Capitulo 27

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Había pasado ya una semana de la desaparición de Evangeline, una semana de angustia, de desesperación, Y no se imaginan cuanto duele, no se si come, no se si duerme, si esta bien, si la tratan bien, no se nada y eso es frustrante, llevo una semana sin poder dormir como se debe, los policías dicen que no hay rastros de ella, no es justo, yo la amo tanto que duele que pasen los días y yo no sepa nada de ella, es increíble como pueden haber tantas mujeres alrededor y sin embargo es ella la que pone mi mundo de cabeza, sus amigas están desbastadas, al igual que sus padres, que por cierto me he unido más a ellos, y eso me gusta, pero sin Evi no vale la pena nada, casi no como, no presto atención en clases, ya ni siquiera hablo con mi madre como antes, lo peor que hay en el mundo es que nuestro estado de animo dependa de una persona y el mio depende de Evi.

—Hijo... Se que te sientes mal, se que esto duele, pero siento que ella esta bien, solo aguarda, no te me deprimas hijo que me dueles, me duele verte así, tan decaído, ya casi no comes y eso me preocupa. La vida no es perfecta, y tiene sus altas y bajas, tiene sus momentos felices y sus momentos malos, esto pasara estoy segura, y serán felices, porque no dudo que la quieres tanto como ella te quiere a ti, son momentos difíciles por los que todas las personas pasan, sólo debes tener fe, esto pasará, no debes rendirte, ¿crees que a ella le gustaría verte en este estado? No lo creo mi amor, sal de esa oscuridad en la que te estas hundiendo poco a poco.

Mi madre es la mujer mas sabia que hay en mi vida, siempre la eh admirado, y ¿quien no la admiraría? La estreche en mis brazos lo mas fuerte que pude, ¿como no amar a esta mujer? Ella me devolvió el abrazo, y me sentí apoyado, de verdad sentía que esto podía solucionarse, a veces nos hundimos tanto en la oscuridad que no nos damos cuenta de toda la luz que hay a nuestro alrededor, pero siempre hay una luz lo suficientemente fuerte para ayudarte a salir de ahí, y cuando sales ves todos esos colores maravillosos que no veías por toda la oscuridad que te cubría.

—Te amo mamá, te amo muchísimo, eres la mejor de todas las madres.

Ella comenzó a llorar.

—No llores mamá, eres perfecta, eres mi madre, eres la que logró que yo fuera quien soy hoy, eres sabia, bondadosa, te amo como no te imaginas.

Ahora era ella quien me estrujaba en sus brazos, y yo le correspondia.

~*~

Estaba en el instituto tratando de tomar un jugo cuando Brenda y Lia se acercaron.

—Hola. —Dijo Lia.

—Hola chico. —Esa era Brenda.

—Hola chicas. Dije tratando de no ser mal educado porque creanme que de lo que menos tenía ganas era de hablar con alguien.

—¿No has sabido nada de Evi? —Dijo Lia algo triste.

—No por desgracia no he sabido nada de ella.

—Si sabes algo nos avisas por favor, ¿va? —Dijo Brenda.

—Claro les avisaré en cuanto sepa algo.

Ellas medio sonrieron y se fueron, yo me quede ahí, aunque mi madre me haya dicho muchas cosas yo seguía sintiendo el mismo dolor y es increíble como las personas duelen cuando ya no están, duelen los recuerdos, las sonrisas, las cosas insignificantes que parecen que son lo que mas duele cuando esa persona ya no esta, los lugares a donde fueron, por donde caminaron, aquellos juegos, las preocupaciones hasta los momentos difíciles, todo duele, dicen que hay que aprovechar los momentos y disfrutarlos para cuando ya no estén, pero aunque los disfrutes al mil de igual manera, te dolerán cuando ya no estén, hay personas que simplemente duele su ausencia demasiado y en mi caso es mi Evi.

Salvame de ti (#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora