Once: Apuesta

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Después de que ayer mi madre me regañara por haber llegado tan tarde y no avisarles hasta que día llegaría, no era mi culpa de Hood fuera un loco. Me obligaron a venir a clases hoy, no tenía demasiadas ganas de asistir, pero prefería soportar las clases que a mi madre regañándome y diciéndome que así no se comportaba una dama.

-Hoy habrá fiesta en casa de una amiga, ¿no quieres venir, All? –me pregunto David.

-Claro, pásame la dirección y yo ahí llego.

Me despedí de el y continúe mi camino hacia donde desgraciadamente estaba Hood esperándome apoyado en su auto.

-Sube. –me ordeno.

Y sin decirme nada más subió al auto esperando a que yo subiera, así que lo hice. Me coloque el cinturón de seguridad y voltee a ver a Hood.

-Hola. –lo salude amable.

No me saludo. Al parecer alguien estaba molesto. Comenzó a manejar prestando su atención solo hacia el frente, me sentía un poco incomoda. Mi celular comenzó a soñar, vi quien era. Luke.

-Hola, Luke. –dije contestando

Note que Hood me miro de reojo cuando dije el nombre de mi amigo.

-Hola, Allison. Solo llamaba para saber si irías a la fiesta de hoy. –me dijo a través del celular.

-Si, ¿tu iras?

-Si, nos vemos en la noche. Por cierto, te tengo noticias sobre Matt.

-¿Qué pasa con Matt? –pregunte desesperada. – ¿Lo viste?

-Preferiría contártelo en persona, es algo difícil de explicar. Tengo que colgar, nos vemos más tarde.

Colgué la llamada y suspire. Espero tener noticias sobre Matt, extraño a mi mejor amigo.

-No iras a ninguna fiesta, All. –hablo Hood.

-¿Y porque no iría? –enarque una ceja.

-Porque yo lo digo. –volteo a verme.

De nuevo puso su atención al frente.

-Tú no me mandas. –espete.

-Yo me encargo de que no vayas a esa fiesta, ya después me lo agradecerás. –dijo seguro.

Después de un largo viaje llegamos de nuevo a aquella bodega donde me había traído hace unos días. Espero que no estén sus amigos de la otra vez, me daban un poco de miedo.

-¿Qué hacemos aquí? –pregunte nerviosa.

-Baja del auto. –me ordeno.

Le hice caso y camine junto a él hacia aquella vieja bodega. Hood estaba mas frío de lo común conmigo, ¿Sera que cumplirá lo que me dijo ayer? No me tomo de la mano como la última vez que salimos de aquí. En aquella bodega hacía mas frío de lo común, me abrace a mi misma tratando de entrar un poco en calor.

-¡Hey Hood! Hasta que llegas. –dijo Greg. –Y traes a tu linda novia.

Aun recordaba a aquel tipo que me había llamado zorra. ¿De verdad tenía cara de zorra? Todos me llamaban así, si no es este tipo, era Cynthia o incluso mi padre.

Me acerque un poco a Hood esperando a que el me tomara de la mano o me abrazara, pero no lo hizo. Había más sujetos que nos observaban, todos eran aproximadamente de la misma edad de Hood, supongo.

-Espero llegar a tiempo para el juego. –dijo Hood mientras estrechaba la mano con Greg en un saludo.

-Llegas justo a tiempo. ¿Cómo te llamas, linda? –me pregunto Greg.

HOODDonde viven las historias. Descúbrelo ahora