Seis: Enemigos

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Disparo el arma y cerré los ojos fuertemente, no quería ver como una arma se dirigía hacia mi. Pasaron como cinco segundos cuando Hood había disparo y aun no sentía una bala perforar alguna parte de mi cuerpo. Abrí los ojos poco a poco, no sabia como definir lo que sentía en este momento, podía sentir adrenalina y a la vez me sentía la persona más cobarde. Hood camino hacía mi, reaccione por instinto y comencé a dar pasos hacía atrás hasta que mi espalda choco contra un árbol.

-Así me gusta verte, All. –dijo sonriendo sínicamente.

Me gustaba mas que me llamara Jamie, se escuchaba diferente en sus labios mi segundo nombre. Se quedo frente a mí, aun traía el arma en su mano.

-Me gusta ver tu cara de miedo, pero me gusta aun más saber que soy yo quien te provoca ese miedo.

Se acerco aun mas a mí, nuestros cuerpos estaban completamente juntos y nuestros labios se rozaban ligeramente.

-Pude haberte disparo directo aquí. –dijo tocando mi frente con su dedo índice. –Pero me acabo de dar cuenta que me agrada verte sufrir y más si soy yo quien te hace sufrir.

Coloco su arma en mi abdomen bajo provocando que me paralizará al sentir el objeto de metal sobre mi blusa. Lo mire directo a sus ojos, por un momento me sentí intimidada al sentir su mirada.

Mientras su mano sostenía el arma que estaba aun en mi abdomen, coloco su otra mano en mi cintura provocándome escalofríos por su tacto. Su mirada seguía en mi, el estaba esperando a ver cual seria mi reacción. Coloque una mano en su brazo con el que me apuntaba con el arma, observe su brazo con tatuajes, mordí mi labio inferior, volví mi mirada hacia sus ojos. Ya no tenia miedo que me estuviera apuntando ahora mismo, sinceramente no creo que se atreva.

Quería que me besara, pero sabía que no se atrevería. Sus labios rozaron mi labio inferior, subí mi mano a su cuello y acaricie su cabello.

-¿Me besaras? –susurre sobre nuestros labios.

Negó levemente, beso mi mejilla haciendo que me estremeciera al sentir sus labios. Se alejo de mi y comenzó a caminar hacia el auto de nuevo.

-¿te quedaras ahí parada? –pregunto molesto.

Seguí su paso hasta ponerme a su lado.

-¿Qué fue eso? –pregunte refiriéndome al momento que acabábamos de tener.

Paramos de caminar y volteo a verme, guardo su arma en la parte de atrás de su pantalón, me tomo del brazo apretándome muy fuerte.

-Escúchame muy bien, Allison. No acaba de suceder nada hace un momento, no vuelvas a cometer otra estupidez si no quieres que pierda la poca paciencia que tengo contigo. –dijo gritándome.

¿Qué le sucedía ahora? Primero casi me mata, después intenta besarme y ahora me grita como si fuera mi padre.

-Me lastimas. –fue lo único que pude decir.

-Que bueno, por que eso es lo que quiero. –dijo apretando a un mas su agarre.

-Suéltame, por favor. –le rogué.

-Quiero que entiendas bien que yo no soy tu amigo, no eres ni siquiera mi conocida, solo eres un objeto de mi propiedad del cual yo puedo hacer lo que me plazca y cuando me aburra de ti.  –hizo una pausa para señalar al piso. –Aquí mismo vendré a matarte, puedo hacerlo si me lo propongo, créeme que cargar con una muerte más no me quitara el sueño. Te lo repito para que lo entiendas yo no soy tu amigo, soy tu enemigo. 

Sentía mi brazo dormido por su fuerte agarre.

-Yo no quiero ser nada tuyo, no se como puedes vivir tan tranquilo. Eres un asesino. –dije a la defensiva.

-Si, soy un asesino y solo por eso deberías tenerme un poco de respeto. Ahora de ti no depende tu vida, cada cosa que hagas será porque yo te lo ordenare.

Me soltó y me sobe mi brazo que me pulsaba.

-Eres un imbécil. –me queje al ver la marca roja en mi brazo.

Sonrió y mordió su labio inferior.

-Prefiero ser un imbécil a una puta drogadicta depresiva que estuvo en rehabilitación. –contraataco finalmente.

Lo mire con todo el odio posible mientras el me sonreía sínicamente.

-Dime algo, All. ¿Por qué tu padre mantiene oculto que su querida hija es una drogadicta? Y no solo eso, si no que también intento suicidarse y que además hizo algo el verano pasado lo cual no es digno de una dama. Si aun quieres matarte puedo darte mi arma para que lo hagas de una vez.

Me hablaba burlándose de mi, como si el supiera por lo que estaba y estoy pasando aun.

-Vete a la mierda. –logre decirle.

-Espera. –saco algo de la bolsa su pantalón.

Lo mire detenidamente, saco un sobre transparente con un poco de polvo blanco. Quería ponerme a prueba.

-Te traje un pequeño regalo. –dijo estirando el sobre hacia mi.

Mire la droga que me ofrecía. Hace tiempo que había dejado la droga, no puedo caer de nuevo. Antes mi hermano Tyler era el único que me motivaba a dejar de drogarme, pero el ya no estaba... Me había abandonado. Me mordí el labio inferior y sin pensarlo acepte la droga. Abrí el sobre y sin inhalar deje caer la droga al piso mirando a Hood. No soy tan débil como cree.

-Por dios, eso me costo dinero All. –hablo burlándose.

-Me viene importando un carajo, no caeré en tus putas provocaciones. –dije molesta.

-Se enojo la señorita, ¿Quieres un poco mas de droga? Tengo un poco más en casa.

-Deja de burlarte de mí, yo no me drogo. –mentí.

-Lo hacías. Y te puedo apostar mi vida a que volverás a caer de nuevo, todos vuelven a caer al vicio. Y por más que lo niegues sabes en el fondo que volverás a ser la mierda de persona que solías ser, drogadicta.

Sin dudarlo le solté una bofetada que me dejo roja la palma izquierda.

-Prefiero ser una puta drogadicta a un puto asesino infeliz. –le solté

Esperaba a que me devolviera el golpe o peor aun, que me disparara. No hizo nada, solo miro hacia otro lado, su mejilla estaba roja.

-Perdón. –me disculpe.

Me frustraba que no me contestara nada y que solo estuviera ahí parado sin mirarme. Di un paso para acercarme a él.

-¿Por qué no solo me dejas en paz? Yo no diré a nadie que eres un asesino. –dije en voz baja.

-Porque quiero joder tu vida, no me importa si vas y dices que soy un asesino. No pierdo nada si me acusas...

-¿Por qué eres así conmigo? –lo interrumpí.

-Porque me caes mal. Las chicas como tú las odio, solo traen problemas.


HOODDonde viven las historias. Descúbrelo ahora