciones son tan fuertes que solo pensamos en que la muerte esta tocando nuestra puerta y disfrutando del miedo que sentimos, burlándose de todo el dolor que sentimos y de todos los recuerdos que se vienen a nuestra mente, eso me pasó, justo en el momento que pensé que moriría de tantos golpes, recordé a todas las personas que son importantes para mí, como mis padres, mi hermano, mis amigas, Tomás, no los volvería a ver, no volvería a tener esas personas a mi alrededor, que son justamente las que mantienen mi mundo nivelado, todos ellos son esenciales en mi vida, a todos ellos los necesito.

Recordé como Derek me golpeaba, todo llegó a mi mente de repente, todo lo que pasó ese día, desde que me tropecé con él hasta el chico que me salvo, que ya no es un desconocido si no mi hermano, Evan había llegado en el momento justo para salvarme, lágrimas descendían de mis ojos pero aún no los había abierto, mi audición volvió y con ella pude escuchar voces a mi alrededor y un pitido incesante.

Abrí mis ojos y pude ver a mis padres llorando como locos y abrazándose, vi a Lia y Brenda con la cara hinchada y los ojos rojos, vi a Evan sentado en el sillón, mirando el suelo como si fuera lo mas interesante del mundo, y por ultimo a Tomás sentando en el suelo acunando su cara con sus manos y llorando, todos estaban desbastados, y fue fácil deducir que fue por mi situación, el problema era cuan grave era esa situación.

Todo mi cuerpo pesaba y ni siquiera las palabras lograban salir de mi boca, ¿Que me sucede? Fue mi pregunta, Lia fue la primera en verme y corrió hacia mi como si fuera los más importante que hay en el mundo, todos voltearon en mi dirección y Tomás se levantó del suelo.

-¡Evi! ¡Por Dios! ¡Despertaste!
¿Como estas?

Lia era quien me hablaba, sus ojos estaban aguados, le siguió Brenda y luego los demás me preguntaban como estaba, Evan besó mi frente y fue por el doctor, Tomás me abrazaba y daba besos (pequeños) aún con mis padres ahí, mis padres me abrazaban como si de eso dependiera sus vidas, y aún cuando trataba de responderles las palabras no salían, sentía que movía mi boca pero no habían palabras, mi madre me dijo que no tratara de hablar que no me esforzara, que ya venía el doctor, y así fue.

Un hombre alto y a la vista fuerte, con el cabello cenizo, ojos marrones, unos lentes, y una mirada simpática entró a la habitación, todos se quedaron estáticos, yo también si es que podía estar mas estática.

El doctor saludo a todos con una sonrisa de aliento, y luego me miro con... Se podría decir orgullo, comenzó a explicar que mis costillas habían sido afectadas pero no de una manera grave, que mi sentido de la audición, volvió al despertarme, que eso era producto de los innumerables golpes que recibí, que mi sentido del habla no volvía gracias a los calmantes que había utilizado para poder estabilizar mi dolor que en cualquier momento volvería, dijo también que revisó si había alguna hemorragia interna o cualquier órgano afectado pero todo estaba en orden, que para la cara y los moretones físicos había mandado unas cremas antiflamatorias y unas aspirinas para los dolores que venían, hubieron algunos huesos afectados pero nada grave, que en cuestión de una semana podría estar estabilizada e irme a casa, dijo también que era una guerrera y se sentía orgulloso de mí, que era de las pocas personas que resistía algo así.

Todos me miraban como si fuera un tesoro, y yo solo sonreí y ellos hicieron lo mismo, papá y mamá besaron mi frente y me dijeron que irían con el doctor para buscar el recipe de los remedios que me mandaron y yo asenti.

Solo quedaron Lia, Brenda, Evan y Tomás, mi sentido del habla volvió y pude contar lo que había ocurrido, Evan se puso rojo de la rabia, pero una de mis sonrisas logró tranquilizarlo un poco, mi novio, se quejó y me dijo que el no hubiese tenido problema de esperarme, que de ahora en adelante no me dejaría sola, y que se convertiría en mi despertador si es necesario, por otro lado Lia y Brenda, le dijeron a Tomás que ellas estarían pendientes de mi en el instituto y que cuando el no pudiera iban a estar ellas, Evan por otra parte dijo que si Derek volvía a cruzarse en su camino o en el mio la iba a pasar muy mal, traté de convencerlo de que no valía la pena pero a veces su terquedad puede ser exasperante casi igual a la mía, luego de charlas, besos y abrazos los chicos debieron irse, habían clases al día siguiente y no podían faltar, insistieron en quedarse pero yo les dije que no, que debían irse y así poder pasarme los apuntes luego.

Mi madre se quedaba conmigo en las noches y en el día venían cualquiera de los chicos a pasar un rato conmigo y hablarme del instituto, sabía que cuando saliera de aquí comenzaría a averiguar sobre Brian y todo lo que implicaba saber su nombre.

Salvame de ti (#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora