Narra Amy
Miraba por la ventana hacia la carretera con la esperanza de que mi ojicarmesi la cruzara para poder llegar a mi casa. Tenia ganas de verlo.
Suspire.
Me encamine hacia la cama con mi felicidad por los pisos, pero cuando esyaba a punto de arroparme con las sabanas, escuche como varias cosad de cristales eran rotas acompasadamente como si una tormenta estuviera pasando dentro de mi casa.
-Que no sea un ladrón.- susurre colocando con cuidado mis pies en el suelo.
Respire varias veces y trate dr abanicarme la cara con las manos, pero fue en vano. Nada lograba calmarme, solamente lo lograba los braxos de aquel erizo que en estos momentos no estaba conmigo. Tenia bastante miedo, estaba asustada por lo que estubiera destrozando mi casa lentamente sin mi cosentimiento.
-Baja.- me dijo Skaar.
-No, Skaar... No se lo que hay alla abajo.-
-Baja antes de que pierda los estribos mas de lo que los ha perdido.-
-¿Quien?-
-Él.-
Baje las escaleras lentamente viendo como algunos jarrones volaban por los aires hasta impactar contra las paredes y las rosas se esparciaran por los pisos. Las alfombras estavan mojadas por el poco de agua que habia dentro de ellos.
Mire mejor y vi a un erizo negro con vetas rojas mirar el techo desesperadamente y tirar de sus espinas las cuales estaban tensas en una forma que me daba miedo, o menor dicho... terror...
-Shad.- dije con los labios para que no me escuchara.
Estaba desecho, como si hubiera descubierto algo que no hubiera querido saberlo jamas.
No se si fui yo o que mis ojos me hubieran jugado una mala broma, pero vi como una diminuta lágrima corria por su mejilla. Encima de la mesa habia una caja con algunad fotos que no lograba ver, pero la mayoria de su contenido eran cartas.
-¿No te enseñaron que espiar es de mala educación, Rose?- gruño con una voz fría y distante de la que se dirigia siempre hacia mí.
-¿Que sucede, Shad?- pregunte saliendo de mi escondite, aun me seguia dando la espalda y eso me asustaba.
-Soy un aborto de la naturaleza.- susurro con asco. -Creo que no debi nacer si iba a matar a tantas personas.- habia cerrado sus ojos mientras gruñia y con su puño destrozo una de mis paredes.
-Shad, calmate...- trate de acercarme a él, pero se alejo bruscamente y sin mirarme dijo...
-Alejate que no te quiero hacer daño.-
Esas palabras fueron como dagas a mi corazón y mas porque provenian de él.
-¿Q-que dices?- balbucee mientras sentia como mis ojss se volvian cristalinos como el cristal.
-¡Que soy un mounstro!- rugio mientras aventaba un jarrón cerca de mi lado, pero hacia la pared.
Brinque por el susto y me vi acorralada por su mirada enfurecida.
-Rose...- suavizo. -... te mereces a alguien mejor que yo... Soy un mounstro y puede que en cualquier momento deje libre a mi demonio y te haga daño.- explico. -Y yo no quiero eso...-
Vi como sus ojos estaban cristalinos y habia una inmenso odio hacia él que se hacia notar en sus ojos.
Me dolia verlo asi.
Me dolia saber que se odiaba hacia si mismo por algo que yo desconocia y que no podia ayudarlo sin esa parte de la historia.
-¿Porque dices eso?- prehunte con la voz quebrada.

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Heart's
SonstigesLa cerre detrás de mí y estaba apunto de quitarme el traje cuando comence a escuchar pasos dentro de la habutación, sigilosos con cuidado. Me voltee y ahi estaba él, mirándome con los ojos fríos, gélidos. De momento camino a grandes zancadas hacia m...