Catorce: Ramera

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Toque mis labios al tiempo que recordaba como me besaba aquella noche en su auto Hood. ¿Qué me estaba pasando? ¿Estaba sonriendo por recordarlo?

-Allison. –me llamo mi hermana.

Voltee a ver a mi hermana rápidamente, no me había dado cuenta que estaba en su cuarto.

-¿Qué pasa? –pregunte.

-Están los policías abajo.

Salí de mi lindo recuerdo con Hood y me levante rápido de la cama para ir escaleras abajo. Los investigadores debían tener noticias sobre Tyler, espero que lo hayan encontrado vivo. Necesito saber sobre mi hermano.

-Lo sentimos tanto.... –escuche al agente.

Mi padre estaba con los dos agentes, mi madre estaba en el sillón llorando. No, no podía ser cierto lo que me estaba imaginando.

-¿Y Tyler? ¿Lo encontraron? –pregunte desesperada.

Hacia mas de un año que no sabia de mi hermano desde el accidente que había tenido con su novia.

-Allison ve con tu hermana por favor. –me ordeno mi padre.

-¿Qué sucede? –pregunte de nuevo.

-Llevamos un año investigando sobre tu hermano, hace unos días encontraron a su novia... -comenzó a explicar mi padre.

-¡Alex! –dije recordando a la novia de mi hermano.

-La encontraron en un hospital público sin identificación, solo a ella lograron localizarla. –dijo por ultimo mi padre.

-Vamos con ella, debe saber donde esta Tyler. ¿Por qué sigue en el hospital? –pregunte rápido.

-Ella lleva un año en coma, Allison. Los agentes han llegado a la conclusión de que Tyler.... –hizo una pausa. –Murió en el accidente.

-No.... –susurre. –Eso no es cierto, Tyler debe estar perdido tal vez. Que tal que perdió la memoria y por eso no ha regresado, hay que seguir buscándolo.

-Allison, ya no hay nada que hacer. Esta muerto. –dijo por ultimo mi padre.

Negué lentamente, no podía llorar. No porque no quisiera, simplemente no lograba hacerlo. Corrí escaleras arriba.

-¿Qué sucede, All? –pregunto Rosie.

-Perdón, Rosie.

Entre a mi habitación y cerré con seguro la puerta. Me asuste un poco al ver a Hood apoyada en la ventana de mi cuarto.

-¿Qué hace la policía aquí? –pregunto serio.

No respondí a su pregunta, simplemente camine hasta el y coloque mis manos a cada lado de sus mejillas, me puse en puntitas ya que el estaba un poco mas alto que yo; y lo bese desesperadamente.

No quería recordar a Tyler, no podía imaginarme a mi hermano mayor muerto.

Hood respondió a mi beso de igual manera, sus manos se colocaron en mi espalda baja y me acerco rápidamente a su cuerpo.

Nos besábamos desesperadamente, con sus manos me cargo; coloque mis piernas alrededor de su caderas. Mis manos abrazaron su cuello. Llego un momento en el que sentí sus dientes clavarse sobre mi labio inferior, gemí de dolor.

Me llevo cargando hasta mi cama donde me acostó no tan suavemente, cayó sobre mi quitándose rápidamente su camisa, yo hice lo mismo con mi blusa.

¿Qué estaba haciendo? ¿Por qué dejaba que me besara así por el? Ni siquiera éramos amigos.

No deje que me siguiera besando. Nuestras respiraciones eran rápidas y profundas.

-Hood, ¿te gusto? –pregunte.

El sonrió como si hubiera dicho al gracioso.

-¿Realmente crees que me pueda fijar en ti? –pregunto sarcásticamente.

-¿Entonces porque me besas?

-Porque se me da mi gana y porque puedo. Como si a ti te importara si siento algo bonito por ti, eres igual de basura que yo. Eres una zorra más en mi vida.

Levante mi mano para darle una cachetada pero el sostuvo mi mano.

-Y vaya que eres una ramera salvaje, eso me agrada. ¿Cuándo crees que realmente podamos coger? –pregunto descaradamente.

-Imbécil. –dije con odio.

-Ramera. –me respondió.

Logre zafarme de el y camine rápido hasta la puerta de mi cuarto, aprovecharía que ahora esta la policía en mi casa.

-¿Adonde crees que vas? –pregunto jalándome del brazo.

-¡Ayuda! –grite fuerte.

-Tú te lo mereciste. –me advirtió.

Sentí su puño golpearme contra mi cara. Mi cabeza se estrello contra la pared lo que me hizo caer al piso. No sentí el golpear mi cuerpo contra el piso, todo se oscureció.

(.....)

No podía mover mis brazos ni piernas, intente abrir mis ojos pero tampoco pude hacerlo. Estaba atada y tenía vendados los ojos.

Escuche unos pasos, me asuste al no saber donde me encontraba.

-Hasta que despierta la bella durmiente. –dijo un voz desconocida.

Sentí su mano acariciar mi mejilla, su tacto iba bajando por mi cuello hasta llegar a mi pecho. El miedo aumentaba en mí.

-Aleja tus sucias manos de mi chica, Jacob. –escuche la voz de Hood.

-Solo quería ver si eran reales o no.

-Eso a ti no te importa, ahora vete.

Escuche unos pasos marcharse. Estaba atenta a todo lo que escuchaba. Me quitó muy bruscamente la venda que tenia en mis ojos, la luz me cegó un poco. Hood estaba frente a mí, en su mano llevaba un arma.

-¿Dónde estoy? –pregunte confundida.

-En un lugar donde las chicas como tu deben estar.

-¿Qué? –no entendía.

-Solo recuerda porque te hago esto, Allison. Tú intentaste tenerme una trampa y acusarme con la policía y eso lo pagaras.

-Yo no te puse una trampa.

-Oye, ¿Cuántos clientes te gustaría atender hoy en tu primer día de trabajo?

-¿A que te refieres?

-Tú sabes a que me refiero. Se amable con los chicos, estoy seguro que quedaran satisfechos. Acepta el dinero que te den, tal vez tu no lo necesites pero yo si ocupo pagar unas deudas.

-¿Me estas llamando prostituta? –pregunte confundida.

-Bienvenida a mi mundo, donde la haces y la pagas. Te toca a ti pagar cada error que has cometido.

Su mirada llego a darme miedo, podía notar que esta situación le divertía. Se inclino hacia mí, y me agarro bruscamente de la barbilla.

-Ahora si no tendré ni un poco de lastima por ti, Allison.


HOODDonde viven las historias. Descúbrelo ahora