Desperté y aún seguía durmiendo Hood. Hoy descubrí que me gustaba verlo dormir.
Fui al baño a hacer mi rutina matutina, solo que esta vez decidí maquillarme un poco. Para cuando salí vi a Hood parado en bóxer. Me quede seca al verlo.
-Buen día. -saludo.
Iba a hablar pero me perdí en su erección que medio ocultada su bóxer negro.
-¡Perdón! No quería incomodarte, iré al baño a cambiarme.
Asentí.
No pude decir nada, fue algo sorprendente verlo así. Creo que era la vez primera que lo veía así.
Sonreí tan sólo de recordar el momento por el que acabábamos de pasar.
-Listo. Debo irme.
-Gracias por haberte quedado.
-¿Nos vemos en la noche?
-Si.
Se acercó y acarició con cuidado mi mejilla.
-Cuídate, All.
Se inclino, por un momento pensé que me besaría en la boca, pero sus labios solo tocaron mi mejilla. Sin decir nada mas salió por su habitual salida que era mi ventana.
Voltee a la cama. Hood había dormido conmigo. ¿Por qué sentía bonito?
Estoy segura de lo que siento por Luke, lo amor. Pero Hood comenzaba a caerme bien por primera vez.
Vi la sudadera en la silla, camine hasta ella y antes de agarrarla sentí una rara sensación. No quería usarla. Ignorando mi sentir tome la sudadera y me la puse, metí mis manos en las manos y sentí dos papeles hechos bola. Los saqué.
Desdoble el primer papel. Este era el resultado de Luke en la universidad, había sido aceptado. Me dio mucho gusto leer eso, mierda, tal vez Luke estaba en los cursos de inducción de la universidad y por eso no ha podido venir a verme.
Desdoble el otro papel.
"Cuidado, Luke"
Me estremecí al leer esa nota. Tan pronto la leí comenzó a doler mi cabeza.
¡Allison! ¡Cuidado!
Mi mente recordó la voz de Luke gritarme eso. Comencé a llorar, el dolor era muy fuerte. Me senté en la cama, en mi mano seguía la nota le deje sobre la cama.
-¡Mamá! -grite con desesperación.
Me pare de la cama y salí del cuarto. Bajar las escaleras resulto para mi todo un reto.
-¡Mamá!
Vi el teléfono de casa y marque a mi padre.
-¿Bueno?
-Papá, mi cabeza. Me duele mucho, no sé que me esta pasando. Creo que recordé algo, me duele horrible. Siento como si fuera a estallar. -dije desesperada.
-All, ya voy en camino. Por favor no hagas nada ni salgas de la casa.
Colgué.
"Estas muy hermosa esta mañana"
De nuevo la voz de Luke. Marque al número de Luke y descolgaron.
-¡Luke! -grite entre el llanto.
No escuche su voz.
-¡Luke! Ayúdame, me siento muy mal mi cabeza... siento que va a estallar. ¡Luke! -grite casi desgarrándome la garganta.
Colgó la llamada. Pero de nuevo volvió a entrar otra llamada.
-Hola, All.
Era una voz distorsionada.
-¿Quien habla?
-Un viejo amigo, sólo llamó para darte la terrible noticia.
-¿Quien eres?
-Pronto lo sabrás. Acabo de darme cuenta que marcaste al número de Luke. El no te va a volver a buscar.
-¿A que te refieres? ¿Quien eres? -pregunte desesperada.
-El accidente que tuviste no lo tuviste solo tu. También estuvo Luke ahí. Y murió.
Colgó la llamada.
Sentí como si todo mi cuerpo entrara en shock. No podía ser cierto eso. Me faltaba el aire.
"Eres el amor de mi vida"
-No... -dije entre lagrimas.
Mi cuerpo flaqueo. Caí al sillón y preferí olvidar lo que acababa de escuchar.
De nuevo me encontraba en el hospital, me sentía como si me hubieran golpeado la cabeza, era una sensación de cansancio.
-Luke. -susurre.
Mi vista se nublo y comencé a desbordar en lagrimas.
-¡Luke! -grite
Entro al cuarto mi mamá.
-Hija, ¿cómo estás?
-Luke esta muerto. -dije desesperada.
Lleve mis dos manos a mi cabeza, sólo podía llorar y gritar.
-¡Esta muerto! -grite con dolor.
-All...
-Yo no estuve con él, me necesitaba. Lo deje.
-No, All. No lo dejaste.
-Quiero ir con él.
-Te prometo que te llevare pero debes ponerte bien, no quiero que te pase algo peor.
-¿Hay algo peor que esto?
Me acosté de lado, y me permití llorar con todo el dolor que estaba sintiendo.
Mi mamá se acostó a mi lado e intento acariciarme.
-¿Cómo fue? -pregunte.
-All, no creo que sea bueno...
-¿Como fue?
-Realmente no se bien. Sólo se que los trajeron al hospital muy graves, él era el más delicado. Murió apenas llegando al hospital, sus lesiones eran severas. El día que despertaste fue su entierro, su familia quería esperar un día más para que tu estuvieras, pero los doctores nos dijeron que aunque tu te despertaras no podrías salir. Si bien tu no tuviste heridas como el, tuviste un golpe muy grave en la cabeza, pudiste haber incluso perdido la memoria.
Me dolía escuchar la forma en la que se fue. El no merecía esto.
-Si te dan autorización los doctores te llevo a donde esta.
Llore al escuchar eso.
Me costaba creerlo.
-¿Quieres que me quede contigo?
-No, quiero estar sola.
-Estaré afuera.
No podía ser cierto, él no pudo haber muerto. Lo esperaba la universidad.
Escuche que abrieron la puerta y yo seguí igual, no me fije en ver quien era.
Se acostó atrás de mi y me abrazo.
-Aquí me quedo contigo. -escuche la voz de Hood
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HOOD
Fanfiction"-¿Quien eres tu? -¿Realmente eso importa? -Si me harás daño al menos debería saber el nombre de mi asesino. -Para ti soy Hood. "