HOOD

Veinticuatro: Alex

"-Te amo. -le dijo mientras el la cargaba. 

-¿Segura? -le pregunto sonriendo.

-Tanto que si me dejas caer, te seguiría amando. 

-Podría correr ese riesgo. 

-Es en serio, a pesar de todo lo malo te sigo amando.

Llegaron hasta la habitación. La bajo y dejo que observara la habitación que le había preparado para su aniversario de un año de noviazgo, el mas largo y duradero para el.

-Es hermoso. -dijo maravillada.

El cuarto tenia cientos de rosas moradas, eran las favoritas de ellas. 

-Jamas me hubiera esperado algo así de ti. 

-Tu me haces hacer todo esto por ti. 

-Lose y me gusta que seas tan lindo. 

-Estoy pensando en dejar todo en lo que estoy metido. 

-¿De verdad? -dijo sonriendo. -Eso es tan bueno, no sabes el gusto que me da. Yo te ayudare a dejarlo.

-Créeme que tu me ayudaste desde el primer día que nos conocimos.  

-Se que lograras salir de todo eso, prométeme que ya no le harás daño a nadie.

-Lo prometo. "

Caminábamos tomados de la mano rumbo a la escuela, ya eran los últimos días de clases. Ya se acercaba el final. 

-¿Y cuando es tu examen? -me pregunto Luke.

-Pronto. 

No me gustaba hablar de eso con él, sabia que me conocía tan bien que se daría cuenta que no quiero estudiar Derecho. 

-Puedo ayudarte a estudiar como tu lo hiciste conmigo. -sugirió 

-Pero yo no te ayude a estudiar, cuando iba a verte por lo general terminábamos teniendo sexo. 

-Por eso lo digo. 

Ambos reímos por un momento. 

-Es en serio, puedo apoyarte en lo que pueda. Tu me estas ayudando ahora con lo mío y lo agradezco mucho, y yo quiero hacer lo mismo contigo. 

Asentí. 

-Mi examen de admisión es en un mes, y ya empece a estudiar. No creo que sea tan difícil de pasar. 

Cuando las clases terminaron fui a casa y como siempre no había nadie en casa. Subí hasta mi cuarto, abrí la puerta y me lleve una gran sorpresa. 

Había un ramo de rosas en la cama, estas eran de color morado. 

-Luke. -dije sonriendo 

Me acerque al ramo y tome la nota que venía con ella. 

"¿Creíste que era Luke?" -H. 

 Tire la nota. Agarre el ramo, dude por un momento y observe bien las rosas. Se veían hermosas, pero tan solo de pensar quien las había traído perdían su hermosura. 

-Hood. -murmure.

Camine hacía la ventana y las arroje, vi como cayeron rápidamente al pavimento y se destruían por el impacto. 

Me quede un rato viéndolas hasta que el timbre de mi celular me asusto. 

-¿Hola? -conteste.