Treinta y seis: Adiós

130 13 3
                                    

Los minutos se volvieron horas,  esas horas en días y el dolor seguía siendo el mismo. Su intensidad me provocaba ataques de ansiedad, no podía dormir y cuando dormía solo eran pesadillas. 

Si bien mis heridas del accidente ya iban desapareciendo, lo que aun no desaparecía era el dolor en mi pecho y el recuerdo de Luke. 

Mis días los vivía solo en cama, a veces venía Alex a verme, pero no estaba de humor. No quería estar con nadie, sólo quería vivir mi dolor sola. Hood tocaba la ventana de mi cuarto en la noche, pero nunca me pare a abrir, la última vez que lo vi fue en el hospital. 

-Iré de compras, All. ¿Quieres acompañarme? -pregunto mi mamá.

Seguía acostada en la cama sin decir nada. 

-Mas tarde regreso, cualquier cosa llámame. 

Me quede pensando en los últimos meses, mi vida había dado un giro de 90 grados. Un día estaba planeando mi futuro al lado del chico que tanto amaba y hoy estaba sola, sin idea de que sucedería conmigo. 


Días después 

Me encontraba saliendo de mi ultima cita con el medico, al parecer iba bien aunque físicamente me veía mas delgada y demacrada. Mis padres consideraban que debía ir a terapia psicológica, la verdad es que a mi ya no me importaba mi estado de salud. 

Todos los días pensaba en Luke. No había lugar de la ciudad que no me recordara los momentos que vivimos. 

-¿Nos iremos de aquí? -pregunte confundida.

-Sí, me dieron una plaza de trabajo en otra ciudad. Tu madre y yo consideramos que lo mejor seria irnos de aquí. 

Negué

-Los planes eran irnos desde hace días pero estábamos esperando a que te dieran de alta.

-Me quiero quedar aquí.

-A donde nos iremos esta la universidad a la que queremos que asistas, por lo visto perderás un año escolar, el nuevo ingreso ya es en dos meses.  

-No quiero perder el año. 

Mis padres me miraron sorprendidos. 

-Tal vez seria mejor esperar.

-No, no quiero esperar. Quiero distraerme. 

-Esta bien. Haremos tu proceso de inscripción. 

Asentí .

No sabia si estaba en lo correcto, tenia miedo de iniciar una nueva vida... sin Luke. Pero recordé lo que muchas veces me decía mi hermano, si estas indeciso de algo, decídete por lo que mas miedo te de. 

-Antes de irnos, me gustaría ir a donde esta Luke. 

-Puedo ir contigo hoy o mañana. -sugirió mamá

-Quiero ir sola. Necesito despedirme de él.


A unos diez minutos de mi casa estaba un panteón, mi madre me había llevado en carro solo con la condición que me dejara regresar sola. Llevaba un ramo de flores, todas eran color blanco. 

Vi su tumba, tenía una cruz donde tenia escrito su fecha de nacimiento y muerte. Sentí escalofríos al leerlo. Aún seguía sin creerlo, aún se sentía como una pesadilla. 

A los costados tenía floreros, en cada uno deje la mitad del ramo que traía. Su tumba era de un material como de marmol, me senté en una esquina y acaricie la tumba como si estuviera haciéndole una caricia a él. 

No me pude contener. Comencé a llorar, no me importaba si me escuchaban, ya no importaba nada. 

-Perdóname. -dije entre sollozos. 

-No fue tu culpa. 

Levante la mirada. Estaba vestido completamente de negro. Me pare y lo abracé.

-Nada de esto ha sido tu culpa, All. -dijo acariciando mi espalda.

Hood estaba aquí, y eso me daba bastante soporte.

Me separe de él y lo observe por un momento. Sentí un ligero mareo, me agarre de él. 

-¿Todo bien? -pregunto. 

Asentí. 

-Te veo mas delgada, no creo que estés bien. All, me preocupas. 

-No es fácil, Hood. 

Ahora el se acercó y me abrazó.

-Se que no es fácil, tampoco para mi lo es. 

Quería decirle que me iría de la ciudad, pero prefería que el solo se diera cuenta. Sabia que Hood no era una buena persona, estaba metido en cosas ilegales y debía alejarme de él, así que preferiría tomar esto como un adiós. 

Nos separamos, acaricie su mejilla y me acerque para darle un beso en la otra mejilla.

-Gracias por estar aquí. -le dije sinceramente.

Me llevo de regreso a casa, el trayecto fue en silencio. Aún mi mente estaba perdida en Luke, ni siquiera podía entablar una conversación alguien. Me negaba a dejar ir a Luke y si dejaba de pensar en él sentía que lo olvidaría.

Temía olvidarle y no lo quería hacer.  

-¿Puedo venir en la noche? -pregunto Hood.

Asentí.

-Nos vemos más tarde. 

Me baje y entre rápido a casa. Me encerré como de costumbre en mi cuarto, decidí bañarme y ponerme de una vez mi pijama. Tenía mis medicamentos y debía tomarlos todos, pero había uno en especifico, era el antidepresivo, me dejaba completamente adormecida. Estaba cansada de medicamentos, así que me permití no tomarlos hoy. 

La noche llego pronto y Hood se encontraba tocando la ventana como antes era de costumbre. No voy a negar que no pude ocultar mi sonrisa. 

-Demasiado tiempo sin verte sonreír. 

De nuevo sonreí.

-Estaba por dormir. 

-¿Puedo acompañarte? 

-¿Desde cuando tu me pides permiso de algo?  

-Cierto, voy a acompañarte a dormir. 

De nuevo sonreí. Tomo mi mano y caminamos juntos hasta la cama. 

Nos encontrábamos abrazados, hacía mucho que no me sentía así de segura con alguien. 

-Hood. 

-All. 

-Nada. Descansa.

Me dio un beso en la frente.

-Bonita noche. -dijo por ultimo. 

HOODDonde viven las historias. Descúbrelo ahora